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Opinión Desplome alemán

Por Antonio ABASCAL

11 septiembre, 2023 2:21 pm




Desde 1908 once entrenadores han dirigido a Alemania y estamos en la búsqueda del décimo segundo porque la famosa frase de Gary Lineker, ha dejado de tener validez: “El futbol es un deporte en el que juegan once contra once y al final siempre gana Alemania”. La crisis que inició en Rusia 2018 al ser eliminado por primera vez en la fase de grupos de un mundial y que sólo tenía como antecedente la tempranera eliminación de la Alemania nazi en Francia 38 cuando empató a uno con Suiza y por ello tuvo que disputarse un segundo juego que los suizos ganaron 4-2, ha dado paso a malos resultados en la Euro 2020, en las ligas de naciones donde no ha podido clasificar a alguno de los tres final four que ya se han celebrado, una nueva eliminación en fase de grupos de Qatar 2022 y sumar cuatro derrotas en los últimos cinco juegos incluyendo una goleada en casa ante Japón por 4-1 que significó el cese de Hansi Flick.

El 48% de efectividad del ahora ex técnico es uno de los más bajos en la historia germana, sólo superado por el 41.67% de Erick Ribbeck quien dirigió de 1998 a 2000 y del 27.59% del Comité Directivo que se hizo cargo de arrancar el camino de 1908 a 1926 antes de la designación  de Otto Nerz. Hans Dieter Flick llegó en 2021 tras el final de la larga y exitosa de Joachim Low aunque finalizada con esa eliminación en Rusia 2018 y una Euro que acabó en octavos de final frente a Inglaterra en Wembley. Flick dirigió veinticinco partidos con saldo de doce triunfos, siete empates y seis derrotas, de setenta y cinco puntos sólo ganó 43, es junto con Ribbeck el que menos tiempo ha estado al frente del equipo teutón y como Ribbeck sólo dirigió en un gran torneo: En su caso fue el mundial, mientras que en el caso de Ribbeck fue la Euro de 2000 donde Alemania sólo ganó un punto producto de un empate a uno, con gol de Mehmet Scholl, contra Rumania, para después caer 1-0 ante Inglaterra y ser goleado 3-0 por Portugal con un hat trick de Sergio Conceicao.

Antonio Abascal 

En Qatar 2022, la Alemania de Flick perdió 2-1 ante Japón luego de ir ganando desde el primer tiempo, pero los nipones le dieron la vuelta en siete minutos, luego empató a uno ante España en lo que fue uno de los mejores partidos del mundial y cerró con triunfo de 4-2 sobre Costa Rica a pesar del susto de ver a los ticos ganando al minuto setenta, sin embargo, Kai Havertz apareció para marcar en dos ocasiones y devolver la lógica al resultado; pese al triunfo, el triunfo de Japón ante España con aquella polémica jugada donde el balón pareció salir pero que el VAR con el mexicano Fernando Guerrero validó como gol significó el pase como primero de grupo para los nipones, dejando a los españoles en segundo por diferencia de goles con respecto a Alemania que así regresó a casa otra vez de forma prematura.

Cabe resaltar que antes del Mundial, Alemania había desperdiciado la oportunidad de acceder por primera vez al Final Four de la Liga de Naciones de Europa ya que en la Fecha FIFA de septiembre de 2022 perdió en casa (Leipzig) 1-0 con Hungría con gol de Adam Szallai al minuto diecisiete y cerró con un empate a tres ante Inglaterra en territorio inglés donde llegó a tener ventaja de 0-2 al minuto setenta. El equipo de la rosa logró el empate en cuatro minutos con tantos de Luke Shaw al 71 y de Mason Mount al 75, al 83 Harry Kane le dio ventaja a los locales y Kai Havertz al 87 decretó el empate infructuoso porque Italia clasificó como líder y accedió al Final Four que se jugó este año en Países Bajos y que coronó a España tras vencer a Croacia en los penales.

