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COLUMNA | UN NUEVO PUEBLA

Por Antonio ABASCAL

16 enero, 2023 2:30 pm




Victoria para dar calma, tres puntos más que necesarios tras la pobre imagen en la jornada inaugural, buen debut de Facundo Waller en el mediocampo camotero pero todavía lejos de la mejor versión de algunos jugadores y todavía con una nueva idea del técnico que está en proceso de cuajar para lo cual necesitará tiempo, puede ser la lectura del juego del viernes pasado en donde el Puebla de la Franja se impuso 2-0 a los Gallos Blancos del Querétaro que se quedaron con diez hombres desde el minuto siete por la dura entrada de Kevin Balanta sobre Martín Barragán quien tuvo que ser sustituido al medio tiempo. No fue un partido vistoso pero el resultado sí es muy importante de cara a las dos pruebas consecutivas que se afrontará al visitar al América el próximo sábado y recibir al Monterrey el viernes 27.

El Puebla enfrentó a un rival que venía motivado por su buen partido ante el América y que desde un inicio  mostró que sabía bien lo que buscaba en el Cuauhtémoc, pero la expulsión de Balanta modificó los planes de Mauro Gerk y poco a poco la escuadra local supo dónde buscar para aprovechar la superioridad numérica aunque esa búsqueda fue intermitente, pero sobre todo lo más preocupante fue que cada vez que Querétaro pudo contragolpear lo hizo con peligro lo que habla de que la mayoría de los ajustes que hacen falta se requieren en el trabajo del mediocampo para recuperar el balón y en la zona defensiva donde pese a los cambios con respecto al duelo contra los Tuzos, los Gallos también encontraron facilidades para generar peligro en el marco de Antony Silva quien en el primer tiempo volvió a aparecer para negar el gol del empate a los visitantes.

Eduardo Arce modificó al ingresar a Lucas Maia como el tercer central para acompañar a Gastón Suilva y Emanuel Gularte, con Luis Arcadio García como carrilero por izquierda, permitiendo que De Buen se metiera a la central para dar salida al balón pero también apoyara en el mediocampo a Federico Mancuello quien ahora sí tuvo más cobjjo por el propio de Buen, así como por un  participativo Waller y un intermitente Pablo Parra; por derecha se mantuvo Emilio Martínez, pero es evidente que Gularte vive un proceso para recuperar su mejor versión, que Lucas Maia lucha para retomar la confianza perdida el semestre anterior y que Gastón Silva pese a su porte y currículum aquí en Puebla sigue quedando a deber porque no ejerce como el líder de la defensa, porque se desconcentra mucho y eso lo hace perder en varias ocasiones la marca, el charrúa sigue ofreciendo compendios de fallas y alguna buena acción lo que habla de su desempeño irregular.

Al finalizar el partido el timonel poblano señaló que su plantel vive un proceso de recuperación, algunos porque salen de lesiones prolongadas y otros porque perdieron la confianza lo cual es evidente. Es un nuevo Puebla aunque la directiva poblana insiste en que con la elección de Arce Peña se garantizó la continuidad de la llamada “identidad Puebla” y al trabajo de Nicolás Larcamón, la realidad es que si bien algunas ideas ciertamente se mantienen también los matices del nuevo estratega se empiezan a notar como la integración de Diego De Buen al mediocampo para tratar de acompañar más a Mancuello, el cambio de bandas entre Waller y Parra para ponerlos a perfil cambiado y la búsqueda del carrilero por izquierda tras la floja actuación de Ivo Vázquez frente a Pachuca y con un Luis Arcadio García que aportó a la ofensiva al enviar un buen centro para que Mancuello abriera el marcador pero que en tareas defensivas sufrió y necesitó de las coberturas de Maia.

La idea de Arce es no dejar tan solo a Mancuello en el mediocampo y a partir de ahí hacer más sólido al equipo pero tras dos partidos es una idea que apenas va tomando forma y necesitará la mejor versión de los futbolistas así como que Waller termine de entenderse con sus nuevos compañeros, necesitará mucho más de Parra, así como mayor seguridad defensiva de Luis Arcadio García (o quien vaya por izquierda) y de los centrales de los cuales ya conocemos lo que Maia y Gularte pueden aportar estando a tope pero ya es momento que Gastón Silva demuestre las condiciones por las cuales se apostó por su llegada y que tras un torneo completo y dos juegos del presente han aparecido en contadas ocasiones.

