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Opinión | DEPORTE, ESPECTÁCULO Y EXCELENCIA

Por Antonio Abascal

24 enero, 2022 1:44 pm




Cuatro juegos decididos en la última jugada, un partido que cambió cuatro veces de líder en el marcador en los últimos ocho minutos, los dos equipos con la mejor marca de temporada regular sorprendidos por un gol de campo de los visitantes y el campeón que se quedó corto en su gran reacción cuando parecía que el momento del partido era suyo, son las ideas principales del magnífico fin de semana que nos regaló la NFL y que fue un compendio de las virtudes de esta liga: Máxima competitividad, paridad buscando la excelencia, estupendos jugadores en cada equipo y reglas que favorecen el espectáculo. El futbol americano demostró que es posible ligar al deporte con decisiones empresariales que buscan fortalecer el negocio para ofrecer un producto espectacular, pero la clave de todo ello es cuidar el sentido deportivo.

Bengalíes de Cincinnati con su estupendo y joven mariscal de campo, Joe Burrow, está de regreso en un juego por el campeonato de la Conferencia Americana, instancia en la que no aparecía desde la campaña de 1988 cuando llegó al Super Bowl y ahí se quedó muy cerca de terminar con el invicto de Joe Montana y los 49ers de San Francisco que, por el contrario, sumaron el tercero de su trayectoria. Si bien es cierto que la versión 2021 de los Bengalíes ha llegado lejos gracias al talento de su ofensiva, fue su defensiva la que sacó la casta para frenar en su casa a los Titanes de Tennessee que contaban con el regreso de su principal corredor, Derrick Henry; pero mientras Joe Burrow casi no tuvo tiempo para lanzar y sufrió nueve capturas por parte de los locales, la defensiva visitante logró tres intercepciones a Ryan Tanehill incluyendo la última con 40 segundos en el reloj que permitió el pase de Burrow a Chase que preparó la escena del gol de campo del novato McPherson que sumó cuatro en total y generó la primera gran sorpresa del fin de semana.

De cara al partido sabatino nocturno entre los 49ers de San Francisco y los Empacadores de Green Bay se había comentado que era clave para los californianos poner a presión a Aaron Rodgers y establecer su ataque terrestre, pero en la primera serie ofensiva Rodgers les movió el balón como quiso y terminó con un acarreo de AJ Dillon para anotación, mientras la ofensiva comandada por Jimmy Garoppolo no pudo lograr un primero y diez en sus primeras cuatro posesiones sin que el ataque terrestre marcara diferencia y con los receptores como Kitlle, Jennings y Aiyuk tirando buenos pases de su mariscal de campo; pero tras esa primera serie ofensiva de los Empacadores, la defensiva de los gambusinos ajustó, Fred Warner forzó un balón suelto y aunque no se reflejó en puntos sí fue capaz de establecer un juego defensivo en donde Rodgers cada vez estuvo más incómodo.

Sin embargo en el cierre de la primera mitad se dio una serie de acciones que pudieron cambiar la perspectiva, la ofensiva de San Francisco empezó a entrar en ritmo con una gran recepción de Kittle, apareció Deebo Samuel y los gambusinos se metieron a zona roja, pero un castigo de la línea ofensiva complicó el panorama y luego Jimmy Garoppolo escapó de una captura pero lanzó corto el pase a la zona de anotación y fue interceptado. Más tarde Aaron Rodgers encontró solo a Aaron Jones y ahora los locales se metieron a la zona roja de San Francisco, pero ahí una captura de Arik Armstead forzó a que fueran por el gol de campo, mismo que fue bloqueado. Los 49ers se fueron al descanso perdiendo 7-0 y con la sensación de que se habían salvado; el resto del juego fue un concierto defensivo en el que intercambiaron goles de campo, pero donde Rodgers ya no estaba cómodo hasta que tras parar a los 49ers en cuarta y una, Green Bay vio cómo su mariscal de campo era capturado nuevamente para despejar con cuatro minutos en el reloj; la patada fue bloqueada y devuelta para anotación para empatar el juego: La defensa y los equipos especiales levantaban a los 49ers. Rodgers no pudo establecer una serie ofensiva como le gusta y San Francisco no desaprovechó para armar una serie de buenas jugadas que culminaron con el gol de campo de la victoria.

