Política

Delincuencia y Terror Digital 2.0

Por: Guillermo Alberto Hidalgo Montes

15 marzo, 2019 12:32 pm


El Internet es la ventana al mundo de la información así como a la globalización rompiendo fronteras para interconectar a la humanidad entera. Sin embargo, esta herramienta es diariamente utilizada por organizaciones delincuenciales así como grupos extremistas de todo tipo para operar, distribuir propaganda, comunicarse con sus seguidores e incluso reclutar. Gracias a la democratización tecnológica, hoy en día, los sitios web son creados, operados y mantenidos a un muy bajo costo, garantizando así, comunicaciones en un entorno multimedia de forma anónima e instantánea, además de proporcionar la gran ventaja de escapar a la censura o de otras formas de control gubernamental. El potencial operar, difundir imágenes y discursos en la red es prácticamente ilimitado, y a la facilidad de emitir mensajes globales se han sumado grados de sofisticación  y crueldad en el operar que han alcanzado niveles insospechados y nunca antes vistos.

Los comunicados, fotografías y videos que difunden las agrupaciones delincuenciales así como armadas suelen producir un efecto de impotencia en la sociedad, que nada puede hacer con lo que lee o ve en esos mensajes enviados desde la clandestinidad tales como enfrentamientos entre cárteles de las drogas, ejecuciones realizadas por grupos fundamentalistas de cualquier corte ideológico o mensajes de propaganda de grupos radicalizados.

En este contexto corremos el riesgo de generar el caldo de cultivo para que niños y jóvenes se anexen a grupos delincuenciales ya sean semi organizados u organizados o se radicalicen convirtiéndose en miembros de grupos terroristas o peor aún, en lobos solitarios, trayendo consigo terror e inseguridad en comunidades y regiones enteras.

Esto va más allá de querer censurar el Internet, los gobiernos hacen esfuerzos muy grandes para poder contener y atacar estos riesgos digitales, pero ¿Qué podemos hacer como ciudadanos comunes y corrientes? Lo primero es entender que la educación en casa es cimiento para generar ciudadanos integrales, después educar a nuestros hijos de cómo usar las herramientas digitales de forma responsable, esto reduciría la probabilidad de ser víctima de delitos como extorsión, enganchado/a para el delito de trata de personas en cualquiera de sus modalidades, fraude digital, robo de identidad, entre otros. Por último no compartir actos violentos dentro de las redes sociales ya que una de las metas de éstos grupos es utilizar las ventajas del ciberespacio antes mencionadas para impactar al mayor número de personas posibles con el fin de reclutar posibles miembros y crear zozobra para evitar que la ciudadanía trate de enfrentarlos, como reza una de las estrategias más antiguas del terrorismo: “matar a uno para espantar a cien mil” y como si fuera poco, empiezan a formarse, cual bolas de nieve, cientos de noticias falsas o sobredimensionadas provocan histeria colectiva y un estado de vigila exagerada que puede llevar hasta linchamiento de probables responsables de un delito o de inocentes en el peor de los casos.

hidalgomontes@gmail.com

 





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