La Grilla

Columna | Reconstruir el tejido social

Por Héctor Manuel Pérez Cuéllar

11 noviembre, 2021 1:48 pm




La historia de nuestro País, está llena de vivencias de personas que han estado en la violencia muy de cerca, por lo menos en los últimos 40 años ha sido una constante, de ver el deterioro de México, la criminalidad, la violencia y la impunidad; en ello, no han tenido éxito los tres órdenes de gobiernos, para rescatar el Tejido Social de nuestro País.

El Crimen Organizado, es la amenaza más difícil de combatir en cualquier rincón, esta criminalidad se traduce a las pequeñas poblaciones de nuestros Estados de la República, con ello el deterioro del Tejido Social, es más que evidente, la violencia a su paso, deja una estela de daños materiales e inmateriales, la construcción de los escenarios de paz, son de suma urgencia, la secuela que deja los conflictos de los grupos criminales, obliga al Estado, a recuperar el Tejido Social.

El aumento del consumo de las drogas, hoy enfrenta un consumo valga la redundancia de las drogas sintéticas, los cambios en la producción de estas drogas, precisa que, en cada Municipio, se tenga Políticas de Reconstrucción del Tejido Social; pero donde partir, para que sea exitosa, dicha operación gubernamental, en todo conflicto existen ofensores y ofendidos, en ello salen a relucir las armas, la presión de la criminalidad a una sociedad principalmente a los jóvenes, se hace evidente y cotidiana.

Toda guerra, tiene dos protagonistas, víctimas y victimarios, en ese orden las víctimas no siempre son directas, es decir, el impacto emocional que se produce en las familias de cualquier víctima y de su entorno, vecinos, conocidos o de simples espectadores de los hechos violentos, pueden generar secuelas de episodios de ansiedad, estrés postraumático, depresión, fobias, que afectan al desarrollo humano.

La re-victimización, de los afectados se ve evidente en el querer dar a conocer su historia, como un grito de Justicia, con ello han crecido colectivos ciudadanos, en pos de ayudar a estas víctimas, que no son escuchadas por la Autoridad, que más se ocupa, en contrarrestar la violencia con contención con el mismo perfil de violencia y, no de prevención; luego esos líderes colectivos, se convierten en voceros de una población víctima de la violencia, y en ello, generan un apoyo para recuperar el Tejido Social perdido y, no atendido por el Estado.

Los eventos multifactoriales de violencia, contra la Sociedad, colocan a las comunidades en la vulnerabilidad de su bienestar e integridad, ya sea de corto, mediano o largo plazo, es decir tienen repercusiones que van más allá de lo individual y, cuyas consecuencias, traspasan las barreras de lo personal y afectan a comunidades enteras, y así lastimosamente, se deteriora el Tejido Social, o en muchos de los casos acaba con las poblaciones, causando un desplazamiento social.

Tales acciones, han generado procesos participativos en diferentes regiones de México, los cuales, en primera instancia, las victimas apoyan a dar a conocer su caso ante las Autoridades, para que se tomen en consideración, los ejemplos vertidos y corregir el rumbo de las acciones gubernamentales ante la Sociedad.

La memoria histórica, está relacionada con el ejercicio político, donde se puede analizar la participación de los colectivos sociales en beneficio de determinado sector social, así el trabajo conjunto Gobierno-Sociedad, aglutinan opiniones y acciones que lleven a recuperar el Tejido Social, sin distingo alguno.

También está, la posición en la que queda la víctima dentro de la Sociedad, porque es frecuente escuchar, cuando es asesinado alguien, quien sabe en que estaba metido, y por eso le paso lo que le paso; entonces la re-victimización, se hace evidente, y así que en el mayor de los casos es inocente, ya queda estigmatizado, juzgado y acusado como un delincuente que merecía lo que le ocurrió.

Está memoria histórica, contiene la verdad y sirve para entender, porque de los actos violentos, el acompañamiento de la Autoridad, con medidas Jurídicas, con el conocimiento Social y Psicológico, que permiten llegar a tener acuerdos, para la recuperación del Tejido Social, donde la víctima es reconocida y, el victimario es juzgado y resocializado, de una manera efectiva, ante una sociedad que, por la exagerada violencia, tiene deseos de venganza, más que la readaptación de estos individuos.

Así pues, la Reconstrucción del Tejido Social, a partir de la memoria histórica, viene de un proceso a través de los años, no considero, que no se pueda realizar, todo es posible, los ensayos que existen alrededor del mundo, nos alimentan para realizarlo.

Un ejemplo más que exitoso, es en Palermo Italia, la mafia siciliana perpetró durante los 80s, infinidad de crímenes, la teoría de la Cultura de la Legalidad de Leoluca Orlando, logró disminuir sustancialmente los homicidios cometidos, hoy en día es una experiencia que se comparte alrededor del mundo; México, no ha tomado en serio la teoría, pues su actuar se limita a tener resultados policiales, en vez de transitar a una cultura de la Legalidad.

Las libertades sin regla, la Seguridad con el matiz de no respetar los Derechos Humanos, cuerpos policiales mal orientados en su indispensable profesión al servicio del ciudadano; nos tiene en un desafío Institucional, donde las escaladas de los Grupos Criminales, desatan actos de Terrorismo, con un alto deterioro del Tejido Social, así como sucedió, en la operación del trabajo conjunto en Palermo, y se le conoció como “El Renacimiento de Palermo”, así se puede tener “El Renacimiento de México”.

       “En esta vida hay que morir varias veces para después renacer. Y las crisis, aunque atemorizan, nos sirven para cancelar una época e inaugurar otra”. (Eugenio Trías)  

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