La Grilla

Opinión | LA ACEPTACIÓN DE LA MEDIOCRIDAD

Por Antonio Abascal

2 noviembre, 2020 10:49 am




Una victoria por la mínima en un partido de pobre calidad fue suficiente para que el Puebla de la Franja venciera al Atlas y mantuviera sus opciones de calificación a la mediocre liguilla extendida, aunque ya no depende de sí mismo ya que primero debe ganar el viernes al San Luis y esperar que más tarde Juárez no venza al América para asegurar un boleto, luego podría mejorar su puesto si Toluca pierde ante León, pero la primera parte de la ecuación luce paradójicamente complicada ya que si bien recibe al colero de la competencia llamado San Luis, un equipo sin alma que ha perdido 11 de 16 partidos en este torneo y que ha recibido 34 goles, el juego se disputará en el Cuauhtémoc donde el equipo de la Franja apenas ha ganado dos partidos no en el torneo, sino en el año.

El juego en Guadalajara fue la muestra principal de las mentiras de los federativos porque durante la semana el Presidente de la Federación Mexicana de Futbol, Yon de Luisa habló de colocar a las selecciones nacionales (varonil y femenil) entre los primeros ocho del mundo, para lo cual necesitan más fogueo y reconoció el deseo de regresar a Copa América (siempre y cuando CONMEBOL acepte a México con su parentela incómoda, CONCACAF), pero la realidad indica que será muy difícil llegar a ese grado de excelencia no sólo sin roce internacional sino con una liga sin descenso, que privilegia la mediocridad permitiendo que 12 de 18 equipos clasifiquen a la fase por el campeonato lo que permitirá que los lugares 11 y 12 con el 41% y 39.21% de efectividad, puedan disputar esa fase.

Club Puebla

Partidos como el Atlas vs Puebla permiten demostrar que la Liga MX se burla de sus aficionados al ofrecer un producto de muy baja calidad al que adornan con la caja más espectacular; todavía algunos aficionados se compran el discurso de una liga en crecimiento, de una situación atípica por la pandemia y en el tema de los equipos piden que se hable de aspectos positivos porque se le ganó al Atlas, sin importar las formas en las que se dio ducha victoria. El Puebla del sábado quiso regresar a las bases, pero siguió perdido, se encontró con un  golazo de George Corral (su primero en Liga MX), pero la figura fue Nicolás Vikonis porque la escuadra rojinegra fue la que más peligro causó, un equipo con sólo tres victorias en el torneo que volvió a pagar su falta de contundencia y se encontró con el arquero uruguayo que levantó su nivel.

Nuevamente hubo cambios en la alineación, nuevamente se le dio la oportunidad a un jugador que no lo venía haciendo regularmente en detrimento de uno de casa como Pablo González, nuevamente Cristian Tabó fue titular (como si él tuviera permitido fallar, al contrario de otros que tras un error pierden su lugar en el once), nuevamente los cambios en lugar de potenciar al equipo lo frenaron en gran parte porque no se respeta el parado original: Amaury Escoto, un  delantero,  ingresó por Omar Fernández que trabajaba el mediocampo, Tabó salió para darle minutos a un mediocampista con lo que se recuperó el hombre para ese sector, Ormeño dejó su lugar a Salvador Reyes (más gente para trabajar en la recuperación), Cuesta ingresó por Daniel Álvarez y Vidrio por Corral por un tema físico, pero aun así Atlas pudo empatar con un cabezazo que repelió Vikonis y que en el contrarremate el jugador rojinegro voló su disparo cuando era más fácil atinar a la puerta.

Juan Reynoso dijo: “más allá de que muchos comenten que no es halagador calificar en los lugares 10,11 o 12, pero bueno tienes una nueva chance para seguir compitiendo en una posibilidad de liguilla, entonces para nosotros es súper importante porque hay partidos en los que nos hemos ido con derrota, no hemos sumado porque hemos dejado de hacer uno que otro detalle, hoy retomamos y fue una buena muestra que los chicos están comprometidos y con ganas de buscar esa liguilla”. Escuchando al técnico camotero hay dos aspectos que llaman la atención, el reconocer hasta ahora que en las derrotas dejaron de hacer “detalles”, lo cual puede dar la idea equivocada que el Puebla ha tenido pocos descalabros en el campeonato, pero el problema es que este equipo camotero lleva 9 derrotas de 16 partidos, es decir, esos” detalles” han sido el común denominador y desde el cuerpo técnico no se ha sabido responder para evitarlos.

