El América logró el primer tricampeonato desde que se instauraron los torneos cortos en 1996, lo hizo con un solo estratega, André Jardine quien sigue estableciendo números sobresalientes lo que abre la conversación de los medios de comunicación que gustan de inflar datos sobre si ya es el mejor técnico en la historia americanista, faltando a una máxima de la vida: Si juegas más, hay más posibilidades de ganar más de lo que se hacía en el pasado, ya que hay más torneos y para empezar el año futbolístico en nuestro país otorga dos títulos de liga cuando en antaño sólo era uno y aquel América ochentero logró un tricampeonato que constó de dos torneos largos y uno corto por el mundial, para después ganar otro bicampeonato en la 87-88 y 88-89, es decir su dominio de la década fue muy marcado.
Lo anterior no quita mérito a un América que ha logrado este tricampeonato con distintas maneras lo que también habla del enorme mérito de su director técnico. Hace un año en el Apertura 2023 el juego americanista fue brillante, con un gran trabajo de sus mediocampistas Álvaro Fidalgo y Diego Valdés, hace un semestre hubo un momento en que ese buen juego se perdió y Jardine echó mano de una versión más conservadora en plena liguilla para mantener el cetro para lo cual tuvo que improvisar como lateral derecho a Israel Reyes y ahora tras una temporada con muchas lesiones y con jugadores que no alcanzaban su mejor versión por la ausencia de una pretemporada, el brasileño fue zurciendo, recuperando jugadores como Kevin Álvarez para esa lateral derecha lo que permitió regresar a Reyes a la central para acompañar a un Ramón Juárez quien se consolidó como el líder de la defensa y a un Alejandro Zendejas quien brilló en esta liguilla no sólo por su buen juego, sino por su sacrificio porque este América alternó momentos de buen futbol, con una solidez en la retaguardia propia de hace seis meses; más allá de lo que se comentó a lo largo de esta liguilla, el América cerró espacios, pero siempre con la idea de hacer daño cuando recuperaba la pelota.
Son dieciocho partidos de liguilla los que el América de Jardine ha disputado en liguilla y sólo ha perdido uno en una eliminatoria que ya estaba decidida tras haber goleado 5-0 al San Luis tierras potosinas en la ida de las semifinales del Apertura 2023, en total fueron tres triunfos, dos empates y ese descalabro para lograr el campeonato, seis meses más tarde terminó invicto con apenas dos victorias a cambio de cuatro empates y ahora volvió a cerrar invicto con cuatro triunfos y dos empates, en total hablamos de nueve victorias, ocho empates y una derrota lo que habla de un equipo convencido de lo que su técnico pide en la cancha, un estratega que se ha adaptado a las características de su plantel y al momento de sus jugadores, la manera en la que futbolistas talentosos como Álvaro Fidalgo y Alejandro Zendejas contribuyen a la recuperación de la pelota, a morder al rival habla del trabajo del estratega y del hambre de gloria de esta plantilla.
Aunque las comparaciones son odiosas si revisamos los números del América ochentero en las liguillas del tricampeonato nos daremos cuenta de que son muy parecidos: En la 83-84 bajo el mando de Carlos Reinoso ganaron tres juegos y empataron tres, en la 84-85 el equipo inició flojo, se cambió al estratega y llegó Miguel Ángel “Zurdo” López para conseguir el bicampeonato tras superar al Atlas en semifinales al empatar en el Jalisco y en el Azteca por lo que tuvieron que ir a la tanda de penales ya que no existía la regla del gol como visitante o la mejor ubicación en la tabla; en la final, las Águilas enfrentaron al líder del torneo, los Pumas de Mario Velarde, empataron a uno en el Azteca con los tantos de Carlos Hermosillo y de Alberto García Aspe, en la vuelta celebrada en Ciudad Universitaria igualaron a cero tras una actuación destacada de Héctor Miguel Zelada, ese año se había aprobado que no habría tiempo extra o penales sino que se jugaría un tercer partido en cancha neutral que resultó ser “La Corregidora” de Querétaro donde en una noche muy polémica los de Coapa ganaron 3-1 con dos tantos de Daniel Brailovsky y uno más de Carlos Hermosillo; Ricardo Ferreti hizo el tanto universitario.
Fueron tres triunfos y cuatro empates en camino del título, mientras que en el PRODE 85 (torneo corto con motivo de la preparación mundialista, llamado así por el patrocinador Pronósticos Deportivos), el América ganó tres, empató dos y perdió la final de ida frente a Tampico Madero, dirigido por Carlos Reinoso, por 4-1, lo que lo obligó a una gran remontada en el Azteca que se saldó con un 4-0 donde las figuras fueron Eduardo Bacas y Efraín “Fanny” Munguía. En total fueron tres triunfos, dos empates y una derrota por lo que la suma de esas liguillas en los ochenta fue de nueve victorias, nueve empates y un descalabro con ese juego más por la serie de tres juegos ante Pumas en la final de la 84-85.
El actual América dominó la liguilla, recordando que ingresó por la vía del play in por lo que tuvo que ganar como visitante a Tijuana para meterse como séptimo lugar, ya en cuartos de final sorprendió y dejó sin respuestas al Toluca de Renato Paiva para enfrentar a Cruz Azul en semifinales, volvió a cerrarse en la ida para sacar un cero a cero que le daba posibilidades para buscar la victoria en la vuelta y en un juego de locos se impuso 4-3 a una Máquina que había regresado de un 1-3, pero ahí apareció otra virtud del equipo azulcrema: La personalidad para sobreponerse al golpe y encontrar el camino del triunfo, mientras que en la final se repuso al golazo inicial de Sergio Canales, para empatar rápido en el mismo primer tiempo y explotar en el segundo lapso donde tomó ventaja y pudo marcar más goles que le dieran mayor tranquilidad para visitar la Sultana del Norte.
