El próximo jueves arranca el Apertura 2021 con el duelo Querétaro vs América en “La Corregidora” luego de que ayer Cruz Azul se coronara en el “campeón de campeones” al vencer 2-1 al León, en un juego en el que los ex del Puebla de la Franja, Omar Fernández ingresaron como revulsivos en la escuadra guanajuatense y en el que Santiago Ormeño marcó su primer gol como esmeralda.
En el caso de la escuadra camotera iniciará su camino en Monterrey frente a los Rayados de Javier Aguirre pero con la misma etiqueta de las campañas pasadas: Como una incógnita, eso sí con la vara muy alta tras haber sido la revelación del torneo anterior y haber alcanzado las semifinales lo que significó el reencuentro con la afición poblana que desempolvó su pasión por una escuadra que siempre dio la cara, ofreció buen futbol y supo comunicar en la cancha.
Para este torneo el Puebla perdió piezas claves como los mencionados líneas arriba, como Salvador Reyes (quien empieza a saborear las mieles de jugar en un equipo mediático ya que fue convocado al “juego de estrellas” contra la MLS), como Maximiliano Perg quien se había convertido en el líder de la defensa; llegaron el mediocampista chileno Pablo Parra, el venezolano Fernando Aristeguieta y el joven defensa central, Ramón Juárez como los refuerzos reconocidos por el técnico Nicolás Larcamón porque aunque llegaron otros jugadores jóvenes de la cantera del Pachuca el timonel argentino señaló que ellos no pueden llevar la etiqueta de refuerzos porque primero deberán hacer un trabajo para consolidarse. Esas bajas y un mercado muy limitado generan que el Puebla vuelva a estar instalado en ese departamento de las incógnitas para el próximo torneo.
A favor tiene contar con un cuerpo técnico que ya demostró su capacidad el torneo pasado, que fue capaz de mantener a jóvenes en crecimiento como Israel Reyes y Maximiliano Araújo, así como el trabajo de una directiva, que con sus bemoles, ha demostrado capacidad para solventar las bajas con jugadores capaces.
Hace seis meses había mucha preocupación en el entorno mediático por las salidas de hombres importantes como Vikonis, González y Martínez y el equipo encontró respuestas con el trabajo de Larcamón y el nivel por encima de lo esperado de varios futbolistas.
Es decir, tanto el cuerpo técnico, los jugadores que se quedaron en el plantel como la propia directiva se ganaron un crédito que empezaran a poner en juego a partir del próximo domingo. En contra está una pretemporada sui generis donde se tuvo que afrontar un brote de COVID-19 que evitó que se pudiera realizar la gira por Estados Unidos y más partidos de preparación por lo que sólo tuvo dos de preparación; entre los argumentos en contra algunos podrían señalar el duro calendario ya que en el primer mes de actividad visitará a Monterrey, recibirá a las Chivas, viajará a la ciudad de México para medirse al América, recibirá a los Tigres y a Tijuana para cerrar el primer lote de seis juegos con una nueva visita a la capital para medirse a Pumas.
Es decir, en un mes deberá afrontar a los dos regiomontanos y a los dos más mediáticos, aunque algunos miembros de la directiva como Carlos Poblete han expresado varias veces que prefieren enfrentar a los poderosos al principio cuando todavía no están tan finos y cabe recordar que el torneo pasado los Camoteros tuvieron un inicio de temporada muy parecido con visitas a Cruz Azul y América en el Azteca.
Todo lo que se escriba o diga en torno a las posibilidades poblanas en el Apertura 2021 pertenece al área de los supuestos; el Puebla dependerá de la rápida adaptación de Pablo Parra, del nivel físico de la plantilla, del nivel de Aristeguieta para ser el hombre gol del equipo, de los ajustes del cuerpo técnico para volver a sorprender, pero la realidad es que pese al brote de Covid-19, el Puebla tiene a su favor otra pretemporada en la que se ha trabajado con seriedad, donde los jugadores llegaron ya firmados al inicio de la campaña, en donde el técnico pudo contar con la mayoría de sus futbolistas un buen tiempo para afinar los detalles que veremos a partir del próximo domingo.
