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Ascensos, descensos y otras vergüenzas de la LIGA MX

Por Antonio ABASCAL

23 mayo, 2022 10:57 am


Girondins de Burdeos en Francia y el Genoa en Italia son dos históricos en sus respectivos países que jugarán en la segunda división tras una mala campaña; en Alemania, el Schalke 04 y el Werder Bremen, dos equipos de gran tradición, volverán a la Bundesliga tras lograr el ascenso, mientras que en Inglaterra el Fulham y el Bournemouth están de regreso a falta de conocer el tercero que saldrá del duelo del próximo domingo en Wembley entre el Huddersfield Town y el Nottingham Forest (un club que ganó dos de las que hoy conocemos como Champions League al principio de los 80, pero que no juega en la Premier desde 1999).

En España descendieron Alavés, Levante y Granada con un Mallorca que se salvó gracias a otro gran trabajo del mexicano Javier Aguirre, pero a falta de un juego para finalizar la temporada regular en la segunda división todavía no hay ascensos ya que Eibar, Almería y Valladolid buscan los dos boletos directos con los vallisoletanos como los únicos que actuarán como locales en la última jornada, mientras que Tenerife, Girona, Las Palmas y Oviedo (el equipo en el que brillaron Isidro Lángara y Carlos Muñoz antes de su paso por el futbol mexicano) buscan meterse al playoff para buscar el último cupo en la máxima división. Además del Genoa, Venezia y Cagliari perdieron la categoría en Italia, sus lugares serán ocupados por Lecce y Cremonese, a falta del duelo definitivo entre Monza y Pisa. Mientras que en Francia además del Girondis cayó el Metz, para que el Toulouse y Ajaccio ocupen sus puestos a partir de la próxima temporada, con el duelo ya garantizado entre el Auxerre y el Saint Étienne donde el primero buscará el ascenso y el segundo evitar la caída.

Norwich, Watford y Burnley descendieron en Inglaterra lo que significó la salvación in extremis de dos históricos como el Leeds United y el Everton (que no ha bajado en 108 años), el Greuther Furth y Arminia Bielefeld cayeron en Alemania para ceder su puesto a los mencionados Schalke 04 y Werder Bremen, mientras que hoy se define si el Hamburgo regresa tras su paso por la segunda luego de que en 2018 descendió por primera vez tras 55 años desde la creación de la Bundesliga, el apodado dinosaurio recibe al Hertha Berlín para definir el último cupo en el máximo circuito alemán para la campaña 2022-2023, el cuadro local está en ventaja luego de que el viernes se impuso 1-0 en el mítico Estadio Olímpico de Berlín.

Pero en México nos han negado esas emociones, ayer se vivió el partido de vuelta del llamado “Campeón de Campeones” de la Liga Expansión entre el Atlante, campeón del Apertura 2021, y el Atlético Morelia, campeón del Clausura 2022, con triunfo en penales para los atlantistas tras vencer 1-0 y forzar la llegada de los penales donde ganaron 5-4, sin embargo, ambos equipos jugaron por un premio monetario y no por el derecho a ascender como era anteriormente. Una liga en la que sus equipos compiten pero a los que les niegan el máximo premio por motivos absurdos y cambiantes que poco tienen que ver con el juego y que en su máximo circuito, la Liga Mx, fomenta la mediocridad al evitar que el más malo tenga un castigo deportivo. Los dirigentes del futbol mexicano todo lo miden a partir de sus conceptos económicos y así los tres últimos de la tabla de cocientes sólo pagan una multa con el peor pagando la más gravosa de 80 millones de pesos; sin embargo, esa situación generó que un club ofreciera un espectáculo paupérrimo en los últimos juegos de la temporada regular, sólo sumara once puntos de cincuentaiuno en disputa, con sólo tres victorias, dos empates y doce derrotas en diecisiete partidos. Los Bravos de Juárez sabían que iban a pagar una multa cara pero que ese dinero era menos de lo que significaba descender, con el incentivo agregado de que su cociente arrancará de cero y aunque será más volátil que el resto, ya no tendrá la carga de un pésimo torneo como el que acaba de terminar.

Para evitar el ascenso, los dirigentes mexicanos se inventaron un cuaderno de cargos para aspirar a la certificación, término con el que los clubes de la Liga Expansión comprobarían que pueden hacerse cargo de los gastos y exigencias de la Liga Mx. El cuaderno de cargos solicita hechos tan inconcebibles como tener un estadio  para al menos veinte mil aficionados (cuando en Europa hay estadios con capacidad menor a los diez mil espectadores que han recibido al Real Madrid y Barcelona en la Liga Española y ahora está a punto de regresar como el Eibar en el Estadio Municipal de Ipurúa), tener instalaciones propias para entrenar, cuando hay equipos de la Liga Mx que no cuentan con ellas como el Puebla de la Franja, y que comprueben el origen de sus ingresos, aunque la reciente desaparición del Tampico Madero de la Liga Expansión reveló que los nexos entre directivos y algunos gobiernos estatales sigue existiendo. Para este ciclo que finalizó Atlante, Morelia, los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara, Correcaminos de la Autónoma de Tamaulipas y Venados de Mérida buscaron la certificación, pero sólo la U de G logró solventar todos los requisitos. Atlante no cuenta con instalaciones propias y su estadio, el de la Ciudad de los Deportes en la ciudad de México también recibió amonestaciones (cuando dentro de un año América y Cruz Azul se mudarán ahí por la remodelación del Azteca de cara a la Copa del Mundo de 2026). Morelia fue rechazado por temas administrativos relacionados con la afiliación, nombre y sede; mientras que Correcaminos y Venados cuentan con estadios cuyo aforo es menor a 18 mil aficionados.

