La Grilla

Opinión | DESPROPOSITO

Por Héctor Manuel Pérez Cuéllar

26 octubre, 2020 7:36 pm




Los violentos y lamentables hechos que se viven diariamente, en todo nuestro México, nos obligan a realmente investigar si la Guardia Nacional tiene el Espíritu con lo que fue creada; y si de verdad, lo planteado al inicio de su creación ante el Congreso, se seguirá respetando; o de plano fue una más de las mentiras de nuestros Políticos.

Las Reformas de la eliminación de la Policía Federal y su incorporación a la Guardia Nacional, solo fue un maquillaje de buenas intenciones; hoy nos damos cuenta que la realidad es que a partir de noviembre está Institución de falsas expectativas, se incorpora al Ejército, con el mando Operativo, la Formación y todo aquello que implica su control.

Una primera Hipótesis, es que, desde el punto de vista Doctrinal, no va dejar de ser Ejército, que la formación para lo que las Policías están capacitadas, es con un mayor acercamiento Social (Proximidad); y que, nadie desconoce, que el solo pensar en cualquier conflicto por más pequeño o grande que sea, la presencia del Ejército con maquillaje de Guardia Nacional es delicado.

Las necesidades de acuerdo a Estudios Internacionales, como lo plantea la ONU, es de fortalecer las corporaciones Policiales; pero no, de sacar al Ejército con maquillaje a realizar funciones de Policía.

El trabajo y la movilidad con las que deben de actuar, son en principio de cuentas el conocimiento y la localidad, de a quienes servirán, las estructuras de corte Federal chocarán con lo que se tiene de una forma deficiente, pero se tiene, en cada Estado de la República, la condición de lo anterior es sencillo; esta Guardia Nacional con derivación del Ejército, difícilmente conocerá, el mapeo delictivo de cada localidad, como lo conoce de forma deficiente, pero lo conoce el Policía local.

La situación como la está planteando el Presidente, de ocupar desde la Construcción de un Aeropuerto hasta la Seguridad Ciudadana, y aquí me detengo de mencionar Seguridad Ciudadana; un análisis más profundo y de hacerlo con la cabeza fría; en su propio Gobierno, nos mostro está Guardia Nacional, que nos falló a los mexicanos, dejando en libertad al principal Narcotraficante de Fentanilo.

Nada más falta que quiera desarmar, a lo que queda de las Policías Estatales y Municipales, para convertirlas en lo que sería Guardias Ciudadanas, por supuesto desarmadas y tomar el mando el Ejército, con el disimulo de ser un Estado Totalitario, nuestras libertades consagradas en nuestra Constitución, están en serio riesgo.

La crítica de los anteriores Gobiernos, de ser de corte partidista o con sesgos ideológicos, llevó a nuestra bella Nación, a un baño de sangre que aún persiste y parece no terminar, solo la Pandemia lo ha detenido momentáneamente, pero poblaciones como las de Sonora, lo tienen imparable.

Si de verdad, el Presidente quiere cambiar todo el Sistema de la Seguridad del País, tiene que empezar por establecer la Doctrina, que debe de regir a las Corporaciones Policiales; y no, destruir lo que se tiene, el País y sus necesidades deben de pensarse a largo plazo y, con la cabeza con Patriotismo de que no solo lo que él piensa es lo correcto; o que, el Ejército soluciona todo.

El nombre mismo, de la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, faculta a lo referente a su actividad para la protección de los Ciudadanos en tiempos de paz, pero no al Ejército como una Guardia Nacional, que, desde mi perspectiva, debería tener otra función como lo es el de apoyo, y no de, la solución de lo que localmente se debe de ver.

Cuando se pierde la confianza, el respeto y los afectos por sus corporaciones se pierde la facilidad de Gobernar, quien obedece cuando se gobierna con terror o con formas castrenses, hasta donde la historia nos dice el Ejército es empleado en tiempos de Guerra; y creo, no lo estamos.

En el 2018, se redefinió, el curso de la Policía Federal con la creación de la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana; a dos años justo está tomando otro curso, que de cara a la Nación nadie explica.

Bajo esta nueva Institucionalización, la formulación de los objetivos que en todo momento deben empatar con los Estados de la República y sus Municipios, no se puede dejar a un lado las exigencias de la Seguridad Pública, que es un tema recurrente Gobierno tras Gobierno.

De igual manera se debe de procesar, como será la incorporación de nuevos miembros de las Policías, su formación en contenidos y tiempo de permanencia en ello, planes de una carrera profesional con el respeto de la Autoridad, pues los que, ahora están preparados para Policías Profesionales, su destino será cuidar puertas, como y de qué manera, serán sus ascensos, en fin, creo que por ello la visión cortoplacista, será un ensayo más que al término de este gobierno, se tendrá que corregir.

Es hora de repensar, que el destino de los Ciudadanos, en gran medida es el poder contar con una Seguridad Pública eficiente; y no, un Ejército que supla está función.

Enaltecer la función de la Seguridad Pública, es fortalecerse con visión de Estado; y que, con ello nos garanticen la solución a nuestras realidades tan complejas y que han causado tantas y tantas muertes.

“Yo necesito compañeros, pero compañeros vivos; no muertos y cadáveres que tenga que llevar a cuestas por donde vaya”. (Friedrich Nietzsche)

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