Hoy tenemos que hablar de los Pericos de Puebla, campeones de la Liga Mexicana de Beisbol con todo merecimiento; hoy no es un día para comparar situaciones ya que no hay una base igualitaria para poderla hacer en el tema de otros deportes profesionales debido a que en el beisbol se permiten las contrataciones hasta unas semanas antes de los playoffs y ahí está una de las causas de estos Pericos campeones. Hoy debemos concentrarnos en la forma en la que Sergio Omar Gastélum y su equipo de trabajo cambiaron un equipo que arrancó la campaña con cero ganados y diez perdidos en patio ajeno a uno que se coronó fuera de casa, en la forma en que el cuerpo de relevistas tan señalado a lo largo de la campaña fue clave porque estos Pericos se coronaron a pesar de que Gabriel Ynoa se fue sin decisión en sus dos aperturas y de que Yoimer Camacho sufrió una derrota y en el otro juego también se fue sin decisión, por lo que brazos como los de Roel Ramírez, Héctor Villalobos, Jesús Huerta, Erick Preciado, Luis Santos hasta llegar al cerrador, Elkin Alcalá, tuvieron que aparecer con un papel destacado.
Hoy también tenemos que hablar de la forma en la que los Pericos de Puebla siempre vinieron de atrás, fueron los Pericos los que armaron grandes racimos en el juego cinco con esas cuatro carreras en la séptima entrada para empatar el juego en el Hermanos Serdán y preparar la escena para el batazo del triunfo de Leo Germán en la novena; fueron los Pericos los que tras perdonar el descontrol de Aldo Montes en el juego seis y ver cómo los Algodoneros habían regresado en la sexta para hacer cuatro carreras que parecían forzar el séptimo y decisivo duelo, en la novena sí fueron capaces de aprovechar el descontrol del cerrador Thomas McIllraith.
Todo empezó con la base por bolas a Samar Leyva, Juan Kirk tuvo un largo turno para recibir otro pasaprte y luego fue sustituido por el corredor emergente Rogelio Cobos, con dos en los senderos sin outs, Leo Germán ejecutó muy bien el toque de bola para adelantar a los corredores y poner en posición de anotar a la carrera del empate; Miguel Guzmán también trabajó su turno para recibir otra base por bolas que llenó la casa, fue el último bateador para McIllraith quien había sido muy seguro para los Algodoneros durante los playoffs pero en la serie del Rey cargó con los descalabros en los juegos cinco y seis. José Molina apostó por el zurdo Jeff Ibarra para tratar de dominar al también zurdo Danny Ortiz y ese es un turno digno de ser contado de generación en generación por los amantes del béisbol en Puebla porque el boricua estaba incómodo en la caja de bateo, recibió dos strikes por la vía rápida y parecía que el librito le daría la razón a los locales, pero Ortiz empezó a recortar su swing y empezó a conectar de foul, luego recibió una bola y vino el momento cumbre cuando aprovechó un lanzamiento bajo y a la esquina de afuera para chocar la bola y colocarla entre primera y segunda, era el hit que empataba el juego, la vieja sentencia de pitcher zurdo domina a bateador zurdo careció de valor ante la experiencia de Ortiz y tras el empate llegó el hit de Christian Adames que impulsó a Miguel Guzmán con la de la diferencia, ahora eran los Pericos los que estaban a tres outs de finiquitar la serie. Elkin Alcalá regresó al lugar donde falló en el juego uno para sacar dos por la vía rápida antes que Tovalín pusiera algo de esperanza al público de Torreón, pero el colombiano dominó a Córdoba con una rola por segunda que fue suficiente para el sacar el out 27 y confirmar a los emplumados como campeones.
Los Pericos de Puebla son los campeones de la Liga Mexicana porque la directiva que encabeza José Miguel Bejos aprendió alguna de las lecciones que el beisbol le había dado. Su grupo empresarial adquirió al equipo a finales de 2018 para preparar la campaña de 2019, pese a ello tuvo poco tiempo y aunque el equipo fue competitivo, se perdió los playoffs al caerse en la parte final del rol regular. En 2021 se llegó a la postemporada pero fue una visita corta donde otra vez el equipo no llegó en su mejor momento a la parte decisiva, el bateo se apagó y la eliminación a manos de los Olmecas de Tabasco fue muy dolorosa; hace un año sucedió algo parecido aunque gracias a la figura del mejor perdedor se avanzó a la semifinal sureña donde no se metió las manos ante los Diablos Rojos del México.
En todas estas experiencias Pericos tuvo buenos arranques, incluso hasta espectaculares, pero conforme pasaba la temporada el equipo iba a menos, los ajustes lejos de ayudar se convertían en un problema porque se tapaba un hoyo y se descubrían dos, así en aras de fortalecer al cuerpo de relevistas se sacrificó seguridad defensiva en algunas ocasiones. Todo esto cambió esta temporada: Chris Carter, el más valioso de la Serie del Rey, Samar Leyva, Christian Adames (el que pegó el imparable que impulsó la carrera de la diferencia en la novena entrada en Torreón), el relevista Roel Ramírez, además de Luis Santos y Elkin Alcalá llegaron ya con la campaña iniciada, lo que habla de la importancia de los ajustes y de la inteligencia con la que se manejó la oficina muy atenta a los cambios y a las decisiones de los otros equipos para reclamar a Carter, Adames, Leyva y Ramírez, es decir, a diferencia de las tres campañas anteriores ahora sí los movimientos fortalecieron al roster emplumado ya que esos peloteros tuvieron un papel protagónico en la Serie del Rey.
