Vestigios de muros de piedra y pisos de cal y arena, que corresponden al menos a dos etapas constructivas de un teocalli
Lo que era un creencia popular entre los pobladores de Atlixco, transmitida de generación en generación, fue confirmado por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) quienes hallaron vestigios de un templo prehispánico o teocalli, localizado en la cima del Cerro de San Miguel.
Los vestigios de muros de piedra y pisos de cal y arena, que corresponden al menos a dos etapas constructivas de un teocalli, fueron hallados en las obras realizadas por el Gobierno del Estado y el Ayuntamiento de Atlixco para renovar la iluminación de la capilla de San Miguel Arcángel, así como la rehabilitación de andadores y miradores.
Los arqueólogos encontraron capas gruesas de rellenos constructivos hechos con piedras y tierra.
“Estos rellenos fueron un esfuerzo de los pobladores del antiguo señorío de Cuauhquechollan –nombre nahua de Atlixco, el cual significa ‘el lugar del águila del plumaje precioso’ – para nivelar la cima rocosa de este monte de origen volcánico, el cual tiene una peculiar forma piramidal”, detalló el INAH.
Ahí se recuperaron fragmentos de vasijas de barro, herramientas y ornamentos de piedra que datan del primer milenio de nuestra era.
Sin embargo, aún no se ha determinado a qué deidad estaba dedicado el templo, toda vez que de acuerdo a la tradición oral de Atlixco puede tratarse de Quetzalcóatl, Tláloc o Macuilxóchitl.