La Grilla

La importancia de inspirar y motivar

Alejandro Meneses / @amenesesfdz

8 septiembre, 2022 3:10 pm




La definición de líder puede llevarnos a la confusión. La mayoría de los expertos en etimología sostienen que “Líder” viene del inglés “to lead”: ir adelante.  Si un líder es quien va adelante, quién “lleva la manada”, tal vez no sea esto lo que hoy necesitamos de un líder. En tiempos simples o complicados, donde las relaciones causa-efecto son posibles de encontrar, tal vez un líder en su concepción tradicional sea suficiente.  Pero en tiempos complejos, de multicausalidad y volatilidad extrema, los líderes necesitan otro conjunto de habilidades. Un líder hoy debe ser modelo y coach, motivador y sintetizador, visionario y realista, y por sobre todo entender que lidera personas… y corazones.

En tiempos de cambios exponenciales e incertidumbres, el líder se pone a dura prueba. El lugar del líder es un difícil lugar, es un lugar de soledad. Le atribuyen a Ringo Bonavena la excelente imagen de afirmar que cuando suena la campana y comienza la pelea, en el ring ni el banquito te dejan. En otras palabras, en el momento de la verdad el líder está solo. Pero no por ello debe dejar sola a su gente, por lo contrario. En medio de dudas y ambigüedades, el líder debe inspirar confianza y sentido de destino, en momentos de crisis personales, familiares, económicas y sanitarias debe ofrendar de su tiempo para empalizar con su gente.

Decía Colin Powell: “El día que los soldados dejan de traerte sus problemas, es el día en el que dejas de ser su líder. O bien perdieron la confianza de que puedes ayudarlos o bien llegaron a la conclusión de que no te importa. ¡Ambos casos son un fracaso en el liderazgo!”. Mucho más aún en estos momentos, donde la mayoría de las encuestas demuestra que la mayor preocupación de los empleados es la falta de certezas, el rol del líder es no solo guiar, sino ser luz, ofrecer escucha activa y contagiar entusiasmo, seguridad y propósito.

Los estilos de liderazgo van mutando y evolucionan con el tiempo y las circunstancias. No hacen falta los mismos líderes en todas las instancias y para todas las personas.

Liderazgo para innovar

En tiempos simples o complicados, la innovación puede ser un buen camino de mejora continua. En tiempos complejos como los que hoy vivimos la innovación es el arma más poderosa frente a este mundo, donde innovar es vital y no es opcional.

La innovación -que conlleva creatividad, motivación, emprendedurismo, escucha activa, resiliencia y trabajo en equipo- necesita algunas características de liderazgo que son imprescindibles para evitar el fracaso.

El líder que motive a innovar debe correrse del frente para que su gente pueda mirar hacia adelante, si el líder no se corre, se ve al líder, pero no la meta.  Elegimos un líder que nos inspira en el propósito de la empresa y nos contagia ánimo y visión. Pareciera que la palabra líder se desengancha de su etimología y liderazgo deja de significar ir adelante. Un líder debe ante todo inspirar a la acción. Debe ofrecer un sentido de destino y de propósito, debe poder comunicar y contagiar el “por qué” hacemos lo que hacemos.

Un líder debe saber comunicar para poder inspirar y muchas veces se soslaya esta cualidad necesaria del líder. Saber escuchar y saber transmitir. El líder ni siquiera debe ser el que mejor realiza una acción determinada, ni el más hábil ni el más experto.  “El gran líder no es necesariamente quien hace las grandes cosas. Es el que logra que su gente haga las grandes cosas” nos marcaba Ronald Reagan

Innovación y eficiencia no necesariamente van de la mano, innovación es riesgo: probar, fracasar, aprender y volver a probar. No es hacer más barato ni más rápido necesariamente, es hacerlo mejor, buscando sorprender y cubrir una necesidad. Si no hay necesidad insatisfecha, la innovación no suma, es más, a veces complica. El líder debe comprender que la prueba y el error tienen un costo que es imprescindible para poder innovar.





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