Puebla

OPINIÓN Huachigas, el desafio

Héctor Manuel Pérez Cuéllar

1 noviembre, 2021 1:58 pm




Nada reciente es el robo de gas, este negocio de la Delincuencia Organizada, se hace presente primordialmente en el Estado de Puebla y Estado de México, las bandas criminales locales y apoyadas por las de corte Nacional, encontraron en este robo de combustible, la oferta a empresas establecidas que adquieren el gas a Pemex, pero que en la oferta y demanda dan mejores precios para comercializar.

Cubren de todo, tortillerías y todo aquel negocio que requiere gas, nada trastoca su desempeño empresarial en la oscuridad de la corrupción, el crecimiento exponencial es enorme, la información de su operación por lo menos en Puebla es conocido, por parte de las Autoridades de ahora y anteriores, es por ello que la tragedia que vivimos este fin de semana no es nada extraña.

Esta oferta y demanda, con precios que oscilan a la mitad de los oficiales, crean un gancho que sujetan a los empresarios o comerciantes, en sus garras de esa cadena de corrupción que tanto daño hace al País, el chantaje se hace presente y, el temor a los delincuentes que se ufanan en tener acuerdos con la Autoridad, hace que el ciudadano de bien, se encuentre indefenso y en riesgo, porque sus tomas clandestinas son sin recato alguno en cualquier parte.

Para que suceda, debe de haber alguien desde Pemex, que permite en determinado horario, bajar la presión del ducto y poder picar como dicen, para hacer el agujero que permite la extracción ilícita, la solución es sencilla, si no hay colusión no hay extracción, el mal comienza desde dentro, la vigilancia en toda la red de ductos, cualquier persona lo intuye, que es difícil cubrir mediante la Guardia Nacional o el área de Seguridad de Pemex hacerlo, y menos, con la complacencia de Policías Locales.

La proliferación de empresas patito de distribución, requiere una organización que es financiada por el Crimen Organizado, con Vehículos, personal, infraestructura y vigilancia de sus rutas, para que puedan operar, los almacenes son en muchas veces, en zonas de las ciudades apartadas, con calles en terracería, de la misma manera donde pasan los ductos, sin importar que sea zona de viviendas actúan sin reparo alguno.

El robo de las pipas es común, las guardan de un día a otro las pintas y salen a distribuir, los padrones de empresas en muchos de los casos, las corporaciones policiales los desconocen, y si por alguna acción que realizan contra algún sospechoso, son agredidos los elementos policiales, por ello lastimosamente, mejor ignoran actuar.

A pesar de ser un delito grave, en México para la delincuencia nada les importa, el avance de este delito, está desafiando al proyecto de Seguridad del Presidente de la República, un Ejército con tantas tareas a desarrollar, no creo pueda abarcar todo con eficiencia, la violencia está imparable en varios lados de México, el concentrar elementos para este tan peligroso delito, debilita el accionar en otros como el Narcotráfico, dice el dicho, el que mucho abarca poco aprieta.

El reciente evento en San Pablo Xochimehuacán, debe de poner en alerta al Gobierno, no de acciones radicales que son necesarias pero lo importante, es que, se va a realizar de forma conjunta, para que no vuelva a suceder, mediante correctos programas integrales de prevención y acciones de los tres órdenes de Gobierno, en ello está la tranquilidad de los ciudadanos.

La explosión en San Pablo, debe de poner los ojos de alerta, a los Legisladores, ellos deben exigir al Poder Ejecutivo, explicaciones por parte de la Secretaria de Energía, no con datos estadísticos y politiquerías baratas, al contrario, que informe que carajo pasa, que no se puede frenar este delito mal llamado huachigas, que no cierran los ductos o, mejor dicho, la corrupción desde dentro de Pemex.

Los aumentos de tomas clandestinas han ido en crecimiento, con un avance de 500 por año, en el Estado de Puebla, el Gobierno Estatal y Municipal, tienen el conocimiento de ello, pero me resulta increíble que, a la hora de actuar, se vean rebasados por una delincuencia más organizada que los propios Gobiernos, tapar el hoyo después del niño ahogado, es una constante de actuación Gubernamental.

Las juntas auxiliares, que también están en riesgo, son Santa Maria Xonacatepec, San Sebastián de Aparicio y la propia de San pablo Xochimehuacán, aquí no cabe el actuar cada quien, por su lado, es una acción conjunta de los Gobiernos Federal, Estatal y Municipal; el que, el cómo, el porqué y el para qué, si son eficientes lo deberán realizar, de lo contrario las consecuencias serán nuevamente más tragedias.

El tamaño del daño, representa en dinero, de 30 millones pesos anuales, si ello no significa que las Autoridades deben actuar entonces ya no se entiende que es lo que importe.

“A veces la gente no quiere escuchar la verdad porque no quiere que sus ilusiones se vean se vean destruidas”. (Friedrich Nietzsche)

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