La directiva fue capaz de aprender y estar al pendiente del mercado para fortalecer a un roster que competía pero que era irregular, que pasó de la incapacidad de ganar juegos en la carretera a uno que bateaba mucho pero que dependía de dos brazos los de Ynoa, siempre de menos a más, y de Yoimer Camacho. Pericos se coronó en la campaña en la que el venezolano tiró un juego sin hit ni carrera, en la que sólo el propio Camacho y Héctor Sepúlveda (sin actividad en la parte fundamental de la postemporada por una lesión en la mano tras sufrir un asalto) acudieron al juego de estrellas, Pericos se coronó en una postemporada en la que uno de sus cañoneros, Peter O´Brien se ponchó en treinta y ocho ocasiones. Pericos se coronó en una campaña en la que Danny Ortiz siguió ingresando a los libros de marcas del béisbol en Puebla al llegar a más de cien cuadrangulares con la franela verde, pero ahí está otra de las razones del triunfo poblano en años pasados el batazo grande dependía de Ortiz y si el boricua se apagaba ya no había respuestas. Ahora Ortiz tenía al propio O´Brien, a Chris Carter y eso le permitió mover sus piezas al manager Sergio Omar Gastélum al colocar a Ortiz como segundo en el orden, un movimiento clave en esa novena entrada en Torreón donde los Algodoneros sólo habían sufrido una derrota en la postemporada, pero los emplumados fueron capaces de ganar a la hora buena y romper con la otra tendencia de la Serie del Rey en la que sólo ganaban los locales.
Algunos podrán recordar que Pericos perdió la primera serie de postemporada ante el Águila de Veracruz en siete juegos y que accedió a la semifinal sureña en condición del “mejor perdedor” y es cierto, la novena verde aprovechó la nueva oportunidad que el sistema de competencia le brindó pero a partir de ese momento, Sergio Omar Gastélum apretó las tuercas para sorprender al líder sureño, los Diablos Rojos del México (y acabar así con la bestia negra emplumada ya que con ese mote nunca había eliminado a los pingos), para después destronar a los Leones de Yucatán en la emocionante final del sur y luego coronarse ante los Algodoneros de Unión Laguna en seis juegos y alargar el ayuno de títulos en la Comarca Lagunera que tendrá que esperar otro año al menos para llegar a setenta y cuatro de su último campeonato en la Liga Mexicana.
Pericos no es un equipo perfecto pero es el flamante campeón de la liga veraniega en nuestro país, lo encontró porque fue muy fuerte mentalmente para sobreponerse incluso a sus peores errores como los de Christian Adames en el juego cinco, para regresar de una mala noche para salvar juegos como Elkin Alcalá, para salir de la mala racha bateadora a la hora cero como Leo Germán y el propio Adames, para sobreponerse a enfrentar a un zurdo para dar el batazo de su vida como Danny Ortiz. En el festejo en el zócalo de la ciudad el dueño del equipo, José Miguel Bejos destacó la capacidad para regresar de su equipo, un sello que gusta mucho en la ciudad de Puebla ya que nunca bajan los brazos. Pericos es campeón porque fue capaz de encontrar la forma de ganar a pesar de su imperfección y en esas formas de ganar fue dejando en el camino a potentes rivales de gran tradición como Diablos Rojos, Leones de Yucatán y los Algodoneros.
Pericos es campeón y eso ha generado una gran alegría en la afición que de inmediato salió a las calles para aplaudir a los peloteros en el desfile sabatino que se cerró en el zócalo con una fiesta a la que se sumaron el Gobernador del Estado, Sergio Salomón Céspedes Peregrina y el Ayuntamiento de Puebla con el edil Eduardo Rivera Pérez al entregar la copia de la Cédula Real de la ciudad, el máximo nombramiento a alguna persona o institución por su contribución a la sociedad poblana. La alegría es más que merecida debido a que el equipo ha sido capaz de conectar con su afición por esta capacidad de venir de atrás, por ser una novena que nunca baja los brazos y eso siempre se ha agradecido por parte del público poblano, por eso Pericos fue de festejo en festejo, desde el que se dio en el Parque de la Revolución en Torreón, hasta el del zócalo y el que ayer se tuvo en el Hermanos Serdán donde el público tuvo la oportunidad de convivir con los peloteros y observar la Copa Zaachila.
Así se cierra un gran año de béisbol donde la organización ganó el título de la Liga Invernal con sus talentos juveniles, los Chontales de Nacayuca (sucursal de Pericos) se coronaron en la Liga Tabasqueña y ahora el de la Liga Mexicana de Beisbol, en donde se aprendió de las lecciones pasadas para crecer y conseguir el banderín. El campeonato de Pericos toma una mayor importancia cuando se cae en la cuenta en la forma en la que se consiguió: El beisbol es un deporte de equipo en el que a veces nos enfocamos más en lo individual, pero para vencer a Unión Laguna tuvieron que aparecer brazos que habían sido criticados en la campaña como Jesús Huerta, Erick Preciado, Héctor Villalobos, Luis Santos, Roel Ramírez (quien ofreció una Serie del Rey inmaculada) y Elkin Alkalá, porque hubo espacio para el protagonismo de Chris Carter pero en el sexto estuvo apagado y Danny Ortiz respondió, sin olvidar los cuadrangulares de O´Brien o el batazo de Leo Germán en el quinto de la serie. Pericos triunfó como equipo, Pericos es campeón por no dejarse vencer, atributos esenciales ante discursos cada vez más individualistas.
