

Boquiabiertos, millones de venezolanos, simplemente no reaccionaron al escuchar que Nicolás Maduro había obtenido, según la autoridad electoral bolivariana, el 51.20 por ciento de los votos, lo suficiente para mantenerse en el poder.
La esperanza se fue por la borda cuando comprendieron que no había marcha atrás, los más de cuatro millones de votos logrados -oficialmente- por Edmundo González de la Mesa de la Unidad, no serían suficientes para arrebatar la presidencia al hombre que tendrá un tercer periodo al frente del país.
En las redes las imágenes se suceden, una tras otra, las reacciones de familias venezolanas que se grabaron en espera de inmortalizar un festejo, pero que, en realidad, únicamente documentarían lágrimas, gritos e insultos para Maduro.
Las redes sociales como Tik Tok muestran esos momentos, la sorpresa, la imposibilidad de asimilar que un 51.20 por ciento era imposible de superar, luego el silencio, en espera de un milagro, algo matemáticamente imposible en ese escenario y finalmente, el estallido: “Ladrón”, “maldito”, “malnacido”, “por qué Dios mío, ¿por qué? ¿Hasta cuándo?
Horas previas, las redes también se llenaron de publicaciones en que los funcionarios de casillas daban lectura a los resultados, en que cientos celebraban que Nicolás Maduro lucía lejos, bastante lejos de su rival, por lo que el golpe, el anuncio oficial, fue más que una cubetada de agua fría.
El oficialismo claro que tuvo votos, la televisión oficial y otros mostraron ese apoyo que, aunque no lucía multitudinario, si se concentraba en gente mayor, quienes consideraban que “las cosas están mejorando”, pero del otro lado estaban los jóvenes.
Las condenas internacionales al proceso electoral se han ido acumulando, los cuestionamientos son claros, pero desde México, en su mensaje el presidente Andrés Manuel López Obrador, pidió no meter “las narices” en Venezuela a quienes cuestionan e incluso denuncian un fraude en las elecciones que dieron el triunfo a Maduro.
Incluso, venezolanos se manifestaban la noche de este martes en calles de ciudad de México, específicamente en el Ángel de la Independencia.
Mientras, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, pidió se publiquen las actas electorales en Venezuela para resolver la disputa y calificó el proceso en el país vecino como “normal”.
Así, con un 51.20 por ciento, la suerte de Venezuela parece estar echada.
Y ahora ¿quién podrá defenderlos?