
20 diciembre, 2025 11:47 am
El árbol de Navidad es uno de los símbolos más emblemáticos de las festividades decembrinas. Su origen se remonta a antiguas culturas europeas que, durante el invierno, utilizaban árboles verdes como representación de vida, esperanza y renovación frente a las adversidades de la estación.
Con el tiempo, el cristianismo adoptó esta tradición, otorgándole un significado espiritual al asociar el árbol con la vida eterna y el amor divino.

Los adornos que lo decoran también poseen un simbolismo especial. Las luces representan la guía y la esperanza, mientras que las esferas evocan los frutos del árbol del bien y del mal. Los lazos y guirnaldas simbolizan la unión y la alegría, y la estrella en la cima recuerda la estrella de Belén que guió a los Reyes Magos.
Hoy en día, el árbol navideño no solo embellece hogares y espacios públicos, sino que también se convierte en un punto de encuentro familiar.

Alrededor de él se comparten momentos especiales, se intercambian regalos y se refuerzan los lazos afectivos.
Más allá de su función decorativa, el árbol de Navidad nos invita a reflexionar sobre la importancia de la vida, la solidaridad y las tradiciones que nos unen como sociedad.




