Las imágenes de la crisis de la Migración, no pueden ser, más impactantes y desgarradoras, nos pintan tal cual somos, en la atención de acciones, que merecen considerar el sentido humanitario, que cualquier habitante de este mundo debe tener, pero nada es más apartado de la verdad.
El tráiler volcado, en la carretera, en el tramo de Chapa de Corzo, la mayor parte de migrantes eran provenientes de Guatemala como lo declara el Embajador de ese País, a diversos medios, así como de República Dominicana y otros Países; en su razón que comenta, era para unirse a la caravana que estaba en dirección a Puebla; realmente que sucedió, obligaron al conductor a que los subieran y después, nada extraño, el conductor perdió el control por exceso de velocidad, y sucedió lo que sucedió.
Hoy lamentamos, una tragedia de más de 50 muertos y decenas de heridos, que marcarán, en los antecedentes en un futuro, la incapacidad del Gobierno, para garantizar el tránsito de migrantes o, en el mejor de los casos, las acciones Políticas y de Control, que generen acciones, para impedir que ingresen a nuestro Territorio, los migrantes sin control.
La ola de Migración, que estamos viviendo en América, es sin precedente,y que, es la más importante que se haya dado en los últimos 50 años, las crisis Políticas y de Seguridad, en los países de Centro y Sudamérica, producto de Conflictos Bélicos, Políticos y Sociales, en su gran mayoría por la falta de trabajo o la pandemia que nos ha carcomido y que es, el Narcotráfico, conducen a la Migración del Hambre, si así, la podemos llamar, pero todos apuntan, a lograr llegar a Norteamérica, como una esperanza de vida digna.
Los Gobiernos desde el nuestro, y todos los demás, no han sabido solucionar tan grave crisis, la desatención de sus actos de Gobierno, tienen a sus Sociedades en un grito desesperado de ayuda, dispuestos a migrar, en un sentido de esperanza de vida, estos factores son entendidos, pero, sin embargo, los efectos en su largo caminar, son diversos y peligrosos.
Los mexicanos, tenemos el derecho de exigir a la Autoridad, que, nuestros derechos Constitucionales, sean respetados, y que, nuestra imagen ante los demás Países, no cambie el sentido de prestigio y vocación, en la atención ante tal crisis que aqueja al Continente, del cual todos somos habitantes, con la firme responsabilidad, del respeto a los Derechos Humanos.
En las pasadas columnas, comente las crisis en las carreteras del País, las formas de contar con Funcionarios encargados de la Seguridad en ellas, primordialmente con amplia capacitación; pero al observar, las escenas de tan grave crisis de Migrantes y su consecuencia, da como resultado,una la falta de la aplicación de la Ley, que solo al poner el primer paso en nuestro Territorio los Migrantes, son intocables, con la bandera de que se les debe de tratar, con observancia de los Derechos Humanos, que defienden Organismos Internacionales.
El Imperio de la Ley, que a los mexicanos nos rige y, que ellos no respetan, causa que la Sociedad, en púbico y en privado, tenga reacciones de enojo e impotencia, que la Autoridad, no sepa aplicar, protocolos de actuación, que resuelvan en forma contundente, la migración en representación de hordas humanas, haciendo el trabajo sucio a nuestros vecinos norteamericanos, y que, los mexicanos paguemos la parte de, enfrentamientos, inseguridad y pobreza causada por la Migración y algo muy grave, el asentamiento, sin control de los migrantes con procesos de trabajo.
Las caravanas, de estos migrantes, se enfrentan a una Autoridad, en la figura de la Guardia Nacional, que son agredidos, humillados y golpeados, sin consecuencia alguna; pensando que, si un mexicano hiciera lo mismo, seria consignado ante una Autoridad competente, la pregunta obligada, toda aquella persona que transite, permanezca o viva en nuestro País, está obligado a obedecer nuestras Leyes, sin distingo alguno, o nos convertiremos todos en Migrantes.
Tenemos unas Fuerzas Armadas, en diversas tareas y acciones de Gobierno, la Migración no es la excepción, la Frontera Norte y Sur, hay presencia para tareas de control, pero como los caminos de México, no hay efectividad, porque decir ello, en el Sur de nuestro Territorio, los migrantes ven a los soldados y los enfrentan sin ningún respeto, en cambio, el nuestra Frontera Norte, los migrantes observan a las Fuerzas de los Estados Unidos y, ni por equivocación, se atreven a ingresar como lo hacen a México.
Las Rutas de Migración, todos sabemos que, en nuestra Nación, los Cárteles de la Droga, las tienen controladas;entonces, como debemos de analizar, el actuar de la Autoridad, como complacencia o complicidad, en ello la falta de Políticas Definidas, exhibimos un Gobierno, de Funcionarios, sin visión de que los mexicanos somos primero y que el apoyo a los demás, es en concordancia a los Tratados Internacionales, y se respetan siempre y cuando, observen la Ley de nuestro País, ni más ni menos.
El restablecimiento del programa de USA, de “quédate en México”, que obliga a los extranjeros a permanecer acá, mientras ellos analizan su asilo humanitario, nos complica en términos de sociedad, lo que conduce a una disparidad del accionar, en forma de acuerdos Bilaterales parejos; que se vea a nuestro País, como en un tiempo se dijo y, causo gran revuelo, porque algún Político menciono que somos “el patio trasero de Norteamérica”, ahora se confirma ello.
El discurso desgastado, de nuestro Presidente, de atender las causas de la Migración, como lo hace en relación al problema del Narcotráfico, la realidad lo rebasa e exhibe, que mientras las Organizaciones Criminales y las desigualdades en los Países de Centro y Sudamérica, crecen los discursos son estériles y sin sentido práctico, no hay mejor enseñanza aquella que, la aplicación de la Ley con firmeza, conduce al Orden Social, y si, nuestros vecinos así lo hacen y muestran; que acaso nosotros, no somos capaces de hacerlo.
“El exiliado mira hacia el pasado, lamiéndose las heridas; el inmigrante mira hacia el futuro, dispuestos a aprovechar las oportunidades a su alcance”. (Isabel Allende)
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