Policía

Opinión | El qué, el porque y para qué

Héctor Manuel Pérez Cuéllar

23 septiembre, 2021 6:39 pm




Entender que el Crimen Organizado, no se debe de ver como un delito por sí mismo, sino como una forma de cometer delitos en conjunto con condiciones muy esenciales como es, la planificación y la participación coordinada de varios individuos, con lo cual adopta muchas formas de criminalidad, entre otras el más dañino el Narcotráfico.

En la progresión de delitos, tenemos otros que son alternos, como lo es, Trata de Personas, Tráfico de Armas, Lavado de Dinero, Extorsión, Robo y Tráfico de Hidrocarburos y, de ellos el Narcotráfico se fortalece y abarca la mayor de las ganancias al Crimen Organizado.

Hace ya algunos años, se dijo que Norteamérica era la Alberca de la droga, pero México el trampolín, estos factores si usted los quiere llamar coloquiales, nos muestran un mal endémico, que padecemos y que, pareciera una enfermedad crónica a la par de búsquedas de mejorar o de plano curar tal mal.

Un mal fundamental, es la Corrupción con carácter sistemático, este mal es el abono para el desarrollo del Crimen Organizado y una debilidad del Imperio de la Ley, los Gobiernos de nuestros Estados, se ven rebasados por la fortaleza y poder de fuego de los criminales, lo que, ya desde tiempo atrás, el uso de las Fuerzas Armadas es ya una metodología que al parecer no tiene retorno alguno; el día de ayer, escuche el grado de aceptación del Ciudadano de a quien le tienen mayor confianza, en primer término a la Marina la sigue el Ejército y después la Guardia Nacional los dos últimos son Policías Estatales y al final las Municipales.

En ese contexto, las discusiones son desde distintas perspectivas, los que quieren que esto sea como un instrumento de exterminio, para otros que regrese el estado de las cosas como estaban y, quienes pensamos, que es aprovechar esta aceptación y realmente, tener la metodología adecuada pues lo que se hace actualmente está fallando, y los resultados están a la vista.

El desmantelamiento de los elementos aún en la Dirección General de Seguridad en Carreteras, en los Estados de Guanajuato y Jalisco, que pertenecían a la extinta Policia Federal, serán con resistencia o no, cambiados por militares vestidos de Guardia Nacional; cabe hacer mención que la experiencia de estos compañeros policías, no hay que estigmatizar con lo declarado al inicio del sexenio de que son corruptos y, no tenían la confianza ciudadana, en ellos hay muchos que cuentan con experiencia de 10, 20 o más años sirviendo a México, no todo es real, depende con el cristal que se vea.

Al inicio del sexenio fue evidente hacia dónde íbamos, el avance del poder militar se veía venir, la multiplicación de tareas que empezaron, con la guardia Nacional y todas las demás nos muestra un país que lo manejan los militares, para unos mal, y para quienes gobiernan civiles y militares bien; el concierto de las naciones avanzadas, privilegian la participación de los ciudadanos preparados para las tareas gubernamentales, y en el desarrollo de sus países, no desconocen la gran importancia que tienen las fuerzas Armadas, pero no tienen el monopolio de ello.

En las Fuerzas Armadas, existen misiones primarias y secundarias, en este momento, nos encontramos que el apoyo a la Seguridad Pública, así se convirtió de Secundaria a Primaria, el objetivo primordial de nuestras Fuerzas Armadas es y será siempre la defensa de la Nación y su soberanía.

La Carta Magna, norma fundamental establecida para regir jurídicamente al País, y que la lucha revolucionaria fue su origen y, no hay que olvidar que costaron muchas vidas en ello; los 136 artículos, nos definen como Nación independiente y soberana; entonces porque es costumbre recurrente y ocurrente, que cada sexenio el titular quiere cambiar alguno o algunos artículos, para tener a modo sus designios, ¿cuándo las cámaras de Senadores y Diputados?, obedecerán al ciudadano y no precisamente al ciudadano Presidente.

Porque lo anterior, es muy sencillo, derivado de nuestra Constitución se crean Leyes y Reglamentos, que rigen a detalle nuestra vida cotidiana, entre ellos en un pasado reciente, se realizó el Reglamento de la Guardia Nacional, como muestra, del desconocimiento del mismo, por parte de los elementos provenientes del Ejército con uniforme de Guardia Nacional, al solicitar a los compañeros de carreteras egresados de la Policía Federal, que entregaran su arma, chaleco balístico y todo su equipo sin mediar una orden por escrito como lo establece el artículo 18 fracción III, inciso f, del Reglamento, además que en ello existen personal femenino colocándolas en una situación difícil y que violenta sus Derechos Humanos.

El porqué, es evidente, los cambios los hacen con un pensamiento militar, que invadió una actividad que se realizaba por civiles, lo cual es indiscutible que la conducción de cómo se realiza la vida civil nunca será como la militar; las contradicciones seguirán, hasta que concluyan sus cambios en toda la república, y aquí mi pregunta ¿y mientras que están realizando, en lo que nos más preocupa al ciudadano que es la Inseguridad?, sino tienen orden al interior para hacer bien las cosas, que esperamos.

La doctrina, de donde se perfila el quehacer de nuestras Fuerzas Armadas, no es la misma para la Seguridad Pública; ya dice el dicho, “el que mucho abarca poco aprieta”, considero que realizar un diagnóstico, de los Estados de la República de sus Fortalezas y Debilidades, y particularizar, en donde empezar y continuar sus necesidades y, tener acuerdos de sus responsabilidades que la Ley les demanda en favor del ciudadano, es un principio para encontrar soluciones.

Dado que es irreversible está transformación de las Fuerzas Armadas en tareas de Seguridad Pública, los Estados y Municipios no podrán quedar relegados a esperar ordenes, sino interactuar en ello, el pacto federal así lo exige, la democracia no es una orden presidencial, es factor de unidad de una sociedad activa y participativa, en los quehaceres de la vida pública del País.

Vimos el debate en el Senado, entre la Senadora Lily Téllez y sus compañeros, por la exposición realizada de la Inseguridad, muchos se encolerizaron y otros aplaudieron, mi opinión, considero que en la Democracia se debe decir las cosas como son, la óptica de cómo se aprecien es distinto, pero para aquellos que su análisis es partidario, les digo que en su discurso hay muchas cosas rescatables y verdades plenas, solo que cuesta trabajo aceptar que tiene razón.

Una Seguridad Integral, como es el deseo de todos los mexicanos, en manos de nuestras Fuerzas Armadas, tiene en principio esa frase de militarizar al País, pero creo es la vertiente de la policialización del Ejército, lo que lleva a preguntarnos, que la transformación de las Instituciones Castrenses y las Policiales, pareciera no fueron planeadas ni pensadas en detalle, diría nuestro gran Cantinflas, “Ahí está el detalle”, cambiar por cambiar, nos ha tenido en zozobra permanente, ya es tiempo de resultados.

“La política no puede restringirse a ordenar los intereses nacionales, sino que está obligada a proyectar una gobernanza global para atender equitativamente los intereses colectivos”. (Leonardo Boff)

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