Hace un par de días, en redes sociales soltaron flashazos de una entrevista realizada a Erick Cotoñeto Carmona, quién soltaba frases como “Melitón traicionó” “busco la senaduría”.
De risa por completo sus respuestas, vamos de risa este personaje, que no puso la cárcel por mera misericordia política, presumen algunos.
Erick Cotoñeto, no solo vende espejitos a todo aquel que se acerca.
Vende que es el hombre operador, político electoral, cuando no tiene nada.
Cotoñeto coquetea con el senador, Alejandro Armenta Mier, le guiñe el ojo al diputado federal, Ignacio Mier Velazco.
No es nuevo, la traición, que el sí, manifiesta en su entorno a su gente y a sus amigos.
Cotoñeto está hundido en el poder que tuvo y que lo dejo escapar por sus ambiciones personales, traición contra quién lo hizo un hombre no poderoso, sino ambicioso.
Hoy, este gris y a la vez oscuro personaje, quiere apostarle al olvido político y de la justicia, principalmente, para volverse nuevamente acomodaticio y poder aspirar a algo.
Cotoñeto Carmona, es un personaje político, al que no le puede saludar porque se queda con la mano.
Cotoñeto Carmona, al calificar de traidor a Melitón Lozano, se estaba describiendo así mismo.
Cotoñeto Carmona no es amigo de nadie, ni de Armenta ni de Ignacio Mier, solo vende y lo sigue haciendo espejitos.
Cotoñeto, no trae para ofrecer nada.
Al tiempo.
