Las quemaduras solares son una reacción aguda de la piel causada por la exposición excesiva a la radiación ultravioleta, ya sea del sol o fuentes artificiales.
Estas pueden variar en intensidad dependiendo del tiempo de exposición, el clima y el tipo de piel. Los primeros signos suelen aparecer entre unas horas y hasta 24 horas después de la exposición.
Para prevenirlas, es fundamental usar fotoprotectores con un Factor de Protección Solar (FPS) adecuado, aplicándolos 30 minutos antes de exponerse al sol.
Además, se recomienda vestir ropa ligera de colores claros, sombreros y utilizar sombrillas.
Los síntomas incluyen piel roja y sensible, ampollas, fiebre, escalofríos y náuseas.
Si se presenta una quemadura solar, se aconseja lavar la zona afectada para eliminar partículas adheridas, aplicar agua fría (nunca hielo) y evitar sustancias irritantes como alcohol o ungüentos.
Es crucial no abrir las ampollas para prevenir infecciones y evitar nuevas exposiciones a la radiación ultravioleta.
La prevención y el cuidado oportuno son esenciales para proteger la piel y minimizar los riesgos asociados con las quemaduras solares durante la temporada de calor.
