Lo que son las cosas, no cabe duda que en la política el reinado dura poco y tarde o temprano las propias circunstancias del momento terminan por situarte en el lugar que te mereces.
Un claro ejemplo, es el presidente municipal de Tlatlauquitepec, Porfirio Loeza Aguilar, a quien sus homólogos serranos le dicen “El Apestado”, es decir que existe, pero nadie se acerca a él debido a su terrible olor a corrupción.
En el 2021, Loeza Aguilar, llegó por cuarta ocasión a la Presidencia Municipal de Tlatlauquitepec pero ahora cobijado por la alianza MORENA, PT y Verde Ecologista, sin embargo, un año después ni los petistas, quienes en su momento lo impulsaron, quieren saber de él y en la región, el Gobierno Estatal, ya trabaja con otros liderazgos sociales como Juan Manuel Téllez Salazar.
Para muestra un botón, hace dos fines de semana, el alcalde multipartidista, organizó su 1er informe de gobierno del periodo vigente, todo iba muy bien, hasta que se enteró que ese mismo día el Movimiento de Regeneración Nacional, llevaría a cabo su asamblea estatal en la región y los morenistas de peso, obviamente pasarían por alto su evento para acudir al mitin partidista, me dicen que Loeza Aguilar casi llora del coraje.
Pero eso no es todo, el berrinche vino cuando a su principal enemigo político, Juan Manuel Téllez, le encargaron las palabras de bienvenida, así que el joven se encargó de recibir y apapachar al consejero, Julio Huerta y a una de las corcholatas poblanas, Sergio Salomón Céspedes Peregrina; mientras que al mitin de MORENA acudieron cientos de serranos, el informe del edil solo fue escuchado por sus principales colaboradores y los policías que lo cuidan.
Incluso, me cuentan que Téllez Salazar ya consolidó un importante liderazgo en aquella región, tan es así, que frecuentemente sostiene reuniones y logra acuerdos con los presidentes municipales en beneficio de los habitantes de Tlatlauqui, quienes han sido abandonados por el presidente-empresario; además, recientemente su mamá fue nombrada delegada de la Secretaría del Bienestar y en menos de un mes ya apoyó a más personas que el mismo Porfirio en doce.
En fin, próximamente les contaré más historias serranas, mientras aquí le paramos y no olviden recordar a sus fieles difuntos.
