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Opinión | Con el sello de la casa

Por Antonio Abascal

3 mayo, 2021 7:29 pm




Tercer lugar general, clasificado directamente a la liguilla con el partido de vuelta asegurado en casa (algo que no sucedía desde el repechaje del Verano 2001 cuando la escuadra que dirigía Mario Carrillo recibió al Atlas para empatar a tres en un juego muy emocionante y garantizar su boleto a Cuartos porque en Guadalajara había ganado 2-1 y en liguilla no se daba desde el Invierno 96 en las series frente a Toluca en Cuartos donde se empató para avanzar con el triunfo en tierra mexiquense y frente a Necaxa en semifinales donde se perdió), cuarta mejor ofensiva, sexta mejor defensiva, el mexicano con más goles en el certamen – Santiago Ormeño con 9-, el segundo mejor torneo corto en la historia del Puebla, sólo por debajo de los 31 puntos que logró el de la Franja naranja en el Invierno 96, el equipo poblano que menos derrotas sufrió en la fase regular de un torneo corto con tres (igualando al del Apertura 2009 de Sánchez Solá) y estabilidad en la tabla de cociente 2021-2022 donde no arrancará en la parte baja sacando 17 puntos al penúltimo lugar, FC Juárez (90 del Puebla por 73 de los Bravos, quince al Tijuana, catorce al Atlas y trece al Toluca), es el balance que entrega Nicolás Larcamón en su primer torneo en el futbol mexicano.

Podemos agregar que la actual versión camotera sólo perdió un juego fuera de casa y que acumuló ocho puntos más que la versión poblana del Guardianes 2020 que se metió a la recalificación en el décimo segundo puesto para sorprender en penales al Monterrey y avanzar a los Cuartos de Final donde fue eliminado por el León. Ocho puntos más que se traducen en un ascenso de nueve lugares en la tabla de posiciones. Para lograr todo lo anterior, Larcamón apostó por una idea que es la clave para entender lo que ya logró el Puebla: Desde que llegó y hasta ayer tras empatar ante Santos, el timonel argentino apeló a dos ideas generales: Trabajo en equipo e ir partido a partido y un valor: La humildad.

La alineación de ayer en Torreón sorprendió a propios y extraños cuando el argentino dejó en la banca al goleador Santiago Ormeño (que necesitaba tres goles para coronarse campeón de goleo en solitario y dos para igualar a Alexis Canelo) y al capitán Javier Salas que hasta ese momento había disputado todos los minutos del certamen; Daniel Aguilar ocupó el lugar de Ormeño para trabajar en el mediocampo y Diego de Buen ocupó el lugar de Salas. En un juego directo en el que se disputaba la posibilidad de entrar directo a la liguilla o finalizar quinto de la tabla e ir a la recalificación, Larcamón jugó sin centro delantero nominal, un espacio que intentaron llenar Maxi Araújo y Christian Tabó como falsos nueves, sobre todo el primero. Algunos se molestaron con el argentino pero una vez más, Larcamón apostó por la idea de equipo, por el análisis del rival y en la cancha los que ingresaron le respondieron poniendo la misma intensidad que los locales por lo que el juego, sobre todo en el primer lapso, parecía muy revolucionado y hubo muchas fricciones donde el árbitro, Erick Yair Miranda, resultó rebasado ya que se le fueron acciones puntuales incluyendo la segunda tarjeta amarilla a Diego de Buen.

Pese a ofrecer su versión más conservadora, el Puebla no renunció al ataque y tuvo llegadas claras ante el marco de Carlos Acevedo como el balón que se encontró en el área Maxi Araújo cuyo disparo fue repelido por el guardameta local o el disparo de Juan Pablo Segovia que también encontró al guardameta lagunero. La realidad es que el cuadro de la Franja respondió con la misma intensidad que los locales y contó con rendimientos muy altos del guardameta Antony Silva quien realizó tres atajadas de mucho mérito, una de ellas en los primeros minutos y otra en el segundo lapso cuando parecía que el Puebla había controlado la peligrosidad de los locales, con Salvador Reyes sin mucho peso ofensivo pero prodigándose en defensa por la peligrosidad de los atacantes laguneros, de Israel Reyes quien cumplió en dos posiciones distintas como central en un duelo directo con Santiago Muñoz y luego en el segundo lapso para ocupar el lugar de Diego de Buen quien dejó su puesto a Emanuel Gularte quien apareció en la central y también supo responder y de George Corral quien ha ido de menos a más en el campeonato. Araújo tuvo un derroche físico espectacular, al igual que Christian Tabó y Omar Fernández aunque ahora el colombiano no tuvo la claridad acostumbrada.

