La Grilla

COLUMNA: Vergüenza Ciudadana

Por Leonardo Torixa

23 enero, 2022 8:16 pm




Lo que sucedió este domingo 23 de enero en los plebiscitos desarrollados en las juntas auxiliares del estado, pero en especial del municipio de Puebla, tiene nombre y apellido.

Aquellos que les encanta leer sangre y señalamientos, a veces sin sustento, en contra de uno u otro funcionario, seguramente esperan que diga que el principal responsable del desastre es el presidente, Eduardo Rivera o el secretario de gobernación, Jorge Cruz Lepe o el propio presidente de la comisión de gobernación del Ayuntamiento de Puebla, Miguel Mantilla, pero no será así.

Aunque los arriba mencionados fueron los responsables de organizar y llevar a un final feliz las votaciones, para mí, los principales causantes del caos vivido este domingo en San Miguel Canoa, San Pablo Xochimehuacan, San Felipe Hueyotlipan e Ignacio Romero Vargas, son los ciudadanos y sus planillas, mismos que participaron en esta elección.

Fué vergonzoso observar como, en el afán de convertirse en los caciques del pueblo, ganar poder, o mantenerlo y manejar, de manera discrecional, el dinero que mensualmente reciben del Gobierno Municipal o jinetear los recursos del agua potable, ciudadanos sin preparación, la gran mayoría ignorantes, se dejan manipular por diferentes operadores políticos, es decir por la escoria de esos institutos, imagínense de lo que estoy hablando, para ejecutar sin recato, las trampas que durante años se han realizado en el endeble sistema democrático de este país.

Lo triste es que los títeres de los partidos políticos, son tan chiquitos que no se dan cuenta del mal que le hacen a sus comunidades, muchas veces amigos e incluso familiares, que tras el desastre electoral terminan por pelearse, dejando un pueblo polarizado y dividido, mientras quienes están detrás de ellos simplemente se ríen.

Lo peor es que cuando el pueblo se pelea o se divide siempre termina perdiendo y son presa fácil, en el mejor de los casos de la manipulación gubernamental, y en el peor de la delincuencia e inseguridad; como por ejemplo sucede en San Pablo Xochimehuacan, una junta auxiliar que hoy sufre de todo, desde tragedias, producto de la ordeña de ductos, hasta venta de droga, cobro de cuotas, es decir derecho de piso, tráfico de centroamericanos, homicidios, violaciones, prostitución, robos y frecuentes asaltos al tren de carga.

Ante este panorama, lo más recomendable es que lejos de convertirse en municipios, como algunas voces lo han propuesto, las juntas auxiliares deberían ser una colonia más del municipio de Puebla para ir metiendo orden en estos lugares, que hoy, son tierra de nadie.





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