Josefa hace lindas muñecas con sus propias manos
Por décadas, los juguetes de madera como carritos, avioncitos, caballos, trompos, baleros, yoyos e incluso canicas y muñecas de trapo fueron los preferidos de las niñas y niños; sin embargo, tras el paso de los años han sido sustituidos por la tecnología o juguetes más sofisticados.
A pesar del tiempo, los artesanos se niegan a que sus productos sean olvidados, por lo que muchos continúan con su elaborando para que futuras generaciones los conozcan e incluso tienen la ilusión de que alguno se convierta en regalo del próximo día del niño.
En la ciudad de Puebla, el mercado de artesanías “El Parián“, muy cerca del corazón del centro histórico, conserva la venta y la esencia de este tipo de juguetes, hay personas como Josefa Gabino de 89 años de edad que preserva la tradición de elaborar y vender muñecas “Marías” o “Trenzudas”.
Aunque viaja desde Santiago Mexquititlán, municipio de Querétaro, para comercializar su producto en la capital, la artesana no ha dejado que desaparezcan este tipo de muñecas que están hechas de trapo, así como de listones de colores y botes de palma.
“Toda mi vida he elaborado estas muñecas, de generación en generación, pues la mayoría de mi familia se dedican a vender artesanías y estas muñecas que valen 50 pesos la más barata y 150 pesos la más cara”, comentó.
Esta mujer quedó viuda poco tiempo atrás, durante Semana Santa sólo vendió una muñeca, con la presión de pagar diario 80 pesos de hotel y ganar lo suficiente para echarse un taco, lamentablemente la venta anduvo baja.
Fue hasta que su desgracia se conoció en redes sociales, que la venta mejoró y muchos acudían en busca de hacerle el gasto, acabó y se fue a casa con el sueño de regresar en mayo, con la misma suerte a un costado de catedral.
Como Josefa hay muchas personas en las calles de Puebla, así que estos juguetes artesanales son dignos de nuestro respeto, por su tradición y el trabajo que representan, por favor, no les regatee.