Su rival en la final de la Conferencia Nacional serán los Carneros de Los Ángeles que derrotaron 30-27 a los Bucaneros de Tampa Bay, en un juego en el que mostraron dos caras, una que era la continuación de su versión dominadora tanto a la defensiva como a la ofensiva que les llevó a apalear a Arizona en los comodines. Los Carneros ganaban 27-3 pero luego vinieron errores en forma de balones sueltos que metieron en el juego a los campeones defensores que empataron a 27 con 42 segundos en el reloj, pero ahí Matthew Stafford lanzó dos pases incluyendo uno de 44 yardas a Cooper Kupp que preparó la escena del gol de campo de la victoria para que los Carneros tengan el honor de recibir el juego de campeonato de la Conferencia Nacional donde se medirán a los 49ers de San Francisco que esta campaña ya los han derrotado las dos ocasiones en que se enfrentaron en la temporada regular.

El último juego de la ronda divisional se vislumbraba como una final adelantada y Bills y Jefes no fallaron regalando un juego de poder a poder entre dos extraordinarios mariscales de campo y dos defensivas que se quedaron sin respuestas, los Bills estuvieron muy cerca tras la majestuosa actuación de Josh Allen y Gabriel Davies (récord de postemporada con cuatro pases de anotación) ya que con 13 segundos ganaban 36-33, pero Patrick Mahomes encontró la forma de aprovechar ese tiempo y con dos pases preparó la escena para el gol de campo del empate. Ante las injustas reglas del tiempo extra y ante el nivel de cansancio de las defensas, era muy probable que el equipo que recibiera la primera ofensiva del tiempo extra se llevaría la victoria y los Jefes ganaron el volado para que Mahomes dejara sin posibilidades a los Bills con su pase de anotación a Travis Kelce; el mariscal de campo de los Jefes finalizó con 368 yardas y tres anotaciones, más 69 yardas y una anotación por la vía terrestre, mientras que Josh Allen lanzó para 329 yardas con cuatro pases de anotación y 68 yardas por tierra lo que habla de la perfección a la que jugaron los dos mariscales de campo ya que aquí no hubo errores en formas de entregas de balón, hubo dos ataques explosivos que dejaron sin respuestas a las defensivas.

Kansas City recibirá a los Bengalíes de Cincinnati en la final de la Conferencia Americana, mientras que los Carneros harán lo propio contra los 49ers, puede haber reedición de un Super Bowl si los 49ers llegan ya que antes ya se enfrentaron tanto a los Jefes como a los Bengalíes (dos veces), o uno inédito si los Carneros son capaces de ganar en casa para convertirse en la segunda franquicia en jugar un Super Bowl en su estadio, como hace un año hicieron los Bucaneros de Tampa Bay.

Lo cierto es que esta liga parece abrirse a una era en la que el mariscal de campo es fundamental para ganar. En el pasado hubo equipos como los Osos de Chicago, los Bucaneros de Tampa Bay en su primer campeonato, o los Cuervos de Baltimore en donde su defensiva era dominante y sus mariscales de campo no cometían errores, pero no eran brillantes y así lograron el Vince Lombardi. Ahora tres de los cuatro equipos que quedan tienen mariscales de campo que son capaces de armar series ofensivas con pocos segundos en el reloj y que son espectaculares: Burrow de Cincinnati, Mahomes de Kansas City y el veterano Stafford de los Carneros. San Francisco llega con una gran defensiva, con unos equipos especiales que levantaron la mano en la ronda divisional, con un buen ataque terrestre, con un jugador diferente como Deebo Samuel y con un mariscal muy cuestionado porque es incapaz de conectar pases largos así como por su irregularidad, sin embargo, jugadores como George Kittle y Nick Bosa han destacado el liderazgo de Garoppolo, así como su capacidad de sobreponerse y colocar a los 49ers en la posibilidad de ganar.

Esa es la NFL, una liga en la que se ha trabajado para hacerla espectacular, para hacerla lo más pareja posible, pero donde también se busca la excelencia; este fin de semana fue espectacular porque los cuatro juegos se decidieron en la última jugada, pero antes vimos extraordinarias jugadas y magníficos jugadores en el punto más alto de su rendimiento, lo que demuestra que sí hay una ecuación para conseguir la espectacularidad, fortalecer el negocio y darle a los aficionados las emociones que sólo el deporte puede dar, pero esa ecuación empieza fortaleciendo al deporte en sí y eso la NFL lo entendió desde hace varios años a diferencia de lo que sucede con los jerarcas del futbol a nivel global.





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