Los compromisos para esta plantilla serán mantener una idea de juego, mantener la intensidad que demostró la campaña pasada para recuperar el balón, seguir siendo competitivo, es decir, como lo definió su técnico en liguilla: Ser el Puebla. Repetir un torneo como el pasado luce muy difícil, pero la mayoría de estos jugadores y el cuerpo técnico ya han demostrado su capacidad, por lo que nuevamente el equipo de la Franja deberá concentrarse en la frase “partido a partido” que tan buenos resultados ofreció el semestre pasado.
Por su parte el Puebla femenil debutó ya en el Apertura 2021 y lo hizo con una victoria de 3-1 sobre León en la que exhibió cualidades olvidadas en los semestres anteriores: Mayor dinámica, capacidad de reacción, una mayor resistencia física (lo que habla de que el trabajo en pretemporada fue efectivo) y algunas de las nuevas jugadoras que llegan como refuerzos empezaron a rendir aunque todavía faltan algunas por temas administrativos, como la brasileña Verónica Martins (de apellido ilustre en la historia del Club), además de otras futbolistas que presentan lesiones como Lupita Worbis.
Juan Carlos Cacho mantuvo la línea de tres centrales con las que acabaron la campaña anterior: Dulce Martínez, María José López y Jacqueline Kosegarten, por lo que María Sainz, Jessica Tenorio y Estefany Hernández fueron las nuevas jugadoras que aparecieron en el once titular.
El Puebla femenil tuvo que venir de atrás (una situación que le ha costado trabajo en su historia) por el tempranero gol en contra que marcó para las esmeraldas, Anisa Guajardo por lo que al medio tiempo el estratega poblano movió el banquillo para ordenar los ingresos de Daniela Alcantar en lugar de Dulce Martínez y de Mariam Castro por Kosegarten y la respuesta fue positiva ya que el equipo jugó bien y pudo dar vuelta a la situación con los tantos de Tenorio, Mariana Ramos e Ivonne Najar; en la parte final hubo espacio para los debuts de María del Pilar Aceves quien demostró buenas condiciones y de la poblana, Jaqueline González quien ya hizo su presentación en Liga MX Femenil a los 16 años y 4 meses.
El triunfo ante León es apenas el noveno donde el Puebla anota tres o más goles ya que sólo en su presentación en el circuito el 15 de julio de 2018 pudo marcar cuatro goles para vencer 4-0 al Veracruz en un juego donde Jessica Tenorio marcó el primer gol poblano en Liga MX Femenil y donde también apareció como anotadora Mirelle Arciniega quien se mantiene como titular. El equipo de la Franja no marcaba tres goles desde el 19 de noviembre de 2020 cuando se impuso 3-0 a Juárez con los tantos de Mariam Castro, Jimena Hermenegildo y un autogol de Cindy Caro.
La realidad es que el Apertura 2021 apenas está iniciando, el siguiente compromiso para las poblanas será una buena prueba ya que se visitará al América que repetirá en casa tras haber vencido 2-1 a Santos Laguna con los tantos de Kiana Palacios y Janelly Farías de penal, en un enfrentamiento entre dos equipos que quieren ofrecer una imagen distinta a la de torneos pasados. El Puebla ya ofreció sensaciones diferentes: Más dinámica, capacidad de reacción, una idea de juego clara, la recuperación de la confianza propia de algunas jugadoras como Ivonne Najar y una identidad muy marcada ya que siete de las once titulares son oriundas del Estado y de los cinco cambios dos también nacieron en la entidad.
Así mientras el Puebla de la Franja varonil tiene crédito por lo que el cuerpo técnico y los jugadores lograron la campaña pasada, el Puebla femenil arrancó el Apertura 2021 con buenas sensaciones y con la idea de ofrecer una cara muy distinta a la de torneos pasados donde la falta de exigencia hizo que buenas jugadoras se tiraran a la hamaca y donde todo se dejó a la inercia; ahora parece que este proyecto que encabeza Juan Carlos Cacho puede volver a generar un buen futbol y un equipo competitivo.
