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PELÉ: GRACIAS POR LAS EMOCIONES

Por Antonio ABASCAL

2 enero, 2023 5:49 pm




2022, año mundialista, finalizó con la muerte de Edson Arantes Do Nascimento “Pelé” el único hombre que ha ganado tres veces la Copa del mundo, el autor de más de mil goles en su carrera, el de un Santos de Brasil dominador en Sudamérica y en los duelos contra equipos europeos, se va el del carisma, el de la sonrisa que ayudó a popularizar el futbol en todas partes incluyendo Estados Unidos con el famoso Cosmos de Nueva York y luego con algunas películas de las cuales la más recordada es “Escape a la victoria” en la cual compartió reparto con Silvester Stallone, Michael Caine y Max von Sydow, además de sus compañeros futbolistas y también campeones mundiales Bobby Moore (qepd) y Osvaldo Ardiles.

La forma en la que siendo un desconocido para la mayoría irrumpió en Suecia 58 para ser clave en la obtención del primer título brasileño, sus goles y su nivel en México 70 que le llevaron a ser el “10” más brillante de los cinco dieces con los que jugaba Brasil en tierras mexicanas, incluyendo su gran finta a Ladislao Mazurkiewickz en la semifinal frente a Uruguay que no finalizó en gol y que se sigue recordando como una de las más brillantes acciones en la historia mundialista, su gol de cabeza en la final tras el cual el defensor Tarcisio Burgnich confesó que en la previa se había intentado convencer de que Pelé era otro hombre más al cual debía marcar, hasta que en una jugada el brasileño y él saltaron juntos pero Pelé se sostuvo en el aire para vencer al guardameta Albertosi. En ese juego también dio una gran asistencia al capitán Carlos Alberto para que finalizara una gran jugada colectiva, anotara el llamado “gol del Presidente” (ya que el Presidente brasileño, Emilio Garrastazu Médici, un día antes había pronosticado que Brasil ganaría la final por 4-1 y ese fue el tanto que cerró la cuenta) y garantizara la conquista de la Copa Jules Rimet, la primera transmitida a color a nivel global.

Todos estos son datos duros, pero sólo datos que revelan una parte de la grandeza de Pelé. La grandeza del astro nacido el 23 de octubre de 1940 en Minas Gerais va mucho más allá porque durante mucho tiempo fue la cara del futbol. Su apodo, al principio no muy bien aceptado por el propio futbolista, fue sinónimo de la alegría al jugar, del jogo bonito, de la esencia del futbol brasileño. Su carisma hizo que las virtudes en la cancha convergieran con su manera de acercarse a la gente de los distintos países que visitaba, Pelé era el futbol, por eso más allá de las generaciones que tuvieron la fortuna de verlo en acción o las que nos tuvimos que conformar con los videos de sus tardes legendarias al escuchar el nombre de Pelé se sabía que se estaba hablando de un futbolista especial, de una leyenda dentro y fuera de la cancha porque otra de las virtudes de este brasileño universal fue la de mantenerse alejado de los escándalos y por lo tanto lograr una trayectoria inmaculada.

Pelé visitó dos veces la ciudad de Puebla, la primera en 1975 cuando impartió una clínica en el Estadio Cuauhtémoc que se llenó para la ocasión, ahí Pelé compartió el escenario con Alejandro Trujillo y dedicó unas palabras ante la conducción de Ángel Fernández, gloria de la narración deportiva de este país. En esa ocasión Pelé conoció al fundador del Puebla de la Franja, Joaquín Díaz Loredo generando una gran complicidad que se inmortalizó en un abrazo y en una fotografía que está en poder de la familia Díaz Cid ya que tras esa comida, en la madrugada don Joaquín falleció con la alegría de haber conocido y charlado con el astro del futbol, un deporte que amó a tal grado de fundar un equipo profesional en México. La segunda vez fue en 2014 previo al mundial de Brasil donde Pelé se convirtió en embajador del programa de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, UPAEP, “una apuesta de futuro”, inauguró la exposición mundialista en su museo y luego compartió con los estudiantes de esa casa de estudios parte de su trayectoria y de las enseñanzas que le dejó el futbol.

El legado de Pelé está ahí y es enorme, sin embargo, en todos estos días se ha insistido en términos absolutos que en nada ayudan a entender la historia del futbol, un deporte que le debe mucho al astro recientemente fallecido por esa manera de entenderlo y defenderlo. El problema no es lo que Pelé hizo y dejó al futbol sino la manera en la que lo estamos entendiendo ya que a pesar de toda su grandeza no se puede llegar a conclusiones definitivas. A partir del jueves pasado se han escuchado frases extremistas: “El mejor de todos los tiempos” o “si hoy jugara no alcanzaría hacerlo más que en tercera división”, entonces cómo explicar a los niños y los jóvenes que no alcanzaron a verlo, cómo explicar estas posturas tan encontradas.

