Todos quieren, pero pocos pueden.
Seguiré siendo un romántico.
Me quedo con el tan llevado y traído “sufragio efectivo, no reelección”.
Desde la primaria nos lo inculcaron.
Desde pequeños traemos metido esa frase que muchos por el poder quieren pulverizar.
Y se vale la reelección, ya lo establece la ley. Presidentes municipales, diputados locales y federales pueden hacerlo sin problema alguno.
Para aquellos que piensan en la reelección tendrán que pedir la licencia respectiva para poder jugar políticamente de manera correcta.
Ahora bien, será la sociedad la que mirará con ojos incrédulos que están en la boleta por segunda ocasión y comenzarán a evaluar sus trabajos, sus actuaciones, sus funciones, su actuar.
Frente a la boleta, los electores que, por cierto, -reinará en el próximo proceso electoral el abstencionismo- pensarán, por qué al dar una segunda oportunidad ahora si responderán lo que no hicieron en la primera.
Presidentes y presidentas municipales que han levantado la mano para la reelección, tienen que saber que su partido es el mejor posesionado, ya cuando preguntan por los nombres de quienes aspiran, la reducción de aceptación baja.
Por lo menos dos presidentas municipales de Movimiento de Regeneración Nacional, han dicho franca y abiertamente, esta boca es mía.
Aunque sus administraciones han caído en un tobogán de inconsistencias administrativas, como la inseguridad, la división de su municipio y la traición, ellas dicen: voy.
Karina Pérez Popoca por San Andrés Cholula y Angélica Alvarado por Huejotzingo, dos presidentas municipales polémicas en sus primeros dos años de gobierno.
De risa que Norma Layón quiera hacerlo, junto con la presidenta municipal de Cuautlancingo, Guadalupe Daniel –de quien hablaremos en otra entrega de su actuar como alcaldesa-
De los diputados y diputadas locales, mejor ni hablamos, ya se los mandó a decir el gobernador junto con el INE, que renuncien quien levante la mano.
Legisladores y legisladoras tendrán que pensarlo dos veces, ellas y ellos saben que llegaron por la ola Andrés Manuel López Obrador, que por sí solas y solos, nada más, no.
En fin, sigo insistiendo que “Sufragio Efectivo, no Reelección” es mi romanticismo puro.
Además, “todos quieren, pero pocos pueden”.
Al tiempo.
