El Puebla ni las manos metió, se trató de la segunda parte de una pesadilla que comenzó el miércoles pasado en el estadio Cuauhtémoc con un contundente 1-6, pero que siguió este sábado con un aplastante 5- 1 en el Azteca.
Lástima por Antony Silva, un portero con clase y capacidades demostradas, sin embargo, con una defensa sorda, lenta, incapaz de convertirse en una barrera eficaz para parar los embates de “Las Águilas”.
La Franja cierra una temporada marcada por empates, nunca fue un rival fácil, pero llegó el América, que simplemente puso de manifiesto su capacidad ofensiva y humilló al “Pueblota”, como patéticamente lo llaman en sus redes sociales.
El Puebla desapareció en los dos juegos, no fue el equipo de siempre, no tuvo alma, no tuvo intensidad, sin dinámica, ni idea, el Puebla enfrentó la serie como un cadáver.
Por cierto, Larcamón metió a su goleador en el 86. Marcador Global 11 -2.