Ayer supo sufrir los primeros quince minutos donde tampoco es que los Rayados convirtieran en figura a Malagón, equilibró en mediocampo, se puso en ventaja con un golazo de Richard Sánchez y luego contó con una gran reacción de Malagón para evitar el empate casi inmediato para después controlar a un equipo sin imaginación, plano, sin desequilibrio, que le facilitó las cosas a la concentrada defensa americanista hasta que en la parte final una jugada individual de Johan Rojas dio algo de esperanza a los locales, que es cierto, tuvieron un remate al travesaño de Sebastián Vegas, pero fueron dos acciones puntuales generadas más por orgullo que por futbol, porque en ese sentido el partido siempre estuvo en el escenario que quería Jardine, un hombre que llegó a México vía el San Luis (otro ejemplo de la capacidad del grupo de inteligencia deportiva del equipo potosino) tras haber sido campeón olímpico en Tokio 2020 con la selección sub 23 de Brasil.
Jardine nació en 1979, estudió ingeniería, aunque no la terminó, y educación física, llegó al futbol con las divisiones inferiores del Internacional, luego emigró al Sao Paolo en el mismo trabajo con juveniles, tuvo algunos procesos como técnico interino del primer equipo y el 3 de abril de 2019 fue nombrado técnico de la selección que clasificó a los Juegos de Tokio y una vez en tierras niponas venció 4-2 a Alemania, empató a cero con Costa de Marfil y cerró la fase de grupos con una victoria de 3-1 sobre Arabia Saudita; en cuartos de final se impuso 1-0 a Egipto, empató a cero con México en las semifinales por lo que los penales definieron al equipo que fue a la final, mismo que fue Brasil que en tiempo extra se impuso 2-1 a la España de Luis de la Fuente para refrendar la medalla de oro. Estamos hablando de un técnico que ha entregado buenas cuentas en todos los encargos que ha tenido.
Con su trabajo el América logró el segundo tricampeonato de su historia y se convirtió en el primer equipo mexicano en conseguirlo, aunque de cara al Clausura 2025 el reto del tetracampeonato suena muy llamativo ya que Chivas es la única escuadra que ganó cuatro títulos consecutivos, de la campaña 58-59 a la 61-62 bajo el mando de Arpad Fekete y Javier de la Torre, cuando además no existía la liguilla y el campeón se coronaba por hacer más puntos. El Cruz Azul de los setenta fue tricampeón de la 71-72 a la 73-74 bajo el mando de Raúl Cárdenas y el América de los ochenta de la 83-84 al PRODE 85 bajo la dirección técnica de Carlos Reinoso y Miguel Ángel López.
Precisamente fue el Monterrey el que evitó que las Águilas ganaron cuatro campeonatos seguidos en los ochenta; en el otro torneo corto del ciclo 85-86, llamado México 86, los Rayados de Francisco Avilán terminaron como líderes, el Puebla fue segundo, Tampico Madero tercero y América cuarto. Cruz Azul fue quinto, Morelia sexto, Chivas séptimo y Atlante octavo. Los de Coapa se impusieron 2-0 global a Cruz Azul con par de victorias por la mínima y en semifinales enfrentaron al Tampico Madero, mientras la otra fue entre Monterrey y Chivas. El América ganó 3-2 la ida, pero la “jaiba brava” tuvo su revancha de la final del PRODE 85 cuando goleó 4-0 a los capitalinos para dejarlos fuera y darse la oportunidad de jugar otra final, misma que perdieron frente a los Rayados, que así obtuvieron su primer título en la historia con Francisco Javier “Abuelo” Cruz y Mario Mota “Bahía” como algunas de sus figuras.
La eliminación frente a Tampico Madero y la coronación de los Rayados no es un dato menor, pese a que en la 86-87 (la más larga de la historia con 42 jornadas) las Águilas fueron eliminadas por el Puebla en Cuartos de Final en pleno Estadio Azteca, regresaron para ganar el campeonato de la 87-88 frente a Pumas para cerrar un año donde fueron líderes generales y lo refrendaron en la 88-89 cuando aprovecharon una liguilla por grupos para llegar a la final y superar al Cruz Azul, cerrando la gran década para el americanismo, que casi cuarenta años más tarde, bajo otras circunstancias, las de los torneos cortos, vuelve a gozar de un tricampeonato y a soñar con el tetra de forma consecutiva.
Lo cierto es que la coronación americanista de anoche fue justa ya que, en la liguilla, el América fue el que mejor entendió los momentos de las eliminatorias, el que fue capaz de alternar momentos de buen futbol, con otros que obligaban a una versión más conservadora. El título americanista habla de la capacidad camaleónica de André Jardine, así como de la vasta plantilla con la que cuenta, jugadores hambrientos de gloria, que lejos de posturas de estrellas, se han dedicado a trabajar, a mejorar, a entender que por más talento que tengan, para conseguir los resultados es necesario un trabajo en equipo y a veces también es necesario el sacrificio. Hoy hay un digno tricampeón en el futbol mexicano, y más allá de comparar a Jardine con otros históricos del banquillo azulcrema habría que valorar la forma en la que el brasileño impactó en un club cuyos aficionados al principio dudaban de él a pesar de la carta de presentación de la medalla de oro en Tokio 2020. América es tricampeón porque encontró un técnico que convenció a una plantilla talentosa de la necesidad del esfuerzo y del trabajo de equipo, ese trabajo de equipo ha resultado esencial ante escuadras que al menos en esta liguilla trataron de llegar al cetro a partir de individualidades y, por ello, se quedaron sin respuestas ante el trabajo azulcrema.