Al principio de este artículo hablábamos de los datos duros que sirven como punto de partida para explicar el legado de Pelé, pero otra vez la grandeza del brasileño no se puede restringir a una serie de números, a Pelé hay que verlo, hay que disfrutarlo, hay que ver una y otra vez la acción del no gol contra Uruguay y  partir de ahí esos datos empiezan a parecer pequeños. Esa acción en especial ayuda a mucho para decirle a las nuevas generaciones que el futbol es belleza y que a veces una genial jugada no termina en gol a tal grado que llevamos poco más de cincuenta años rememorándola como si hubiera sido el gol que le dio a Brasil el boleto a la final. El futbol es alegría, el futbol es belleza por eso nos seguimos acordando de esa selección brasileña y de Pelé en particular, su no gol contra Uruguay desmonta a los utilitarios que llevan años rezando eso de que sólo importa el resultado y que al final sólo nos acordamos de los ganadores, aunque en este caso Brasil sí ganó ese partido y esa Copa del mundo.

Es cierto que el futbol ha cambiado pero no por ello el de ahora es mejor que el de los tiempos de Pelé, el futbol de antaño era más cadencioso y ahora es más atlético pero la realidad es que Pelé dominó una época porque además tuvo muy claro que más allá del talento había que trabajar mucho para mantenerse en la élite. El problema de los genios del futbol es la excesiva comparación a la que están sujetos no sólo con los de su propia generación, aunque a veces las posiciones no sean las mismas, sino con la comparación histórica, un gusto actual para conseguir la viralidad y que muchas veces lleva a los términos absolutos y a errores garrafales como el decir que Pelé no alcanzaría a jugar en el máximo circuito.

No hemos entendido que las épocas no se comparan porque son diferentes, porque tienen características distintas por la forma en la que se jugaba o por los adelantos tecnológicos y científicos que hoy tenemos y que inciden hasta en la forma de entrenar. No hay forma de comparar a Di Stefano con Pelé, como no se puede comparar a Pelé con Maradona (otro error común) o a Pelé con Messi o Maradona con Messi porque las épocas son distintas y la forma de entender el futbol es completamente distinta lo que incide en los parados tácticos. Tampoco se puede hablar tajantemente de que una época era mejor que otra, cada uno de los mencionados a los que podíamos agregar a Johan Cruyff dominó una etapa muy específica del futbol.

De la misma forma a partir del fallecimiento de Pelé han abundado los comentarios de “sabios” de twitter que intentan llegar a conclusiones absolutas y para ello buscan menospreciar a uno para engrandecer al otro cuando la realidad es que la historia del futbol está llena de jugadores legendarios que lo han enriquecido a tal grado de convertirlo en un fenómeno social como hemos podido atestiguar en Brasil con la muerte de Pelé o en Argentina con su título mundial en Qatar 2022. Para engrandecer a Pelé no hace falta menospreciar a Maradona o a Messi, o para valorar a los dos mencionados no es necesario decir la mentira de que hoy Pelé no podría jugar en la máxima exigencia porque eso es una suposición.

Las épocas no se pueden comparar porque son distintas y así no ofrecen una base real para hacer la comparación por lo que no hay sustento y se cae en las suposiciones. Por lo tanto habría que explicar a las nuevas generaciones que escoger a un futbolista determinado trasciende a los datos duros y es un ejercicio subjetivo porque intervienen nuestros gustos, nuestra forma de entender al futbol, incluso si lo vivimos o no (implica no sólo ver los videos sino haber estado ahí para sentir la emoción de cada jugada), al final escogemos a un futbolista determinado por lo que nos ha hecho sentir y ahí radica la subjetividad, ahí radica la imposibilidad de llegar a un acuerdo, ahí radica la imposibilidad de alcanzar un término absoluto.

Muchos se quedan con Pelé porque lo vieron o porque sus videos siguen comunicando emoción, pero si usted prefiere a Maradona o las nuevas generaciones a Messi no están cometiendo un pecado, porque al menos estos tres mencionados sí comparten algo con independencia de la época que vivieron: Han sido genios del futbol, por lo que podamos gozar de cada uno de ellos, no hay una membresía que si gozamos de ese no gol de Pelé nos obligue a quedarnos con él y no valorar a los otros, es más habrá alguno que meta en la conversación a otros genios como Johan Cruyff. Al final si en realidad te gusta el futbol tienes que gozar de la magia de estos genios y de los que vendrán. Se puede gozar de Pelé sin hacer menos a Messi, a Maradona o viceversa. Hace unos días Pep Guardiola lo definió mejor: “Pelé, Maradona, Cruyff, Messi, Beckenbauer, Cristiano Ronaldo, este tipo de jugadores serán para siempre eternos. Hacen del futbol, nuestro trabajo, un mejor lugar; lo que ellos producen en la gente, en sus países lo hemos visto en el mundial. Esas emociones”. Dicho de otra manera se puede gozar de todos.

Adiós a Pelé, sinónimo de futbol, sinónimo de la alegría al jugar, sinónimo del jogo bonito. Se fue un artista del futbol que como buen artista deberá ser recordado por las emociones que fue capaz de transmitir en una cancha.

 





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