Así un club en el máximo circuito deambula con doce derrotas en diecisiete juegos pero no recibe un castigo por su mediocridad, otros ven como a pesar de sus méritos deportivos no pueden ascender porque no cumplen con un cuaderno de cargos que se preocupa de estadios grandes, pero no de que esos clubes tengan la estructura deportiva adecuada incluyendo proyecto femenil, o son víctimas de las incongruencias del mismo cuaderno de cargos que exige rubros que algunos equipos en el máximo circuito incumplen. Y aunque el fomento de la mediocridad se ve también en la lucha por ser campeón ya que doce de dieciocho equipos pueden aspirar al campeonato con la figura de la reclasificación, hay otros aspectos dignos de preocupación y que revelan que los medios nos han mal acostumbrado al aplaudir este sistema de competencia.

Lo que sucedió el sábado anterior en Monterrey en la semifinal entre Tigres y el campeón Atlas pinta de cuerpo completo la crisis del futbol mexicano, crisis que se extiende a los medios de comunicación. Un partido vergonzoso, envenenado desde el inicio del segundo tiempo por un grave error del cuerpo técnico felino creció a partido emocionante, un sistema de competencia  que privilegia la mediocridad es aplaudido en los medios por las emociones que genera (como si no se vivieran emociones en ligas largas con el ascenso y descenso ya comentado o en la forma en la que Manchester City y Liverpool definieron el título en Inglaterra) y así la aplaudida mediocridad ha ido creciendo y es aceptada por todos.

Un partido donde se comete alineación indebida por la presencia al menos de nueve jugadores no formados en México del minuto 45 al 82 se pudo firmar con una épica remontada de los norteños ante el campeón defensor. El discurso épico estaba listo olvidando que la hipotética remontada inició por el pobre nivel del árbitro que representará a México en Qatar 2022: César Arturo Ramos Palazuelos quien no expulsó a André Pierre Gignac en la última jugada del primer tiempo por un codazo sobre Gadhi Aguirre (la semana pasada, Jeremy Márquez vio la roja por una acción similar), luego se inventó un penal que no era y que abrió la puerta de la remontada ejecutado por el elemento que no debía seguir en la cancha, cabe destacar que en ambas acciones el VAR a cargo de Ángel Monroy se quedó callado cuando la semana pasada se vio ansioso por marcar por milímetros el supuesto movimiento de Antony Silva en el penal que le detuvo a Diego Valdez en el Azteca.

No contento con ello, el show de Ramos Palazuelos creció, ahora sí acompañado por el VAR y Ángel Monroy, penal no marcado para Tigres, otro penal que revisó y dio; una vez que Tigres había logrado la remontada, un penal a favor del Atlas aunque previamente había mano de Julián Quiñones que pudo haber invalidado la acción que en contraparte finalizó en el gol decisivo de Aldo Rocha, tras la deplorable lucha por el protagonismo de Nahuel Guzmán al fingir que lloraba antes del cobro del capitán rojinegro. No, lo del sábado no fue un partido emocionante, fue vergonzoso por la falta de atención de un técnico sobrevalorado como Miguel Herrera, fue vergonzoso por el arbitraje de Ramos Palazuelos quien además ha caído en actitudes llenas de soberbia, fue vergonzoso por el VAR y Monroy Bello, fue vergonzoso porque hasta se metieron balones a la cancha para parar el juego, cuando se presume de fair play. Fue un espectáculo impropio para una liga que impone tantas condiciones de organización, pero no es capaz de garantizar un buen arbitraje o un reglamento claro que no se preste a la confusión.

Andrés Guardado en una entrevista que concedió a Hugo Sánchez en España levantó la voz y reconoció estancamiento de la selección nacional por encerrarse en CONCACAF y no jugar Copa América y Libertadores, pero pocos lo escucharon. En realidad el futbol mexicano está en crisis por decisiones como las de abolir el ascenso y el descenso, por fomentar la mediocridad a través de la recalificación y por la caída del nivel del arbitraje mexicano. Nuestro sistema de competencia no es emocionante es un regalo envenenado bueno para la televisión, pero malo para los intereses deportivos del país.



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