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Detuvieron al mafioso más buscado de Italia

Guillermo Hidalgo

Una de las noticias más desapercibidas en estos días ha sido, a su vez, una de las más importantes para los estudiosos de la seguridad. Y es que, después de 30 años de mantenerse prófugo, Matteo Messina Denaro, el mafioso más buscado de Italia y líder de la Cosa Nostra, fue detenido en Palermo en el marco de una importante operación en la que participaron cientos de policías y carabineros especializados.

El padrino de la mafia figuraba en la lista de los criminales más buscados del mundo como líder de la poderosa organización criminal Cosa Nostra, especializada en el tráfico de drogas, prostitución, extorsión y lavado de dinero. Esta organización criminal sentó bases para muchas organizaciones criminales en todo el globo, desde pandillas, organizaciones de crimen organizado, hasta narcotráfico.

El rostro del líder mafioso era casi desconocido y para lograr su aproximación física se basaron en reconstrucciones hechas a través de computadoras, lo anterior, ya que eran pocas las fotografías que las autoridades italianas tenían del rostro de Messina.

Messina Denaro, de 60 años de edad, fue conocido por su extrema maldad, se jactaba de poder “llenar un cementerio” entero con sus víctimas, se encuentran, entre ellas un adolescente, hijo de un mafioso arrepentido, al que ordenó disolver en el ácido.

“El capo de los capos”, como lo llamaban, remplazó a Salvatore “La Bestia Riina”, arrestado en 1993 y fallecido, dentro de prisión en  noviembre del 2017.

Se sospecha también que el líder de la mafia siciliana ordenó los atentados de 1993 en Roma, Milán y Florencia que causaron la muerte de 10 personas pocos meses después de que Cosa Nostra asesinara a los jueces antimafia Paolo Borsellino y Giovanni Falcone en ataques similares. Este último considerado el padre de lucha contra la delincuencia transnacional. Ya que fue él quien empezó una lucha frontal en contra de la Cosa Nostra a través de acciones jamás vista contra la mencionada organización, cuyo objetivo era congelar los activos fruto de las acciones delincuenciales de los criminalles, lo que derivó en el llamado “Maxi Proceso”. 

Este, fue un proceso penal que tuvo lugar en la ciudad de Palermo, Sicilia a mediados de los años 80 en el que fueron declarados culpables cientos de acusados por una multitud de delitos relacionados con actividades mafiosas, basadas principalmente en el testimonio de un antiguo jefe convertido en informante.

El éxito del juicio propició que otros acusados testificaran en contra de sus antiguos socios. Este proceso habría provocado un notable descenso en el tráfico de estupefacientes y una fractura de la alianza entre las familias mafiosas americanas y sicilianas basándose en lo que entonces se conocía como La Ley RICO (Racketeer Influenced and Corrupt Organizations Act, por su acrónimo en inglés) una ley federal en Estados Unidos dictada en 1970.

Este hecho sentó las bases de lo que después se conoció como la Convención de las Naciones Unidas Contra la Delincuencia Organizada Transnacional, coloquialmente conocida como la Convención de Palermo (por el lugar donde esta se llevó a cabo en el año 2000)

Tal y como declaró el presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, este hecho es “Una gran victoria del Estado, que demuestra que no hay que rendirse ante la mafia”. Lo que que, para el caso de México, e incluso Latinoamericano, demuestra que, sean abrazos o balazos la ley debe imperar

El último padrino de Cosa Nostra, que era un capo despiadado e invisible, lideraba una organización multimillonaria gracias a sus ramificaciones en varios sectores.

Con su detención no ha caído la mafia, que hoy en día es una organización rica y sanguinaria, que reparte dinero a su gente y remplaza al Estado, con cómplices en la política y entre empresarios.

A casi 40 años de ese Maxi Porceso, a más de 20 de la Convención de Palermo, se han hecho pasos significativos en la lucha de la delincuencia organizada transnacional pero aún falta mucho camino por recorrer. Esta detención es bueno momento para recordar a todos aquellos que han perdido la vida a causa de este flagelo social policías, militares, autoridades civiles y ciudadanos en general.

También es importante el ver las similitudes en cuanto el Modus Operandi y el Modus Vivendi de quienes tienen al crimen como su profesión. A días de haber pasado el Día de Martin Luther King, quisiera parafrasearlo: Yo tengo un sueño…pero ese sueño es que entendamos que el flagelo delincuencial va más allá de regiones, fronteras y estratos sociales, va más allá de política, e cambio está en nosotros.

hidalgomontes@gmail.com

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