No señor presidente, así no.
El presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, fue uno en busca de la presidencia de la república durante años y otro muy distinto ya como responsable de la nación.
Poder dibujar, escribir y esgrimir a un presidente que podría pasar como uno de los peores en la historia de México, no es culpa mía, ni de muchos de nosotros, ni de nadie.
La culpa es de quien con sus actos o acciones dictan su propia biografía.
Y claro, así será leída en un futuro mediato en los anales de la historia.
No señor presidente, así no, con venganzas políticas y resentimientos con todos y contra todo que podrá sacar sus últimos tres años.
Si los primeros ya los comenzó mal, no terminé el resto, hundiéndose en el fango del egocentrismo y la descalificación contra quienes opinan contrario a su ideología.
No señor presidente, así no, no se puede dividir un país desde su patíbulo de cada mañana.
No señor presidente, así no, no puede ir violentando el estado de derecho que juramentó.
No señor presidente, así no, claro, que no puede ser indiferente a la muerte de ocho periodistas en menos de tres meses de este año y echar la culpa al pasado.
Ya el gremio periodístico alzó la voz y no quiere su pésame, así como la sociedad y entidades bajo fuego, quieren un rescátame.
No señor presidente, así no, no es encubriendo la corrupción de los suyos para atacar a los que no están con usted.
No señor presidente, así no, no es abriendo cajas chinas -tal parece- con nombres como Jaime Rodríguez “El Bronco” y Sandra Cuevas alcaldesa de la Cuauhtémoc, para encubrir a su amigo Alejandro Hertz Manero y sus corruptelas y abuso de poder.
No señor presidente, así no, cómo desaparecer de un plumazo todo lo que mencionó que iba a hacer por el país y no se ha visto nada en sus tres años al frente de este.
Peleado con la clase media que paga impuestos; confrontado con Panamá, Estados Unidos, Austria, España; haciendo añicos a las instituciones; lejos de las mujeres que exigen respeto, lejos de los niños que mueren de cáncer, dejar en la orfandad académica y nutricional a millones de pequeños.
La lista es interminable señor presidente.
Así no prometió a los mexicanos que gobernaría a el país.
No señor presidente, así no.
