Permanecerá en la cárcel los próximos años
Un agente de la Policía Municipal de Puebla ha sido sentenciado a 11 años y 3 meses de prisión tras ser declarado culpable de tortura extrema y fabricación de pruebas contra un ciudadano.
Los hechos ocurrieron en octubre de 2018, cuando el oficial Guadalupe N., acompañado de otro elemento, interceptó a la víctima y su acompañante en vehículos particulares, privándolos de su libertad y trasladándolo a él un lugar aislado.
La Fiscalía General del Estado detalló que el hombre fue sometido a golpes, descargas eléctricas y otros métodos ilegales durante un “interrogatorio” que culminó con fracturas en su clavícula.
Además, fue obligado a entregar dinero en efectivo tras ser llevado a su domicilio. Posteriormente, los policías intentaron incriminarlo con un arma de fuego y narcóticos.
En 2024, la autoridad judicial confirmó la condena tras un análisis exhaustivo de las pruebas, desestimando los intentos de impugnación por parte de la defensa.
El Tribunal de Alzada ratificó la sentencia al considerar que los elementos presentados acreditan plenamente la responsabilidad penal del oficial.
