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Opinión | Recuperando el orgullo

Por Antonio Abascal

22 marzo, 2021 10:06 am




Sin jugar mal y tras haberse asomado a la portería toluqueña en varias ocasiones, el Puebla de la Franja caía 2-0 con un hombre menos al minuto 54 lo que hacía suponer una larga tarde para los hombres de Nicolás Larcamón que estaban pagando su falta de contundencia en un primer tiempo donde controlaron al equipo local pero en el que errores de tres de sus baluartes defensivos: Antony Silva con un mal despeje que provocó la falta de Emanuel Gularte donde Maximiliano Perg se perdió en la marca de Michael Estrada en el primer gol choricero y luego un pisotón de Gularte sobre Torres Nilo provocó el penal, la expulsión del uruguayo y el gol de Alexis Canelo. Sin embargo, a partir de ese momento vimos una gallarda reacción camotera que le valió rescatar el empate de “La Bombonera”.

Un punto que lo mantiene en el séptimo lugar de la tabla general, un empate que significa el tercer partido sin ganar donde se han rescatado dos de los últimos nueve puntos mientras que la lucha por la clasificación se aprieta ante las reacciones de Pachuca y León, a la espera de los partidos pendientes Tigres vs Juárez y Monterrey vs Chivas; sin embargo, ese punto en Toluca significa mucho más en lo anímico para el grupo que dirige Nicolás Larcamón y todavía más para una afición que ha encontrado en este equipo uno con el cual sentirse identificada por sus dosis de buen futbol, pero sobre todo, porque no ha dejado de pelear.

Con un 2-0 en contra y con 10 hombres, el Puebla se lanzó al frente y encontró un penal tras una innecesaria falta de Torres Nilo sobre Maximiliano Araújo (quien ofreció un buen partido), ejecutado con prestancia por Santiago Ormeño quien llegó a siete goles para convertirse en el mexicano con más tantos en la “poco” importante tabla de goleo individual, de acuerdo con los parámetros del seleccionador Gerardo Martino, y luego Araújo hizo una gran jugada personal que no supo definir tras conducir desde el mediocampo. En el tiro de esquina posterior y tras un rechace, Omar Fernández hizo una gran jugada al recortar a Claudio Baeza y mandar un buen servicio que Juan Pablo Segovia aprovechó para empatar a dos.

Ese es uno de los grandes méritos de Nicolás Larcamón, el de potenciar a sus jugadores. Al margen de polémicas y de goles, Ormeño cada partido que pasa mejora y ayuda al equipo en otras facetas como jalar marcas, arrastrar el balón y el entendimiento con sus compañeros, es un jugador que se mueve bien y, por eso, sigue teniendo oportunidades a pesar de que las marcas cada vez son más pegajosas. Luego está Omar Fernández, el colombiano es un jugador que derrocha esfuerzo pero en muchas ocasiones sus jugadas se quedaban cortas porque no decidía bien, ahora es un jugador que está eligiendo mejor sobre todo en su faceta como creador de juego porque en la definición todavía falla. De la misma manera han crecido Javier Salas, fundamental en el mediocampo, así como Salvador Reyes y hasta Christian Tabó participando en la recuperación de la pelota.

A partir del 2-2 el partido se volvió loco porque vinieron los cambios en el Toluca y porque jugar con 10 hombres en su casa es muy complejo, por lo que hay que valorar mucho más el partido de Fernández y Araújo muy generosos en el esfuerzo. Diego Rigonato hizo un gran gol al 78 para devolverle la ventaja a los locales, pero vinieron los cambios para refrescar ya que salieron Ormeño, Araújo y Fernández para dejar su lugar a Escoto, Aguilar y Álvarez. Más tarde salió Tabó, quien ya se había desconectado, para dejar su puesto a Guillermo Martínez y al 86, el que fuera goleador en la Liga de Expansión sorprendió al desbordar por izquierda y mandar un servicio raso que remató Daniel Aguilar para decretar el empate.

Toluca fue por el triunfo y en un buen centro de Rubens Sambueza (consentido en la marca por Salvador Reyes), Antony Silva salió mal, en su segundo error de la tarde, y Michael Estrada sólo empujó para lograr el cuarto de los locales que parecía darles el triunfo, pero en el saque Daniel Aguilar trazó largo, Amaury Escoto (ante la complacencia choricera) la bajó de cabeza para que Daniel Álvarez con un pase a la red decretara el definitivo 4-4 y le diera ese meritorio punto a los Camoteros, pero sobre todo inyectara de orgullo a la afición del Puebla que se sigue ilusionando con esta versión que tras doce juegos acumula cuatro triunfos, cinco empates y tres descalabros (dos de ellos en casa). Ayer, los cambios funcionaron porque todos los que entraron participaron de alguna manera en las jugadas de los últimos goles poblanos.