Alemania será la sede de la Euro de 2024 por lo que no juega eliminatorias pero sus resultados a lo largo de este 2023 obligaron al cambio de timón a pesar de que no acostumbren cortar procesos. Tras el mundial, el 25 de marzo, los germanos ganaron 2-0 a Perú, para perder 2-3 ante Bélgica el 28, en junio empató a tres frente a Ucrania que llegó a estar en ventaja de 1-3 al minuto cincuenta y seis, en esa misma fecha FIFA de junio perdió 1-0 ante Polonia y 0-2 contra Colombia con los tantos de Luis Fernando Díaz y Juan Guillermo Cuadrado. El acabose vino el sábado cuando los japoneses los golearon 4-1 en Wolfsburg, con dos goles en los minutos finales (90 y 92).  Es una de las derrotas más abultadas en suelo germano sólo por debajo del 1-5 que Inglaterra le endilgó en Múnich en septiembre de 2001 en el camino para el mundial de 2002. Son cuatro juegos sin ganar, tres derrotas en fila y una defensa que hace agua: Contra Japón los centrales fueron Rudiger y Sulle, muy lentos para la velocidad japonesa y para los espacios que había tras ellos, los laterales Schlotterbeck por izquierda quien fue superado por Junja Ito, mientras que Joshua Kimmich volvió a la derecha y perdió el gafete de capitán.

Hay una gran paradoja en la crisis alemana que data de 2017; en ese momento Alemania era campeón mundial, había perdido la semifinal de la Euro de 2016 jugando muy bien ante Francia, era subcampeón olímpico perdiendo el oro olímpico en penales frente a la Brasil de Neymar y en ese 2017 ganó la Copa Confederaciones con un equipo alterno, repleto de jóvenes que parecían estar listos entre los que se encontraban Marc André Ter Stegen y Joshua Kimmich, Joachim Low prefirió a la vieja guardia que se había coronado en Brasil 2014 y la conjunción entre los consagrados y los emergentes no cuajó en Rusia 2018; Low se mantuvo en el puesto para sufrir una eliminación tempranera como último lugar de grupo en la primera liga de naciones, luego sufrió una goleada de 6-0 ante España en territorio español en la segunda y en la Euro itinerante de 2021 cayó 1-0 ante Francia, venció 4-2 a Portugal y empató a dos con Hungría con un gol al minuto 84 de León Goretzka (otro de los que brilló en la Confederaciones de 2017) para lograr la clasificación a octavos como segundo lugar de grupo por lo que tuvo que enfrentar a Inglaterra en Wembley; el partido se saldó con triunfo inglés por 2-0 con los goles de Sterling al 75 y Kane al 86. En ese momento se decidió la salida de Low quien es el técnico que más tiempo ha dirigido a la “Manschaft” de forma ininterrumpida (2006-2021, superando a los catorce de Sepp Herberger de 1950 a 1964 y los catorce de Helmut Schon de 1964 a 1978) en los que dirigió en 181 juegos.

Sepp Herberger dirigió a Alemania desde 1936 (tras el fracaso de los Juegos Olímpicos de Berlín 36 donde Alemania perdió en cuartos de final ante Noruega e Italia se quedó con la medalla de oro) hasta 1942 cuando la II Guerra Mundial ya no permitió el desarrollo de partidos de futbol. Tras el conflicto armado recuperó su posición en 1950 pese a que Alemania seguía castigada internacionalmente por su papel en la guerra y por ello se perdió Brasil 50 ; fue el arquitecto del “Milagro de Berna” donde Alemania descarriló a la máquina húngara de Gustav Szebes y se mantuvo en el cargo hasta 1964 luego de perder ante Yugoslavia en los cuartos de final del mundial de Chile 62. En total entre las dos etapas fueron 169 partidos al frente de la selección alemana; su alumno Helmut Schön se mantendría en el banquillo otros catorce años, tras 139 partidos hasta la eliminación en segunda ronda de Argentina 78 frente a Austria y Holanda.

