La Grilla

COLUMNA | Pasó lo extraordinario

Por Antonio Abascal

23 noviembre, 2020 10:30 am




Lógica en la alineación (con un Osvaldito Martínez convaleciente), regreso a las bases, trabajo del mediocampo, cercanía entre líneas, carácter y saber aprovechar las oportunidades fueron los factores que llevaron al Puebla a un triunfo en penales sobre Monterrey y acceder a la liguilla por primera vez en cinco años. A la hora buena este Puebla de la Franja recuperó algunas de las virtudes que había mostrado en las primeras fechas del “Guardianes 2020” y agregó otra ya enumerada: El carácter para no dejarse vencer por dos penales en contra, para no discutir las “injusticias” del árbitro sino para buscar la forma de meterse en  el juego. El equipo poblano fue como el alumno que tras flojear en el semestre entiende que el examen extraordinario es la única opción de seguir adelante y se preparó muy bien, estudió mucho y terminó haciendo una buena prueba.

Algunos criticaron a Juan Reynoso por no colocar de inicio a Osvaldito Martínez, sin embargo, su alineación tuvo lógica porque el paraguayo superó una lesión complicada y porque además los once que salieron de inicio entendieron la idea del técnico que era cerrar los espacios al rival aunque buscando hacer daño a través de posesiones largas, que en los primeros minutos no se daban por la presión local, pero conforme avanzó el primer lapso permitieron ciertos respiros a los Camoteros. Los laterales, Correal y Angulo, siempre tuvieron el apoyo de los mediocampistas González por derecha y Salvador Reyes (un jugador que cuando recibe la oportunidad casi siempre responde) para tratar de hacer el dos contra uno defensivo, mientras que Omar Fernández trataba de conectar con un Daniel Álvarez más centrado y Santiago Ormeño.

Conforme avanzó el primer tiempo el Puebla fue encontrando respiro porque sus posesiones fueron siendo más largas a partir de un partidazo de Javier Salas muy sólido en la recuperación y con criterio para armar la jugada donde encontró el apoyo de Pablo González quien siempre fue un punto para lanzar a sus compañeros; Fernández y Álvarez entraron más en contacto con el balón y así a pelota parada y mediante un rebote llegó una buena oportunidad con un disparo de Néstor Vidrio que pasó cerca de la portería de Hugo González. Pero cuando mejor jugaba el Puebla, una acción bien hilvanada por los regios en la que Carlos Gutiérrez se atrevió a dar un taquito en el área se convirtió en el primer penal marcado por el árbitro cuando Brayan Angulo cayó y se llevó de corbata, con lo mínimo, a Vincent Janssen y Fernando Guerrero concedió el penal porque estaba cerca. Nicolás Sánchez acertó para darle la ventaja a la escuadra de Antonio Mohamed.

El alumno llamado Puebla de la Franja volvía a exhibir algunas de las problemáticas que tuvo en el semestre: Muchos penales en contra y recibir goles tempraneros o tardíos, por lo que la situación se complicó cuando al minuto 49 Vidrio cometió una mano infantil en el área para que Guerrero marcara su segundo penal de la noche, ahora fue Janssen quien ejecutó para darle una ventaja a los locales que parecía definitiva. Reynoso jaló de su hombre de más calidad y retiró del campo a un esforzado Pablo González y el paraguayo demostró que sigue siendo un futbolista cuya calidad aparece en los momentos importantes, una falta innecesaria de la defensa rayada sobre Daniel Álvarez la convirtió en un golazo que mantuvo la fe poblana y llenó de nervios a la rica plantilla local.

Monterrey tuvo alguna oportunidad en un disparo muy cruzado de Funes Mori y nuevamente por la vía penal cuando Maxi Meza se tiró en el área ante la marca de Brayan Angulo y Fernando Guerrero cayó en el garlito, aunque en esta ocasión el VAR le avisó que no había razón para marcar un tercer penal en contra del Puebla; pero entonces, Antonio Mohamed hizo cambios para preservar la ventaja con los ingresos de Zapata y Vegas en lugar de Meza y Janssen y el mensaje del técnico fue interpretado con mucho nerviosismo. Juan Reynoso cometió un error al retirar a Omar Fernández por Amaury Escoto porque el peruano no ha aprendido que no se trata de acumular delanteros sino de dotarlos de parque, el Puebla ya no tuvo tanta posesión pero siguió tirando de coraje y así en un centro al área, Ormeño se buscó la vida, César Montes lo jaló poquito, pero lo suficiente, para que el delantero del Puebla cayera y Guerrero decretara la pena máxima que el propio Ormeño pidió con mucha personalidad pero su cobro no fue bueno y Hugo González falló al permitir el puente trágico que empató el juego, un premio para la fe poblana y un castigo para la arrogancia regia, encarnada por su técnico que ni con la derrota pudo ser más humilde.

Llegar a los penales fue un premio para el gran juego de Javier Salas, de George Corral, de Osvaldito Martínez, de Omar Fernández, para la personalidad de Ormeño, para el liderazgo de Vikonis. En la tanda, el Puebla tuvo que sobreponerse a la falla inicial de Salas para luego ver como la tanda se empataba en el segundo penal cuando Nico Sánchez voló su disparo ya que nunca es fácil cobrar dos en el mismo partido; Vikonis cobró y anotó, mientras que Ormeño ejecutó mejor su disparo en esta oportunidad. Vegas falló ante la buena estirada de Vikonis que preparó la escena para que George Corral venciera a González y le diera al Puebla su primer pase a liguilla en cinco años para tener el reto de medirse al estudiante modelo, el que siempre hizo las tareas y además lo hizo con buena letra y calidad: El León de Ignacio Ambriz.

El Puebla tuvo los arrestos suficientes para sobreponerse, volvió a ser un equipo que sabía lo que quería en la cancha y tuvo momentos de lucidez para pasar el examen extraordinario y darle a su afición una alegría que ya necesitaba; esa afición está en su justo derecho de estar contenta porque su equipo ahora sí le dio argumentos para creer, porque no se dio por vencido y porque puso todas las armas que tenía en la cancha para aprovechar un sistema de competencia que privilegia la mediocridad, lo cual no es culpa del equipo de la Franja que se ha metido en una liguilla y ahora reeditará un duelo que fue final, en la 91-92, y que cerró la etapa más brillante de la escuadra camotera en Primera División.

Pero la directiva tendrá que ser más fría para hacer un análisis de las virtudes y defectos de esta plantilla y su cuerpo técnico porque más allá de los imponderables en forma de lesiones, suspensiones y positivos por Covid-19, este mismo juego ante Monterrey demostró que este grupo de jugadores se podía gestionar de mejor manera a partir de la lógica en las alineaciones ya que el Puebla se complicó la vida cuando a su director técnico le dio por inventar y sacar a sus futbolistas de la zona donde pueden rendir más.

Hay otros dos puntos a tomar en cuenta, uno de ellos bien definido por el propio Juan Reynoso cuando pidió a sus jugadores no creérsela de más, sino seguir por este camino ya que pueden complicar al León y otro donde la dirección deportiva del equipo deberá aislar a los jugadores y al propio cuerpo técnico de la insana costumbre del futurismo ante los rumores que ya empiezan a salir a la luz pública sobre lo que pasará en las próximas semanas. El Puebla está en liguilla a la afición le corresponde estar contenta, a la directiva ser fría en el análisis y al cuerpo técnico y jugadores seguir trabajando en la línea que mostraron ante el arrogante Monterrey para tratar de dar una sorpresa mayúscula ante el León.





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