Mención aparte merece el tema de los cambios que la campaña pasada fueron un dolor de cabeza y que el viernes aportaron para conseguir el primer triunfo del torneo: Guillermo Martínez ingresó por Emilio Martínez para el segundo tiempo, Martín Barragán, con las molestias en el tobillo tras el golpe de Balanta, cedió su lugar a Daniel Álvarez y ambos hombres de refresco participaron en la jugada del segundo gol ya que Álvarez sacó un gran servicio desde la izquierda para que Martínez cabeceara y fusilara a Gil Alcalá y diera tranquilidad al cierre del partido. Además Gustavo Ferrareis, otro que vive su propio proceso de recuperación de confianza y nivel tras la lesión del semestre anterior, entró en lugar de Luis Arcadio García al minuto 58 y aunque todavía está lejos de su mejor versión se nota que el brasileño está comprometido en alcanzar esa mejor forma, el canterano Ángel Robles ingresó al 75 en lugar de Pablo Parra y se quedó cerca del tercer gol del equipo pero su disparo fue desviado a tiro de esquina por Alcalá e igualmente al 75 entró Fernando Arce por Facundo Waller dejando sensaciones que puede aportar.

De tal manera hay que insistir en que este es un nuevo Puebla, que con sus momentos brillantes y sus zonas oscuras la era Larcamón finalizó y que ahora se deberá ir valorando el trabajo del nuevo técnico que en los números ha empezado con lógica: Perder ante el campeón Pachuca era algo previsible y ganarle al Querétaro, una escuadra que ya suma cuarenta y ocho juegos sin ganar fuera de casa, era obligado; más allá de que las sensaciones hayan sido muy malas en tierras hidalguenses y poco satisfactorias en el Cuauhtémoc en el duelo del viernes pasado el triunfo era fundamental para inyectar confianza a los jugadores ya señalados en anteriores líneas y para que la nueva idea o los matices del nuevo cuerpo técnico empiecen a florecer. No fue un triunfo “bonito” ante los Gallos pero era necesario, hubo muchos sobresaltos defensivos pero al final Antony Silva con su atajada pudo mantener el cero en su portería algo que no sucedía desde el 30 de julio de 2022 cuando la Franja en casa empató a cero ante el San Luis y, de hecho, en el torneo pasado sólo en dos ocasiones pudo irse sin gol en contra ya que la otra ocasión fue igualmente en la jornada dos en la victoria de 1-0 frente a Santos Laguna el 8 de julio.

Pese a que la palabra “continuidad” fue la más repetida en el receso por parte de la directiva poblana hay que destacar que los matices que está intentando introducir Eduardo Arce son significativos porque buscan fortalecer el mediocampo, una zona que se fue desprotegiendo hasta esa tormenta perfecta que fueron los pasados cuartos de final ante América y que destruyó al Puebla de Larcamón; por ello los siguientes compromisos camoteros lucen como un reto y un verdadero examen profesional para Arce Peña y su equipo visitar al América y recibir al Monterrey, si bien también es importante insistir en que este equipo de la Franja todavía no tiene a varios de sus jugadores claves en su mejor momento, todo hace indicar que más allá de los resultados que arrojen esos dos partidos este nuevo Puebla puede ser competitivo si hay la tranquilidad necesaria para ir recuperando y llevándolos a su mejor versión a los Gularte, Ferrareis, Maia, Corral, para ver si los jóvenes Martínez, Vázquez, Herrera, Robles y García pueden dar el estirón y para exigir mucho más a los Gastón Silva y Pablo Parra.

No será sencillo pero dentro de las ideas de Larcamón que hay recuperar de los escombros que dejó el América en octubre pasado, con este nuevo Puebla hay que ir partido a partido porque sí hay matices profundos que el nuevo cuerpo técnico intenta plasmar, hay nuevos jugadores que pueden aportar por lo que el reto es acompañar esta adaptación con resultados positivos y sobre todo volver a comunicar con la afición lo que marcará la era de Eduardo Arce: Volver a edificar un equipo que agrade y que sea capaz de transmitir emociones a la tribuna del Estadio Cuauhtémoc, es cierto Roma no se hizo en un día y el juego contra Querétaro permitió empezar a conocer lo que pretende el nuevo timonel pero el Puebla no se puede permitir alejarse de su afición, en ese sentido sí hay un mayor sentido de urgencia: La nueva Franja de Arce Peña necesita convencer a la afición rápidamente y no hablo sólo de resultados, sino de la forma.





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