
Al Club Puebla le Urge Reencontrar su Identidad
“Soy chileno por nacimiento, pero poblano por elección”, presumió Jorge “el Mortero” Aravena, ex jugador histórico del Puebla de la Franja, que formó parte de aquel equipo campeón de liga, copa y campeón de campeones en 1990.
Con una zurda privilegiada, carácter y amor por el club, fue como el exfutbolista chileno se ganó el corazón no solo de un equipo, sino de toda una ciudad, que anhela volver a vivir ese sentido de pertenencia y arraigo por su equipo.

La falta de “gente de casa” en la institución ha generado que se pierda identidad, que por años construyó la afición poblana.
En una reciente entrevista realizada por Sport21 Puebla, Jorge Aravena, fue cuestionado sobre si era de su interés, tomar las riendas del banquillo camotero, tras ver la actualidad que atraviesa el club, a lo que de manera contundente respondió:
“¡Nombre! Es mi gran sueño volver a trabajar al Puebla, en el equipo profesional en la Liga MX”.
El ahora entrenador, también habló sobre la identificación que tiene por la institución. Un concepto del que han carecido las últimas administraciones encargadas del equipo, pues son contados los jugadores que han demostrado cariño por la Franja, las últimas contrataciones, no suelen durar más de dos o tres temporadas.
Esta situación, provoca voltear a ver el pasado y preguntar: ¿Qué ha sucedido cuando “la gente de casa” ha tomado el mando en los diferentes puestos directivos?
El Búfalo se viste de Pantalón largo
Es imposible no hilar la palabra “historia” con el nombre de Carlos Poblete. Para algunos, es considerado uno de los referentes de la franquicia desde su creación.
Al igual que Aravena, el “Búfalo” también formó parte de aquel equipo campeón en el 90. El chileno, posee la distinción del máximo goleador del club, con un total de 83 anotaciones, siendo así, un estandarte y orgullo de todo un estado.

Luego de incursionar durante un par de años en la Dirección Técnica, tendría que pasar alrededor de seis años de inactividad, para que Carlos Poblete, volviera al lugar que tanto le brindó alegrías.
El Puebla, anunciaba la llegada del exfutbolista a mediados del 2020, que ahora fungiría como director de Desarrollo Deportivo, un puesto en que se vería involucrado tanto con el primer equipo, como con las categorías inferiores.
Tras un 2020 con poca actividad futbolística debido a la pandemia, sería hasta 2021 cuando se comenzarían a cosechar los éxitos.
A pesar de que no llegó la tercera estrella, en ese entonces dirigidos Nicolás Larcamón, llegaron incluso a una semifinal, dónde fueron derrotados por el Santos Laguna, pero el equipo, mostró gallardía en todo momento, volviendo las buenas entradas al estadio Cuauhtémoc, así como una armonía que se vivía en conjunto.

Durante la estancia del “Búfalo” como directivo, los camoteros accedieron a siete liguillas de manera consecutiva, desde el torneo Apertura 2020, hasta el Apertura 2023.
Todo parecía miel sobre hojuelas, pues si bien, no se cosecharon los títulos, el equipo de nueva cuenta competía por los primeros lugares, y había hecho de si, una fortaleza el estadio Cuauhtémoc.
Sin embargo, a inicios del 2024 tras una combinación de malos resultados, Carlos Poblete, sería cesado de su cargo, como parte de los movimientos que se vivieron en la reestructuración del club.
De aquella mala temporada en la que se propició la salida del “Búfalo”, el equipo entró en un hoyo, del cual parece no tener fin. Desde el Clausura 2024 a la actual temporada, la institución, firmó una de sus peores campañas en décadas.
Lapuente, el artífice de glorias pasadas
Manuel Lapuente, es otro caso de éxito en el club. “Manolo” jugó como delantero del Puebla en la década de los 60s, siendo un referente del club en la segunda división.
Sin embargo, fue desde el banquillo donde dejó su mayor legado. En dos etapas como técnico del club (1978-1984 y 1989-1993) obtuvo los dos y únicos campeonatos de la franquicia.
La franja de la temporada 89-90, perdurará en los libros históricos del balompié mexicano. “Manolo”, construyó como estratega al equipo “campeonísimo”, ganador de liga, copa y campeón de campeones, así como le dio a la institución su único trofeo internacional (Campeones de la CONCACAF).
El nacido en Puebla tuvo una tercera etapa con el equipo que catapultó su carrera, no obstante, esta no fue brillante como las pasadas, sino, todo lo contrario.
Estuvo al frente en 22 juegos, de los cuales consiguió cinco victorias, ochos empates y nueve derrotas, poniendo así, fin a su carrera como entrenador.

Su última etapa no define la grandeza que dejó en tierras poblanas, pues siempre será recordado, como un triunfador, un hombre que puso en alto al estado Puebla.
Tal fue su éxito con la franja en sus dos primeras etapas, que los logros obtenidos, lo catapultaron a dirigir grandes instituciones como el Club América o el Cruz Azul, así como a la Selección Mexicana.
El técnico que unió a toda una ciudad con un equipo de fútbol
Llegando incluso a entrenar con el primer equipo, José Luis Sánchez Solá, es un ejemplo viviente de lo que es “ser de casa”. El “Chelís” es sinónimo de Puebla.
Nacido en la ciudad y formado en la cultura camotera. Aunque nunca pudo debutar como jugador profesional, Sánchez Solá, tomó el timón del equipo en 2006 y logró el ascenso en el 2007. A lo largo de tres etapas distintas como técnico (2006-2010, 2014 y 2019), se convirtió en el “técnico del pueblo”.

Si bien sus números no siempre lo acompañaron, su estilo, cercanía con la afición y amor por la camiseta, lo convirtieron en símbolo de identidad poblana.
Además, es imposible olvidar ese histórico ascenso a la primera división en aquel lejano 2007. Un estadio Cuauhtémoc en que no le cabía ni un alma más, y que se hizo respetar ante los Dorados de Sinaloa.
Nombres como Jorge Villalpando, Damián “Ruso” Zamogilny o Luis Miguel Noriega, fueron algunos de los jugadores, que bañaron de gloria al club en ese título que los regresaría al máxima categoría del fútbol mexicano. Así como el “Chelis”, que su nombre será imborrable por décadas.

La identificación, siempre ha traído buenos resultados a la institución
Con esto queda demostrado que históricamente, al equipo siempre le ha favorecido contar con gente que se identifique con la Franja.
Si bien existen casos como el de José Manuel de la Torre o Paul Moreno, que los resultados nos los acompañaron o tuvieron etapas muy breves, las estadísticas, no mienten al demostrar que siempre que alguien tiene antecedentes favorables con el club, la mística vuelve y los resultados acompañan.

Incluso el mismo Jorge Aravena, ya tuvo la posibilidad de dirigir al equipo de sus amores, durante el 2005, volvió a Puebla a probar suerte como entrenador. Su misión era devolverle la categoría al equipo, que en ese entonces se encontraba en la segunda división.
En su aventura por México, tuvo una campaña positiva, obteniendo incluso el 66% de efectividad. Sorpresivamente cuando llegó la liguilla, “el Mortero” renunció a su cargo, dejando al equipo solo en cuartos de final.
Aun así, el equipo obtuvo el campeonato del Clausura 2005.
Esta debe ser una señal para la directiva actual. Si quieren volver a tener la identidad, a alguien “de casa” deben contratar.
