La Grilla

COLUMNA: ¿Y DON ENRIQUE?

Por Leonardo TORIXA CERVANTES

28 marzo, 2022 11:02 am




El fin de semana que recién concluyó, el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, develó ocho esculturas de bronce de personalidades destacadas en conmemoración de su vida y trayectoria.

En el corredor cultural cinco de mayo, es decir en la recién rehabilitada calle cinco un mayo, un proyecto que por cierto tuvo su origen en la pasada administración municipal, destacan las estatuas de poblanos de la talla de Pedro Ángel Palou, Gaspar Henaine “Capulina”, Natalia Serdán, Elena Garro, Isabel de Portugal, Javier López Díaz, entre otros.

Sin embargo, considero que el lugar que ocupa López Díaz en la emblemática 5 de mayo, le corresponde a otro poblano que hoy seguramente muchos ya no recuerdan, porque la memoria es corta, pero fue maestro directa e indirectamente de la gran mayoría de comunicadores que hoy nos desempañamos en Puebla y durante 50 años ininterrumpidos al aire demostró su capacidad no solo al frente del micrófono, sino también detrás de una pluma o máquina de escribir y más tarde de una computadora.

Me refiero al decano del periodismo, Enrique Montero Ponce, no olviden que hasta la fecha Don Enrique es Record Guinness y no hay nadie que se le acerque, fue corresponsal de medios nacionales e internacionales, enviado especial en distintos países donde cubrió eventos deportivos y noticiosos, fue pionero en los noticiarios radiofónicos, llegó a redactar no una, dos, sino hasta tres columnas todos los días, escribió libros que tras ser impresos obsequiaba a sus radioescuchas y siempre fue un gran impulsar del deporte, no solo desde el micrófono, sino de manera activa como integrante de las directivas del equipo de futbol o béisbol de la ciudad.

Montero Ponce también tuvo una participación activa en el ámbito social y político de Puebla, quienes tuvimos la oportunidad de colaborar con él, sabemos que en su Tribuna siempre hubo espacio para todas aquellas personas que llegaban a la estación en busca de ser escuchados por padecer algún problema o simplemente porque deseaban anunciar las características de un evento venidero e incluso, cuando otros medios de comunicación eran participes de la censura, Don Enrique pasaba al aire a los afectados como un gesto de pluralidad, apertura y buen oficio.

El mismo Eduardo Rivera debe tener presente que cuando el ex gobernador, Rafael Moreno Valle, ordenó a directivos y dueños de periódicos, televisoras, así como radiodifusoras, que le cerrarán sus micrófonos o evitaran publicarle, el único que siguió compartiendo con los ciudadanos la información que generaba y lo entrevistaba ya sea de forma presencial o vía telefónica, fue Don Enrique Montero Ponce, una posición que, aunque pocos lo saben, entre otras cosas ocasionó, que durante 4 años, Don Enrique fuera enviado a la congeladora por Moreno Valle, una medida que afectó directamente al periodista, pero que nunca permitió que repercutiera entre los colaboradores de su redacción que era lo que más amaba.

Así que por esto y más, Don Enrique Montero Ponce, debe tener una escultura en el corredor cinco de mayo y dejo claro que la trayectoria de Javier es incuestionable, durante muchos años fue el más escuchado de la Angelópolis, pero el decano siempre será el decano.

Hasta pronto.





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