Consulta popular, la gran encuesta
Este uno de agosto, los mexicanos fuimos testigos, otros no, de un ejercicio inédito en la en la historia reciente de México, la famosa consulta popular que en esta ocasión encontró eco entre los actores políticos del país, debido a que hoy somos gobernados, les guste o no, por otra clase política, los de izquierda, los liberales, los chairos pues, aquellos que se oponen a las tendencias de política de derecha pero que piensan que la participación popular deben ser el pan nuestro de cada día, es decir “el pueblo pone y el pueblo quita”: AMLO.
Pero más allá de explicar o discutir si la ley se debe consultar o no, la camisa de once varas en la que se metieron la mayoría de los analistas políticos, otros no tanto, me parece que lo importante es que usted, amable lector, sepa lo que representará para el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, este ejercicio de democracia directa, organizado por primera vez por el Instituto Nacional Electoral (INE) y que garantizó el derecho a opinar a 93.7 millones de ciudadanos, aunque evidentemente no todos lo ejercieron.
Es innegable que la consulta popular que preguntó a los ciudadanos si querían una investigación contra los expresidentes Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña, se ha convertido en una gran encuesta, por cierto, pagada por todos los mexicanos, para el presidente, López Obrador, y que arrojará datos, pero sobre todo números, que serán analizados puntualmente no solo por el mandatario federal, sino por todo su equipo de trabajo, el gabinete y todos, absolutamente todos sus asesores, para saber en dónde están parados, pero sobre todo, que tuercas hay que apretar o incluso sustituir con miras a la próxima consulta popular, es decir la del mes de marzo próximo, la de revocación de mandato.
Y es que, el ejercicio no solo arrojará cuántos mexicanos se inclinaron por el SÍ y cuántos por el NO, con esta simple consulta sabrán el número de mexicanos que aún apoyan al presidente, y los que no por supuesto, sus edades, es decir el voto fuerte para 2024, clase social y en dónde viven para ser exactos, pero, sobre todo, las secciones, electoralmente hablando, donde el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) se ha o no fortalecido.
De esta manera, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ya piensa en el 2024, o ustedes creen que fueron casualidad los destapes que hizo en días recientes, claro que no, como viejo lobo de mar, él sabe que es momento de comenzar a desgastar a los aspirantes, también sabe que es una carrera de resistencia, que muchos se quedarán en el camino, pero antes todos, absolutamente todos, deberán ayudarlo a sortear la revocación de mandato.
Nos leemos en la próxima entrega.