Hay aspectos por corregir, nadie hasta ayer, le había convertido más de un gol al Puebla de Larcamón, las jugadas a balón parado se están defendiendo mal, Antony Silva se mete en muchos problemas con sus despejes cuando hay presión del equipo rival, además de que hace falta mayor contundencia porque ayer con el 0-0 y en gran parte del primer tiempo, el equipo de la Franja fue mejor, recuperaba rápido la pelota y la distribuía bien en el campo rival, pero faltaba claridad para profundizar o cuando se logró dicha profundidad para rematar con eficacia; también llama la atención que Gustavo Ferrareis ha perdido protagonismo ya que ayer no se requirieron sus servicios a pesar de ir abajo en el marcador por lo que es otro asunto de cara a la recta final del campeonato ya que en su primer partido mostró maneras y luego de su lesión no ha podido ser un hombre que ayude a la escuadra poblana. Sin embargo, este equipo tiene algo que faltaba desde hace mucho tiempo: Este Puebla comunica y lo hace porque no se da por vencido, pero además ofrece dosis de buen futbol, buscando atacar por las bandas, sin necesidad de caer en una posición ultradefensiva, signos de identidad que ha sido capaz de mantenerlos tanto dentro como fuera del Cuauhtémoc.

Quedan cinco partidos tras la fecha FIFA, de los cuales sólo dos serán como local: El próximo viernes 2 de abril ante el hermano Mazatlán, también en la lucha por la calificación y tratando de alejarse de los últimos lugares de la tabla de cocientes, luego vendrán dos salidas ante Pachuca el 12 de abril y San Luis el 17, para regresar a casa el 23 de abril y recibir a los Pumas en lo que puede ser un duelo directo por llegar a la liguilla; se cerrará en Torreón ante Santos el 2 de mayo, es decir, es un calendario complejo por lo que Nicolás Larcamón deberá aprovechar estos días de la fecha FIFA en los que contará con todo el plantel para apretar las tuercas en sector defensivo, sobre todo, en esas jugadas de táctica fija que le están haciendo daño al equipo camotero.

Este partido se recordará con el paso del tiempo como se recuerdan el 4-4 contra Pumas en liguilla, el 5-4 contra Santos también en instancias finales, pero el de ayer tiene todos los argumentos que se otorgan cuando se habla de épica: Un buen inicio, un gol en contra, un penal sancionado en contra, quedarse con 10, ponerse 0-2 en la cancha más complicada históricamente hablando para empatar en cuatro minutos, luego volver a caer en desventaja, empatar con otro tipo de jugadores y ya sin los que más luces ofensivas han dado como Fernández y Ormeño, volver a ponerse abajo en el marcador tras un error de uno de tus hombres más seguros y a pocos minutos de la finalización y nuevamente alcanzar. Es un partido de los que crean afición (algo tan necesario por estos lares) como aquellos señalados líneas arriba, o los duelos setenteros y ochenteros contra el América, o bien el 3-2 ante la U de G del 11 de febrero de 1979 cuando en casa se perdía 0-2 con los goles de Nené y Eusebio, pero en ocho minutos le dio la vuelta con los goles de Silvio Fogel (qepd) al 84 y 88, así como de Rodríguez Beltrán al 92. Sin olvidar la única vez, antes de ayer, que el Puebla le había metido cuatro al Toluca en “La Bombonera”, el 18 de mayo de 1980 cuando ganó 4-3 en otro partido loco.

Picolé adelantó a los poblanos al 22, Muricy hizo el segundo al 50, Ricardo Brandón acercó a los Choriceros al 58, Héctor “Tito” Rosete puso el 3-1 al 64, pero un minuto después Morris Ruiz mantuvo en la pelea a los locales, Muricy marcó su segundo gol de la tarde de penal al 79 y Roberto Aldrete al 83 mantuvo en la pelea a los Diablos (datos del libro “Historia con Goles de Emmanuel Couttolenc, qepd).

Esta generación de poblanos ya tiene un partido digno que contar: La tarde en que su equipo con diez hombres fue capaz de venir de atrás en tres ocasiones para empatar en Toluca y recuperar algo del orgullo perdido.

 





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