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Opinión | Lecciones del deporte

Por Antonio Abascal

12 octubre, 2020 4:42 pm




Rafael Nadal conquistó su décimo tercer Roland Garros, su título 20 de Grand Slam para igualar con Roger Federer como los máximos ganadores, lograr su victoria 100 de 102 partidos disputados en el torneo parisino y lo hizo ante el número uno del mundo, Novak Djokovic (uno de los dos únicos jugadores que pueden presumir haber derrotado al balear en la arcilla de la capital francesa), tras imponerse con rotundidad por 6-0, 6-2 y 7-5. El propio Nadal reconoció que las condiciones climáticas en París no eran las ideales para él y para su juego pero selló otro torneo en el que no cedió un set y en el que tuvo que enfrentar a tenistas que estaban en mejor ritmo ya que habían participado en el US Open.

Roland Garros coronó a sus campeones a pesar de que la segunda ola de la pandemia en Francia ha obligado a cancelar algunos eventos deportivos como las ligas regionales de futbol femenil, donde juega Jacqueline Vitte (quien fue estudiante de la Universidad de las Américas Puebla y donde las autoridades sanitarias francesas han impuesto otra vez medidas sanitarias en las calles, medidas que afectan a los bares, restaurantes y hoteles que lo están pasando mal, según contaba a un servidor la propia Jacqueline). Pese a ello, el abierto francés pudo tener a mil espectadores que atestiguaron la cita de Nadal con la historia y antes vieron coronarse en las damas a una joven polaca de 19 años, Iga Swiatek, que también se coronó sin perder un set y apenas cedió 28 juegos en el torneo, cerca de los 20 que sólo concedió Steffi Graf en 1988, el año de su Grand Slam dorado.

El domingo fue un día de marcas ya que Nadal igualó a Roger Federer como los tenistas más ganadores en la era del Grand Slam al llegar a 20 y de inmediato el suizo envió un mensaje para felicitar al español y dejar en claro lo que es el deporte: “Como mi mayor rival durante muchos años, creo que nos hemos empujado mutuamente para convertirnos en mejores jugadores…espero que 20 sea sólo un paso más en nuestro viaje conjunto”, lo que demuestra que las grandes rivalidades suceden en el terreno deportivo pero fundan un respeto entre verdaderos deportistas y deja claro que el suizo ya piensa en su regreso para buscar un 2021 de títulos y el reto de ganar la medalla de oro en los singles de Tokio 2020, el certamen que le hace falta ya que Nadal ya la consiguió.

Federer tuvo tiempo de felicitar al equipo de Nadal para dar otra lección. En un deporte individual como el tenis, ningún resultado se puede conseguir sin la ayuda de un equipo, sin el trabajo de los entrenadores, de los fisioterapeutas, sin el apoyo familiar. Y en ese sentido, la presencia de Carlos Moyá en el entorno de Nadal ha significado un nuevo impulso, la posibilidad de reinventarse tras un período de varias lesiones, lo que habla de que el mundo del deporte es multidisciplinario y por cada gran atleta que nos atrapa hay muchas personas detrás de ese atleta o de esa deportista. En el deporte se puede tener capacidad individual, pero hoy más que nunca los equipos multidisciplinarios pueden potenciar a los atletas.

Otra marca que se igualó fue la de Lewis Hamilton quien con su victoria en Alemania llegó a 91 triunfos en Grandes Premios para alcanzar a Michael Schumacher justamente en su tierra y además acrecentó la diferencia para buscar el séptimo campeonato mundial de pilotos lo que también lo equipararía con el alemán. Hamilton escribió en sus redes sociales: “Me siento honrado en ser mencionado en el mismo lugar con un  piloto como Michael. Lo que sucedió hoy sobrepasa lo que podría haber soñado, no tengo más que pura admiración por Michael y siempre lo he catalogado como uno de los mejores”, para después dar gracias a su escudería y a los aficionados, en una nueva demostración de la importancia del trabajo en equipo.

Los Lakers de Los Ángeles se impusieron en seis juegos al Heat de Miami para alcanzar su décimo séptimo título de la NBA (una liga que tuvo éxito al finalizar su temporada sin casos positivos de Covid-19 a partir de reiniciar en la burbuja de Orlando), para alcanzar a los Celtics de Boston como las franquicias más ganadoras del baloncesto estadounidense luego de que en 1986 la ventaja para los de Boston era de 16-9.

El triunfo angelino refuerza la resurrección que la ciudad ha experimentado en materia deportiva ya que los Dodgers en el beisbol han vuelto al protagonismo, regresó la franquicia de los Carneros y ahora han vuelto a tener dos equipos de la NFL como sucedía en los 80’s, además de contar con estadio nuevo, ser sede de los próximos Juegos Olímpicos de 2028 y anunciar que contarán con un equipo femenil en la NSWL, llamado Angel City, que cuenta con una poderosa inversión de artistas de cine como Natalie Portman, Eva Longoria o Jessica Chastain, ex jugadoras como Mia Hamm y miembros de la sociedad civil que han generado una gran expectativa y acrecentado la visibilidad para el futbol femenil.

LeBron James sumó su tercer nombramiento de jugador más valioso de las finales, pero es el primero en conseguirlo con tres franquicias distintas: Heat, Cleveland y ahora los Lakers, mientras que Rajon Rondo es apenas el segundo jugador en coronarse con Celtics y Lakers tras Clyde Lovellette quien en 1954 ganó con los Lakers cuando todavía estaban en Minneapolis y posteriormente ganó dos anillos con la franquicia de los Celtics.

El extraordinario fin de semana se cerró con una historia que habla de tesón y de amor al deporte: Alex Smith volvió a jugar en la NFL para el equipo de Washington luego de que hace dos años sufrió una fractura de pierna que no sólo puso en riesgo su carrera deportiva, sino su vida y donde hubo un diagnóstico en el que se le dijo que no iba a volver a caminar. Smith regresó por la lesión de Kyle Allen y tuvo una ajetreada tarde en la que fue capturado en seis ocasiones, apenas completó 9 de 17 pases lanzados para 37 yardas, pero tras haber vivido una recuperación marcada por su tesón y por el apoyo familiar ya que sus hijos entrenaban con él, la historia de Smith es para enmarcar y para poner una y otra vez a los jóvenes ya que es una historia de superación y de no dejarse vencer por las adversidades. Washington perdió en el emparrillado, pero fue lo de menos.

Nadal, Hamilton, James y Smith se llevaron el fin de semana, un fin de semana lleno de emociones, un fin de semana de lecciones deportivas y donde otra vez se demostró que el relato deportivo es sinónimo de grandeza y superación; por ello, puede motivar a muchas personas y además ellos con su actitud también nos volvieron a demostrar la importancia del trabajo en equipo, de la humildad, de tener una actitud abierta para seguir aprendiendo y superar las adversidades. Ellos son ejemplares no porque sean perfectos, sino porque lo siguieron intentando tras fallar y no se dieron por vencidos.





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