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Opinión | El fútbol mexicano está en crisis

Por Antonio Abascal

8 junio, 2020 12:59 pm




La semana pasada alguien  en el Facebook de Puebla Deportes preguntaba por qué escribía acerca del equipo femenil de Monarcas Morelia y su súbita desaparición. La razón es que a partir de lo que ha sufrido el tradicional equipo michoacano, ahora casi nadie (los equipos de Monterrey, las Chivas, América, Pumas, Cruz Azul y los del Grupo Pachuca) puede estar tranquilo con la permanencia de su equipo porque los dirigentes de la Liga Mx abrieron la caja de Pandora y ahora todo dependerá de que el dueño de un club no reciba una oferta tentadora por parte de un gobernador con deseos de sobresalir para que ese club empaque y se mude sin importar la afición respectiva.

Tras la noticia de la mudanza de Morelia toda la semana sonó la posibilidad de que el Querétaro pasara a formar parte del Atlante que así buscaría un regreso a la capital de la República y también su reaparición en el máximo circuito, algunos periodistas como Ignacio Suárez han afirmado que ese movimiento ya no dará tiempo para este ciclo, pero que se estarían dando los primeros pasos para consumarlo en el siguiente, con lo cual nuevamente Querétaro perdería a un equipo, ahora que parecía que habían logrado consolidar a los Gallos.

Por su parte la U de G envió un comunicado donde pide explicaciones a la Liga MX y a la Federación Mexicana de Futbol porque primero le aseguraron que la liga crecería a 20 equipos por lo que empezó a trabajar en un proyecto para ser uno de los dos equipos escogidos para incrementar el cupo y luego ya no hubo respuestas, por lo que fueron a ver a Enrique Bonilla, quien con las manos en  la cintura, les dijo que ya no se iba a dar ese aumento a 20 equipos y que su único camino era comprar una franquicia de los grupos que tienen multipropiedad, que otra vez, se intentará erradicar ante el comentario de doña FIFA. Los grupos con multipropiedad son Pachuca con los Tuzos y el León, “Caliente” con Tijuana y los ya comentados Gallos Blancos, Orlegui con Santos y Atlas y Azteca con Mazatlán y el Puebla de la Franja, por lo que ahora esos equipos serán los primeros destinados a recibir ofertas.

La contestación de Bonilla revela lo que han convertido al futbol mexicano. Un futbol sin proyectos a futuro en el que un día se les ocurre jugar con 20 equipos y pocos días después deciden mantenerse con 18, donde predomina el afán por los negocios antes que el deporte, donde no importa desarrollar el futbol, sino temas mercantilistas como apoyos, ganancias e intereses. En sus justificaciones para crear una certificación a los equipos en la liga de ascenso dijeron que muchos de ellos dependían de la inversión gubernamental y que ya no querían eso sino empresarios fuertes que no buscaran y necesitaran de esa injerencia; sin embargo, a las primeras de cambio se les olvidó y permitieron la llegada de Morelia a Mazatlán, lugar donde es muy clara la intervención del Gobierno de Sinaloa.

Mientras eso sucede en la Liga MX, que cuenta con el aval de FIFA, un grupo de ex jugadores entre ellos Carlos Salcido y Ramón Morales, ha arrancado la Liga de Balompié Mexicano que iniciará sus acciones en octubre y que ahora está en la etapa de admisión ya que muchos equipos han preguntado para jugar en una liga donde ya se sabe habrá dos equipos en Veracruz, uno en Naucalpan, otro en Ensenada y podría haber dos en Puebla. Precisamente se habla del regreso de Lobos BUAP por esa vía y de Morelia y por ello algunos se muestran ilusionados en que esta nueva liga sea el escenario para aprovechar la pasión que la otra liga desechó y además sea un escenario para el crecimiento serio de proyectos deportivos. Sin embargo, se olvidan de dos aspectos fundamentales para el crecimiento de los equipos que participen ahí.

El primero de ellos es la materia prima, sin jugadores de calidad no hay posibilidades de ofrecer un producto que llame la atención fuera de ese morbo de aprovechar plazas maltratadas por la Liga Mx. La mayoría de jugadores que llegará a los equipos serán de la liga de ascenso con lo cual se corre el riesgo de convertir a esta nueva liga en un cementerio de futbolistas que llegarían para finalizar sus carreras y de esa forma se estaría poniendo en entredicho la calidad de juego que se pretende ofrecer.

Junto a esta problemática está la de ser una liga marginal en el sentido de carecer del aval de FIFA ya que el organismo internacional sólo avala una liga por país para trabajar de acuerdo con lo que marque la Federación de cada país. De tal manera, FIFA avala a la Liga MX, por lo que la nueva liga nacerá sin un aval internacional que le dé certidumbre en el mercado de fichajes internacional y no podrá participar en torneos internacionales por lo que las posibilidades de roce y crecimiento prácticamente serían nulas.

Otra gran duda sobre la liga de reciente creación es el número de equipos que pretenden aceptar para arrancar actividades: 26 equipos parecen muchos para un nuevo circuito, justamente cuando a cuatro meses del inicio sólo hay siete que ya han sido confirmados: Ensenada, Piratas de Veracruz, el Club Veracruzano Futbol Tiburón, los Jaguares de Jalisco, Chapulineros de Oaxaca, Toros Neza, Industriales de Naucalpan, Faisanes FC y Acapulco FC, por lo cual quedan 19 espacios para que los equipos interesados cumplan con el cuaderno de cargos para lograr su participación en un primer certamen, que dentro de las buenas ideas, sería largo y a puntos para definir al campeón.

A favor de la nueva liga hay que decir que son ex jugadores los que están al frente del proyecto y que han llegado otros a encabezar los proyectos deportivos como Ramón Ramírez en Ensenada, sin embargo, tendrán que trabajar mucho para demostrar que verdaderamente son capaces de desarrollar una liga con más seriedad que la tradicional en el futbol mexicano, sin embargo, un servidor prefiere ser como Santo Tomás, es decir, “hasta ver, no creer” y, al contrario, tanto lo que pasa en la Liga Mx como los primeros pasos de esta nueva liga me parecen que son señales de la crisis del futbol mexicano, una crisis ocasionada por los dirigentes y que a mediano y largo plazo puede desencadenar problemas de resultados para la selección nacional ya que hablando de la falta de planeación de la Liga MX hay que recordar que se eliminó la tabla de menores y que ahora la llamada liga de desarrollo se jugará con futbolistas sub 23, pero todavía no hay oficialización al respecto y mañana se les puede ocurrir otra cosa.

La crisis es real y poco a poco el nivel de juego resultará afectado debido a que están eliminando la competitividad primero con la eliminación del descenso y ascenso y luego con la propuesta de aumentar a los equipos clasificados a la liguilla ya que ahora se meterían 10 y estaría renaciendo el repechaje para que 10 de 18 equipos se metan a la lucha por el título en otro golpe a la competitividad. Así, mientras una liga sólo cuida el interés de las televisoras (que ya dieron su visto bueno a la propuesta para tener más juegos), la otra deberá ganarse su credibilidad en el terreno de juego aunque 26 equipos para iniciar un proyecto parecen ser muchos.





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