La basura, un dolor de cabeza
Sin temor a equivocarme la basura se ha convertido en uno de los dolores de cabeza para el Ayuntamiento de Puebla que por cierto acaba de recibir “La Escoba de Oro”, un galardón internacional que reconoce el buen manejo de los residuos sólidos urbanos y los programas encaminados a concientizar a los ciudadanos en torno a la cultura del reciclaje.
En días recientes, sostuve una charla con el coordinador del Servicio de Limpia del Municipio de Puebla, Salvador Martínez Rosales, el tema, la basura y las estrategias que durante su periodo al frente del organismo consolidó para tratar de mantener limpia la Angelópolis, una ciudad que todos los días genera 1,500 toneladas de desechos.
Durante poco más de una hora tomamos café y platicamos sobre los retos que tendrá la siguiente administración en la materia, ambos coincidimos que el problema de la basura no se resolverá con más “Naranjitas”, decenas de barredoras, camiones o con un nuevo relleno sanitario, mismo que por cierto ya cumplió su vida útil, sino con el popularmente llamado “cambio de chip” de los ciudadanos.
Seguramente ustedes recordarán cuando nuestros abuelos o papás todas las mañanas se levantaban temprano y lo primero que hacían era barrer las calles, una acción que sin duda no solo era un buen hábito vecinal, sino que se resumía en toda una acción social que permitía que las colonias de Puebla se mantuvieran limpias y la comuna se enfocaba a barrer calles y camellones, de lo demás se encargaban los ciudadanos, aquellos que hoy, muchas veces, no mueven un dedo para levantar la envoltura que se encuentren en su camino.
Ese es el problema, ahí radicara el éxito de las próximas autoridades municipales, lograr que los poblanos retomen los buenos hábitos y ayuden a mantener limpia una ciudad que por el exceso de basura no solo sufre de una mala imagen, sino también de encharcamientos e inundaciones que durante la temporada de lluvias, todos los días sufrimos en la gran urbe poblana.