Flick se une a Otto Nerz (técnico de Alemania de 1926 a 1936 quien conquistó un tercer lugar en el Mundial de Italia 34), Erich Ribbeck, Rudi Voeller y Jurgen Klinsmann como los únicos entrenadores que no han conseguido algún título con Alemania aunque en el caso de Voeller fue subcampeón mundial en Corea-Japón 2002 al perder la final contra Brasil y Klinsmann fue tercero en Alemania 2006 además del arquitecto del cambio de forma de juego de los germanos que llegó a coronar Joachim Low en Brasil 2014.

Más allá de la figura del entrenador e incluso del estilo de juego, los problemas actuales de Alemania se centran en la falta de tres pilares que siempre tuvieron: Centrales de calidad, fuertes al corte y con personalidad (Rudiger y Schottelberck jugaron en esa posición contra Japón en Qatar 2022, contra España fueron Rudiger y Sulle, ante Costa Rica aparecieron los dos últimos con Klosterman ingresando en lugar de Sulle). En este 2023, Ginter y Schottelberk actuaron contra Perú en la última victoria germana, Ginter y Kehrer jugaron en la derrota frente a Bélgica, contra Ucrania, Flick intentó con línea de tres centrales: Rudiger, Ginter y Schottelberk y recibieron tres goles. Esa apuesta se mantuvo en el descalabro ante Polonia aunque con Rudiger, Thiaw y Kehrer, contra Colombia volvió a apostar por la línea de tres con Emre Can improvisado como central con Thiaw y Rudiger y ante Japón volvió a los dos centrales con Rudiger y Sulle. No hubo continuidad, se apostó por la línea de tres sin éxito y ante la falta de referentes hasta se improvisó a un mediocampista.

El otro pilar alemán eran los delanteros, tanques potentes que causaban miedo en las defensas: Timo Werner pasaba por un gran momento en la Copa Confederaciones de 2017, parecía el heredero de las glorias pero desde su lesión en la final ante Chile tras la dura entrada de Gonzalo Jara perdió su contundencia y en los años subsecuentes ha alternado momentos buenos con fallas imperdonables; Alemania se fue de Rusia 2018 al perdonar durante todo el partido a Corea del Sur echando de menos la contundencia que siempre tuvo; Kai Havertz ha sido otra alternativa, pero siendo un buen futbolista, parece no encajar con la necesidad de su selección, demasiado frío y sin el instinto que tenían los otros panzers del pasado. Flick encontró a Fulkrug, con características parecidas a las de antaño aunque sin la regularidad y calidad de los Rummenigge, Voeller o Klinsmann.

Sin la contundencia defensiva y en la delantera, Alemania ofrece momentos de buen futbol que no corona y, al contrario, sus enormes lagunas defensivas la penalizan de inmediato ya que nadie ha tomado el papel de líder (otro pilar que se cayó) ya que ni Kimmich, Gundogan o Ter Stegen han asumido esa posición, a diferencia de lo que siempre tuvo desde los tiempos de Fritz Walter o incluso esa Alemania que no tenía tanto talento y se las arregló para llegar a la final de Corea-Japón 2002 con figuras como Oliver Kahn y Michael Ballack.

La crisis alemana rompe con una de las verdades más seguras del futbol: Alemania siempre está. Hoy ya no está, echa de menos a líderes, echa de menos a centrales poderosos como Karl Heinz Foerster, echa delanteros contundentes que siempre aparecían. Un gigante se ha perdido, Rudi Voeller entra al quite para el amistoso de mañana ante Francia, pero a diferencia de la claridad con la que su federación siempre actuó nombrando, generalmente, a los auxiliares, hoy no hay una idea de lo que se busca porque suenan dos nombres muy alejados en sus concepciones futbolísticas Julian Nagelsmann y Louis van Gaal. Ojalá la decisión sea la correcta porque el nuevo técnico deberá encontrar respuestas más allá del parado y para ello necesitará de una materia prima que, por primera vez, no parece estar acorde con su historia.





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