La otra parte de la respuesta es lo que podríamos llamar “la aceptación de la mediocridad”: donde dice “algunos consideran que no es halagador clasificar en los lugares 10,11 y 12, pero bueno tienes una nueva chance para seguir compitiendo”, lo que me lleva a preguntarme cómo puede cambiar un deportista de élite ya que como jugador Juan Reynoso fue parte del Cruz Azul campeón y protagonista y eso se traduce en que desde la directiva ha faltado exigencia para que ese objetivo que se planteó el director deportivo, Carlos Poblete, de buscar calificar entre los ocho primeros permeara al cuerpo técnico y a los jugadores, porque después de escuchar al peruano tal parece que la frase de Poblete se entendió como “calificar, de preferencia entre los ocho, pero sino no pasa nada y hay que buscar llegar a la liguilla”, pero la realidad es que este equipo ni siquiera depende de sí mismo en la última jornada para meterse a esa oda a la mediocridad llamada liguilla extendida.

Mientras esto sucede con el equipo varonil, el Puebla femenil cayó 0-3 ante Tigres, resultado esperable por el nivel de las norteñas aunque cabe matizar porque anteriormente el equipo camotero había significado un escalón más complicado para las de Roberto Medina. Nueve fechas sin ganar, ocho partidos sin anotar gol, lo que ya coloca al equipo camotero como el menos productivo junto con Necaxa y superado por Tijuana que no ha ganado en el torneo. Con estas estadísticas mantener un proyecto en la dirección técnica es muy complicado ya que refleja la falta de exigencia al interior del club. En su carrera en el Puebla, Jorge Gómez ha cosechado los siguientes números: 18 victorias en cuatro torneos, pero en ese rubro inició con 8 en el Clausura 2019, bajó a 5 en el Apertura 2019, tres en el inconcluso Clausura 2020 y dos en lo que llevamos del Guardianes 2020 al que le faltan cuatro juegos para finalizar; 16 empates y 23 derrotas que han ido creciendo, de cuatro en el Clausura 2019 a siete en el Apertura 2019, a cinco en el Clausura 2020 y a siete en el actual cuando faltan por enfrentar a Cruz Azul, el miércoles en Hidalgo, a las Chivas el domingo en el Cuauhtémoc, al Querétaro y a Juárez.

Es decir la trayectoria de Jorge Gómez al frente del Puebla femenil ha ido de más a menos y el equipo lejos de crecer se ha estancado a pesar de contar con jugadoras talentosas, pero en la directiva del Puebla nadie parece darse cuenta para elevar el grado de exigencia. Gómez González ha pretextado desde la inexperiencia de sus jugadoras, hasta la inactividad por la pandemia y, otra vez, nadie le ha dicho que ese tipo de pretextos no se aceptan en la institución porque al inicio se hablaba de buscar la calificación.

Por eso, y como un ejercicio de comparación, vale la pena hablar del trabajo de Carla Rossi al frente del Querétaro, pero su historia también demuestra lo injustos que están siendo los equipos de la Liga Mx femenil al no dar más oportunidades a las directoras técnicas. La oriunda de Guadalajara tiene al Querétaro en línea de calificación con siete victorias (cinco de ellas en fila), dos empates y cuatro derrotas, en su equipo no hay grandes figuras y algunas como Alejandra Calderón, Marypaz Barboza y Lizette Rodríguez fueron, afortunadamente, de las jugadoras que encontraron equipo tras la desaparición de Morelia, pero también tiene futbolistas que rondan los 20 años.

Rossi Balado dirigió antes a Tijuana en el Apertura b2019 sumando 8 triunfos, 5 empates y 5 derrotas y en el inconcluso Clausura 2020 donde sumaba 4 triunfos, 1 empate y 4 descalabros, ahora las Xolas con Frankie Oviedo, con la misma base no han ganado en el torneo y sólo han cosechado tres empates. Es decir, la jalisciense ha entregado buenos trabajos en Liga MX.

En el Puebla, no es posible que los técnicos se manejen sin  exigencia, sin que nadie les llame la atención de resultados y sólo dejándose llevar por la inercia, como si lo que importara es que un club llamado Puebla se presente y juegue, sin importar lo que suceda en la cancha, aceptando de antemano “lo que hay”.

 





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