La Grilla

Columna | CAUSA Y EFECTO

Por José Antonio de la Vega Moreno

18 julio, 2021 10:51 pm




Las sucesiones que vienen.

Los enroques y movimientos políticos, los amarres y acuerdos políticos que vienen traerán como consecuencia acomodamientos de cuadros en la vida política de Puebla, principalmente en el poder legislativo y al interior de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).

Primer caso.

Fue nombrado Sergio Salomón Céspedes, coordinador de la bancada de los diputados del partido Movimiento de Regeneración Nacional, lo que lo convierte de inmediato en el próximo presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política al interior del poder legislativo.

Sin duda alguna, su experiencia, su trabajo realizado como presidente municipal de Tepeaca y con anterioridad, legislador local, además, de mostrar ser un político discreto, lo encumbran en este momento, a ser el líder de uno de los tres poderes en Puebla.

Un ajuste más que viene, es en la bancada del Partido del Trabajo, dónde, luego de la designación de Salomón Céspedes en la coordinación de la bancada de MORENA por una petición muy de altura, Nora Merino Escamilla, coordinará a los diputados de el PT en la 61 legislatura.

Mariano Hernández Reyes, quién irá por tercera ocasión a una legislatura, se quedará con la esperanza de presidir alguna comisión importante. Aunque, en los corrillos políticos se menciona que será uno más de los diputados.

Será para el 15 de septiembre cuando la sesenta y una legislatura entre en funciones.

Adiós a los diputados que no pudieron reelegirse y saludamos aquellos que estarán en el tercer año y el más importante acompañando al gobernador del estado, Luis Miguel Barbosa Huerta en cierre de su administración.

En la BUAP, va rectora.

No hay más, otra de las sucesiones que viene, es al interior de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

Dos mujeres se perfilan como aspirantes importantes a la sucesión por la rectoría de la máxima casa de estudios de Puebla.

No hay más.

La primera de ellas es Lilia Cedillo Ramírez, directora del Centro de Detección Biomolecular de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, quién por cierto es impulsada por el actual rector, Alfonso Esparza Ortiz.

Su vinculación con el rector, Esparza Ortiz, la hace débil, pues el rectora desgasta y su confrontación política con el gobernador del estado, también.

Incluso, se habla de varias carpetas de investigación que van directamente a la administración del actual rector.

Lilia Cedillo tiene tiempo para deslindarse de su jefe y poder hacer una competencia digna al interior de la BUAP por la rectoría.

Quién en estos momentos cuenta con una buena posición política y académica, es la Secretaria General de la BUAP, Guadalupe Grajales y Porras.

Académica durante 50 años en la máxima casa de estudios, hoy, involucrada en una de las más altas posiciones de la BUAP, comienza su peregrinar político-académico y maestría y alumnos la ven como la más viable sucesora.

Guadalupe Grajales y Porras, ya hizo  historia, siendo la primera mujer quien tiene la cartera de Secretaria general de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

Hoy Grajales y Porras busca para el 4 de octubre ser embestida como rectora y también hacer historia, al ser la primera mujer que llegue a esa magistratura.

El rectorado en la BUAP se acerca, hoy más que nunca, para una mujer.

Vayan agregando a Guadalupe Grajales y Porras, cómo la posible sucesora.

Al tiempo.

 





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