El mal llamado “Obradorismo” se ha convertido en el pretexto principal de quienes integran el ala dura de MORENA
Un parapeto es un muro bajo que la ingeniería civil coloca a lo largo del borde externo de una calzada o de un puente para proteger a los vehículos, así como peatones; justamente es lo que están utilizando algunos aspirantes a diferentes puestos de elección popular para negociar diferentes posiciones bajo el argumento de que son fundadores del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).
Así como sucede a nivel nacional, en Puebla el mal llamado “Obradorismo” se ha convertido en el pretexto principal de quienes integran el ala dura de MORENA, para colocar una pared, entre ellos y su dirigencia, garantizar posiciones y no terminar desamparados.
Ejemplo de ello, son los tres actores del partido que el domingo pasado encabezaron la marcha, supuestamente en apoyo a la precandidata a la Presidencia de la República, Claudia Sheinbaum y al precandidato a la gubernatura, Alejandro Armenta, pero que al final utilizaron para descalificar las aspiraciones de aquellos que no son fundadores del partido.
Como observamos en fotografías y videos, los convocantes a la movilización del domingo fueron Claudia Rivera Vivanco, Alejandro Carvajal y David Méndez Márquez, quien fue utilizado por los dos primeros para robustecer la protesta, aunque al final estuvo completamente desangelada e incluso algunos pensaron que eran parte del enorme contingente cetemista que marchó por la mañana.
De acuerdo a los datos obtenidos por este reportero, el enojo de la ex presidenta municipal de Puebla, no tiene que ver con el buen posicionamiento, por cierto, de aspectos negativos que muestran prácticamente todas las encuestas y que no le han permitido convencer al comité estatal del MORENA para su nueva postulación, sino que es porque no ha logrado garantizar las posiciones que ha solicitado al partido.
Y es que, para abandonar su pretensión a la alcaldía de Puebla, Claudia Rivera, exigió tres diputaciones locales y una federal, petición que definitivamente los dirigentes del instituto guinda no aceptaron.
El caso de Alejandro Carvajal Hidalgo, es semejante, el diputado Federal, busca garantizar su reelección en la Cámara de Diputados, misma que puede realizar hasta por cuatro periodos consecutivos, sin embargo, al movimiento le urge debilitarlo, pues los ciudadanos del distrito que representa ya no quieren saber nada de él, no cumplió sus compromisos e incluso varios le entregaron recursos para gestionar diferentes apoyos y estos nunca llegaron.
Ante este panorama, en las próximas semanas, la misión de la dirigencia estatal del MORENA será continuar platicando con esos actores políticos para que bajen sus pretensiones políticas y garantizar el triunfo en la capital, de lo contrario la derrota estaría asegurada.
