La Grilla

Opinión | Entre Chairos y Fifís

Por: Leonardo Torixa Cervantes

18 octubre, 2020 8:43 pm




El seis de junio de 2021, los poblanos nuevamente tendremos la oportunidad de participar en un ejercicio democrático para elegir diputados federales, 41 legisladores locales (26 por mayoría relativa y 15 de representación proporcional) y 217 Ayuntamientos.

Sin duda, la elección de carácter local brindará a los candidatos ganadores la oportunidad de retomar, practicar y consolidar una de las ideas de organización política que mejores resultados entregaba a los electores y que hoy pareciera que nadie recuerda, el municipalismo.

De acuerdo a los teóricos, el municipalismo es un sistema de comunas libres que se organizan para planear, pero sobre todo detonar proyectos que contribuyan al desarrollo vecinal como alternativa al estado centralizado, es decir que resuelve los problemas básicos del municipio de la mano de sus ciudadanos sin permitir que agentes externos vulneren su autonomía, un concepto que actualmente muchos ya no respetan.

Hace dos años, los candidatos ganadores del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), aquellos que con el impulso de Andrés Manuel López Obrador arrasaron en la zona metropolitana de Puebla, trataron de rescatar el municipalismo que borraron los gobiernos panistas encabezados por Rafael Moreno Valle, actor que no solo controlaba al Gobierno Estatal, sino que también le rendían cuentas todos, absolutamente todos, los ediles poblanos, estrategia de control que en su momento descalificaron los morenistas, mismos que hoy lucen nuevamente abnegados ante el poder del estado.

Aún recuerdo que durante sus primeros meses de gestión, los presidentes municipales de San Pedro y San Andrés Cholula, Cuautlancingo, Coronango e incluso Puebla, Luis Alberto Arriaga, Karina Pérez Popoca, Guadalupe Daniel, Antonio Teutli y Claudia Rivera Vivanco, respectivamente, se presentaron como un bloque municipalista interesante, con visión de largo plazo, que planeaban y daban banderazos de obra juntos, pero que meses más tarde sus proyectos nuevamente terminaron archivados y ellos, por lo menos cuatro de cinco, de nueva cuenta tuvieron que alinearse con el Ejecutivo Estatal, cosa que los dejó de brazos cruzados.

Es bien sabido que en la política las amistades no existen, es una enorme bola de intereses que cada uno de los actores adquieren para obtener algo que lo beneficie, pero confió que en un futuro, aquellos que se conviertan en actores del municipalismo poblano, hagan lo posible, pero sobre todo luchen por rescatar esta idea con una sola meta, resurgir el esplendor de las localidades poblanas de la mano con sus habitantes.





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