El Puebla arrancó mejor el segundo lapso, fue minando a Santos Laguna pese a lo cual el cuadro local siguió generando acciones esporádicas pero llenas de peligro, mientras que el Puebla también tuvo ocasiones de gol nuevamente por conducto de Juan Pablo Segovia (de gran partido) y de Daniel Álvarez quien al ingresar estuvo cerca de marcar un golazo pero Acevedo reaccionó para mandar a tiro de esquina.

La mejor noticia más allá de lo numérico ya explicado líneas arriba es que el Puebla volvió a competir, que los jugadores respondieron nuevamente al planteamiento de un técnico estudioso y que mostró que puede jugar distintas facetas y hacerlo bien, pero todo ello se produce porque ha permeado la idea de equipo y la humildad para no oír el canto de las sirenas tras la gran campaña que ha hecho la escuadra camotera. No era un partido para buscar el campeonato de goleo, y el técnico prefirió el interés grupal para finalizar en una posición privilegiada y que, siendo sincero, ni el más optimista de los poblanos se imaginaba porque el equipo de la Franja finalizó por encima de varios equipos más poderosos económicamente y se metió dentro de los cuatro que tendrán una semana de descanso para preparar la liguilla. Tal vez no era la imagen que muchos se imaginaban porque querían ver a Ormeño peleando por el título de goleo, pero había un bien colectivo que lograr y para ello había que apelar a los valores de toda la temporada: Trabajo en equipo y humildad, por eso el empate en Torreón es otra buena noticia ya que se logró apelando a los valores del equipo, mismos que a lo largo de 17 jornadas nunca traicionó.

Ahora Larcamón tiene una semana para recuperar a los jugadores físicamente, para recuperar a Santiago Ormeño del golpe de no jugar en un partido importante y para curar una herida que pudo haberse producido, mientras el repechaje se lleva a cabo con los partidos Santos vs Querétaro (alguna vez final del futbol mexicano), León vs Toluca, Atlas vs Tigres y Pachuca vs Chivas en la casa de los primeros mencionados. El Puebla se puede enfrentar a cinco de estos ocho: León, Atlas, Pachuca, Chivas y Tigres, por lo que no hay forma de medirse a Santos, Toluca y Querétaro en los Cuartos de Final.

El fin de semana también ofreció otra buena noticia ya que Ángel Robles se coronó campeón de goleo en la categoría sub 20 con catorce goles compartiendo el honor con Rubén Hernández de Tijuana (quien justamente le marcó dos al Puebla en el juego de temporada regular). Este título para Robles, en un equipo que se quedó a dos puntos de la liguilla ya que León fue octavo con 26 puntos, por 24 del Puebla, demuestra la calidad que ya existe en las fuerzas básicas que ahora sí ya cuentan con material para nutrir al equipo, a la espera que se le dé continuidad al propio Robles (quien ya forma parte de la selección sub 20), mientras que otros ya son llamados a las selecciones sub 17 y sub 16. Ahora ningún equipo con límite de edad se metió a la liguilla, por lo que la sub 17 no podrá refrendar su campeonato y la sub 20 fue la más cercana pero fue un equipo sin equilibrio ya que no empató, ganó ocho juegos y perdió nueve recibiendo 42 goles en 17 partidos, aunque finalmente también en las básicas se muestran avances.

En la rama femenil, el Puebla finalizó con una victoria de 1-0 sobre el América con un autogol de Ana Lozada, lo que significó evitar el último lugar de la tabla, finalizar en el décimo sexto de la tabla general con 13 puntos, con 14 goles a favor (la peor ofensiva empatada con Tijuana y Necaxa) y 24 en contra, pero si bien se esquivó el último lugar no hay que perder de vista que este es el peor torneo en la corta historia del equipo femenil ya que nunca había sufrido diez derrotas en un certamen, por lo que ya se anunció que Juan Carlos Cacho seguirá al frente del proyecto pero es necesario que el timonel se siente con la directiva y se llegue a un acuerdo de lo que verdaderamente se pretende en esta categoría ya que el Puebla cuenta con jugadoras talentosas pero el equipo se necesita reforzar y, sobre todo, requiere que la directiva se dé cuenta que la Liga MX femenil creció tanto que ya exige un mayor profesionalismo a la hora de estructurar los proyectos. Este Puebla femenil necesita que lo doten de personalidad, de una idea competitiva, pero sobre todo que entiendan que no se puede formar a las jugadoras sino se compite realmente.





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